'El agujero en el suelo'... perdón, 'Bosque maldito' es el primer largometraje del guionista y director irlandés Lee Cronin. Una película de terror, suspense e incomodez doméstica que gira en torno a una madre soltera que está convencida de que algo siniestro, surgido de las profundidades de un misterioso cráter cercano a su casa alejada de la mano de Dios en mitad de un apacible bosque, ha transformado al hijo sobre el que ahora gira toda su vida.

La película, básicamente, explora los límites entre lo racional y lo inexplicable y el choque entre lo que conocemos, o sospechamos conocer, y lo que desconocemos, o nos aterra desconocer. ¿Es posible que tan solo esté sufriendo el síndrome de Capgras, un trastorno que provoca que una persona crea que uno de sus familiares cercanos ha sido sustituido por un doble, un impostor? ¿O puede que la vieja leyenda irlandesa de los niños cambiados sea cierta?

Según las notas de prensa a Lee le gusta contar historias en las que se abarca una amplia variedad de temas, con personajes que cargan con el peso de su propio pasado. Al fin y al cabo, la cualidad más propia del ser humano es la incapacidad para olvidar nuestras heridas. El pasado de Sara trae consigo la carga de una relación sentimental marcada por el maltrato, y aunque aparentemente lo ha conseguido superar, aún lleva grabadas las consecuencias en su piel.

Tras un comienzo en apariencia idílico y alegre, como suele corresponder, todo cambia cuando su vecina Noreen y el cráter aparecen en las vidas de madre e hijo. Después de todo lo que Sarah ha sufrido, su estabilidad no tardará en verse alterada siendo ahí, como en películas como 'Babadook', 'It Follows' o 'Under the Shadow', donde reside lo intrincado de esta historia con dos líneas de atención: Lo que se ve y lo que no, lo que se muestra y lo que se sugiere.

La historia, leyenda y/o realidad, se presenta en sociedad de forma muy sencilla: Los niños cambiados viven en el fondo del cráter, y una vez en la superficie, estos seres soló quieren llevar una vida normal, discreta, así que se ocultan bajo la apariencia de cualquier persona. No obstante, lo que realmente enciende la mecha es la forma en que Sarah reacciona a las distintas situaciones que se van sucediendo. ¿Somos como somos, o somos como nos ven?

El mito de los niños cambiados representa, claramente, la obsesión que se ha tenido siempre con el intercambio de un niño por otro. Del cambiazo de un ser querido por un ser ajeno, con todo lo que eso conlleva. 'Bosque maldito' es un drama revestido de cine de género que funciona, con igual eficiencia, en ambos terrenos. La duda, bendita la duda se presenta en una pantalla de cine y no en tu vida privada. La percepción, y nuestra propia forma de entender la realidad.

Hay cosas a las que todas las personas tememos por naturaleza y, quizás, la más terrible de todas ellas es la pérdida de un ser querido, especialmente, la de un hijo. En el caso de 'Bosque maldito' esto se materializa y proyecta con una elegancia, convicción y eficiencia especialmente apreciables al tratarse de un debutante como Lee Cronin, en el miedo constante que una madre soltera siente ante la idea de tener que sobrevivir a su propia existencia sin el amor de su hijo.

Un "agujero" como el de su título original que atendiendo a su título español, mucho más acertado que un 'Bosque maldito' que la emparenta con el susto gratuito y mucho más sociofestivo de una 'Annabelle' cualquiera. No es que 'Bosque maldito' no sea una película de género (de regusto efímero), es que el golpe de efecto es la punta de lanza de un relato atmosférico que con apreciable voluntad busca algo más que la evasión al ritmo de un bol de palomitas.

La duda, bendita esa duda (cuando no es la nuestra, claro).

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex