Vaya por delante que C. Tangana es un artista al que conozco tan poco como tan poco me interesa su música. Si ha llegado a donde ha llegado, que para empezar ya es más lejos de a dónde ha llegado un servidor, será por algo. A saber.

Por eso me he visto gratamente sorprendido -a ratos- por 'Esta ambición desmedida', una ¿película documental? que por momentos funciona muy bien. Que C. Tangana sea una incuestionable celebridad es posiblemente lo peor y lo mejor de esta ¿película documental? que durante sus dos horas, largas, de metraje se debate entre contentar al fan y agradar al no tan fan.

Medio, medio.

Para el caso, siendo un no fan agradezco sumamente cuando adopta las formas de un auténtico 'making of' incluido en un Blu-ray como contenido adicional y no como contenido promocional. La creación es un lenguaje universal, y siempre es interesante acercarse a la trastienda de una creador cuando como es el caso, se hace desde una aparente honestidad capturada sin filtros.

Momentos que respiran autenticidad, y que tratan sobre las personas detrás del logotipo que se entrecruzan con otros que si bien mantienen dicha apariencia, resultan reiterativos, triviales, corporativos y mucho más chovinistas al estar canibalizados por la incuestionable naturaleza del artista y de su obra. Un difícil equilibrio que provoca un forcejeo repleto de altibajos.

Así, 'Esta ambición desmedida' resulta una obra en gran medida estimable y disfrutable, incluso si uno no sabe el nombre real de C. Tangana. Por más que haya pasajes que se puedan hacer bola. Claro que como fan... quién sabe, siendo que la intención por contentar a todos hagan de esta ¿película documental? algo a lo que acercarse más con más oído que vista.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex