'Free Fire' - Fuego muy amigo
La distribución en nuestro país, directamente en formato doméstico, de películas como 'Free Fire', 'Indignación', 'Mujeres del siglo XX' o 'Al filo de los diecisiete' evidencia que aquellos que aún se sientan como espectadores, y no como meros consumidores, tienen un problema. La diferencia entre uno y otra es tan clara que se puede medir en alguna unidad de longitud del sistema métrico, creas o no en la misma (o en el mismo). El problema, uno de ellos no es menos claro: Es tanta la información que hay al alcance de nuestra mano que lo más fácil, cómodo y práctico es dejarnos llevar por la que se nos suministra en los titulares que el destino nos pone delante.
¿Quién no ha hablado alguna vez de noticias de las que no ha leído más que una frase? Un político se tira hablando más de una hora, bla bla bla, y pongamos que suelta más de 5.000 palabras, para que luego en las redes sociales la gente se tire horas y horas hablando por hablar, por no decir que diciendo gilipolleces, de sólo un puñado de esas 5.000 palabras que sin contexto, interpreta como le sale del mismísimo ano. Y siendo español, por supuesto, que además lo interpreta como su verdad (a medias e interesada). Uno que sabe, de todo a ser posible, y hacerse la foto, que de eso se trata al fin y al cabo. Es fácil, cómodo, práctico. Y no hay que hacer nada, de nada.
En fin, que dentro de ese "punto ciego" es dónde entran películas como las antes mencionadas, cuatro ejemplos a reivindicar que han volado por debajo del radar por una mera cuestión de mala suerte, que no de calidad. En el caso seleccionado para la ocasión, el de 'Free Fire', hablamos de la nueva película del director de 'Turistas' o 'High-Rise', crédito de sobra para ser una estrella allí en dónde se le reconoce: En cualquier festival del mundo. Una película apadrinada por Martin Scorsese, con un reparto repleto de caras amigas y que podríamos describir/resumir en una especie de 'Reservoir Dogs' setentero que ha dirigido un tal Johnnie Too.
No sería extraño, sino todo lo contrario escuchar a Quentin Tarantino deshacerse en elogios hacía este desvergonzado filme que vive cerca de 90 minutos en aquel tiroteo que en 'Reservoir Dogs' duraba un segundo. Una serie de caras amigas que se lían a tiros entre ellos porque sí, porque a veces así son las cosas. Porque quien tiene una pistola, tiene un gatillo que puede apretar. Lo de menos es que quiera. Da igual que hables todo lo que quieras entre disparo y disparo, o la educación que le pongas a tus gestos, que siempre hay alguien dispuesto a joderte el día por menos de lo que cuesta comprar uno de esos globos rojos, no sé por qué, tan de moda últimamente.
Como consumidor puede que no tanto, pero como espectador 'Free Fire' es una gozada. Y lo es porque aunque lo pueda parecer, no es pirotecnia barata de rebobinar, usar y listo, a devolver. Es, al igual que la no menos estupenda 'John Wick: Pacto de sangre', un canto de amor al género aliñado con balas, muchas balas y el constante coqueteo de estas con las palabras, y de estas con los personajes. Todo ello servido a pecho descubierto por un Ben Wheatley que nunca había demostrado hasta ahora tanto nervio... o más bien, que nunca había sido tan efectivo y comedido a la hora de aplicar ese mismo nervio, y esa misma mala leche sociofestiva ya presente en sus anteriores filmes.
'Free Fire' es de una simpleza tan contundente, de una efectividad tan sugerente, de una humildad tan subyugante que asusta lo rápido que pueden llegar a pasar 90 minutos. Un festín para los amantes del buen cine de acción, ese que sabe marcar las distancias para tomarse a broma sin dejar de tomarse en serio. Con ese irreverente y mordaz descaro de quién disfruta, cual niño chico y ambos lados de la pantalla, del despiadado e inmoral espíritu de la serie B de los 70. Tiro a tiro, herida tras herida. Un estilizado pasatiempo que se te mete entre ceja y ceja por puro instinto, el de supervivencia como espectador, no tanto como consumidor de tres al cuarto.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Tenemos una retahíla de personajes muy bien definidos en tiempo record ( no es para nada sencillo), todos ellos con un carisma con el que cualquier espectador se identificaria y tiros, muchos tiros y tambien tiene humor el asunto. Un humor delicioso que logra que Free Fire sea una de esas con personalidad propia.
Destaco a Sharlto Copley que es un actor que poseé un acento tan propio, cortante y con un punto gutural que es una delicia escucharle y verle actuar.
A mí es una de las cosas que más me gustan, y que siempre me han gustado mucho de películas como 'Alien', 'La cosa', 'Abyss' o 'Aliens', películas en las que un grupo de personas queda claramente definido con apenas dos o tres retazos y en apenas un par de minutos en pantalla.
Es lo que falla en muchas películas modernas aún echando mano de 2 horas y pico de metraje, y eso porque se empeñan en la acción en lugar de en los personajes, cuando la manera de hacerlo es combinar las dos cosas como sucede en 'Free Fire'.
'Free Fire' la sitúo junto a 'Turistas' como lo mejor y más redondo dentro de la filmografía de Wheatley. Si no la has visto, te la recomiendo.
Posee el mismo humor negro aunque sea un estilo muy diferente, y muy británico.