Berto Romero es ante todo un cómico. De ahí que aunque lo pueda parecer, 'El otro lado' no sea una serie de terror propiamente dicho. Cuenta con elementos habituales del género, pero ni llega a dar miedo del todo ni siempre los maneja del todo bien. No es desde luego una serie como las de Mike Flanagan, siendo que Berto, Rafael Barceló y Enric Pardo (también guionistas de 'Mira lo que has hecho') tampoco pretenden competir ni en esa división ni en esa misma liga.

'El otro lado' es en esencia, y en la práctica una comedia. Pero al igual que ya lo era la mencionada 'Mira lo que has hecho', se trata de una comedia... muy seria. Y sobre todo, bien planteada y resuelta. Cuando hablamos de un "cómico" como Berto siempre tendemos hacia cierto menosprecio. Años y años de práctica... y de experiencia. Y es que a menudo la irrupción de los "cómicos" en otros formatos tiende a la (sobre)explotación de ideas muy simples y banales.

No hay más que repasar la mayoría de las comedias comerciales españolas de los últimos años o el Currículum de Julián López.

No es el caso de Berto, no al menos como creador y principal responsable artístico. 'El otro lado' no es para nada una chorrada, como tampoco lo era 'Mira lo que has hecho', o ya puestos, 'El fin de la comedia', a la que menciono de forma tan gratuita como merecida. Es, lo dicho, una comedia muy seria, una producción construida sobre cimientos sólidos que plantea una historia "con chicha" que tiene fundamento más allá del chiste y la parodia.

'El otro lado' se podría haber contado de manera más seria, y funcionaría. No tan bien, pero lo haría. Porque, como relato audiovisual, cuenta con unos cimientos sólidos, por más que como producción de género no esté tan refinada como para vivir de ello. A partir de ahí Berto y su equipo, sin perder nunca de vista la historia ni su seriedad (siempre relativa), introducen constantes apuntes de ese humor costumbrista, campechano y mordaz que nunca pasa de moda.

Es incluso posible que a Iker Jiménez le haga gracia verse claramente reflejado en Nacho Vigalondo, siendo que Berto aprieta pero nunca ahoga. Y es que 'El otro lado', si bien tiene un toque paródico evidente, también desprende un cierto cariño y respeto hacia lo que no se está tomando tan en broma (ni tan en serio) como parece. De ahí que funcione tan bien, quizá, como una suerte de sátira amigable que a la hora de la verdad no busca ni dar ni quitar razones.

Porque Berto es un tipo simpático... aunque en la serie haga de un hombre triste y gris que no nos resultaría simpático de no ser por la presencia del de Andreu Buenafuente. Uno de tantos hallazgos de una serie que, además de unas risas y/o burlas muy sanas y a la postre cómplices, se molesta también en presentar una historia que, ya adelanto, promete tener continuidad. Una promesa que a juzgar por el resultado de 'Mira lo que has hecho' ojalá se cumpla.

Porque Berto sabe lo que hace, y con 'El otro lado' vuelve a demostrar que su inquietud como creador no se limita a explotar la marca o el mercado a su favor. Detrás de su última serie hay horas de trabajo, probablemente cultivado durante muchos años en los que sin duda ha estado prestando algún tipo de atención a este tipo de cosas. De ahí que 'El otro lado' desprenda una mala leche tan cariñosa que incide en la conciliación en lugar de buscar la agresión.

Es, por resumirlo de alguna manera, ese niño desencantado y rabioso por haber descubierto la verdad de los Reyes Magos... que sin embargo, al mismo tiempo, está agradecido por haber podido disfrutar de esa ilusión y esa magia.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

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