'El rapto' - El buen niño
A Marco Bellocchio se le ve mucho el plumero. Demasiado. Está en su pleno derecho, por supuesto, por descontado. Pero lo uno no quita lo otro, también por supuesto, también por descontado.
La historia de 'El rapto' no cabe duda que es interesante, si bien en manos del cineasta italiano se la nota en exceso dependiente y acomplejada. No ayuda que se dedique a mostrar los hechos más que a contar una historia, propiamente dicho. Es el problema de muchos "basados en hechos reales", que se confían en que hablen por sí mismos sin molestarse en darles un cariz más narrativo. O en este caso, más cinematográfico.
No por ello la película resulta menos entretenida, pero sin una referencia clara sobre la que hacer girar su historia avanza de fecha en fecha con la convicción del que sabe hacer su trabajo, más tan solo es un "mandao" que cumple con su trabajo sin mayor alegría. Esto es, Bellocchio no parece que se esfuerce más que lo justo para que la película se deje ver, siempre con agrado pero sin ponerla (ni ponerse) a prueba lo más mínimo.
'El rapto' es una película indudablemente correcta; más, en última instancia demasiado correcta que dejando al margen su evidencia, muestra la historia sin contar una historia. El secuestro de Edgardo Mortara se nos muestra de manera tan convincente como leída de la Wikipedia, sin pegada, siendo que cuesta empatizar con la película en la misma medida que a la película le cuesta empatizar con un relato sin poso.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex