'Borderlands' - Aquí huele a mierda
Cuando acudes a un pase de prensa, por ejemplo al de 'Borderlands', y en la puerta te hacen firmar un papel por el cual te comprometes a no hablar de la película hasta las 21:00 del día anterior a su estreno... uno ya entra a la sala con el ceño fruncido y la mosca detrás de la oreja. No siempre se cumple lo peor, aunque por lo general es muy sospechoso. Porque, obviamente, si crees que tienes una gran película entre manos te interesa correr la voz cuanto antes...
No siempre se cumple lo peor aunque, por lo general, también, te predispone a lo peor. Algo que por otro lado puede ser de agradecer, como en el caso de esta 'Borderlands' cuyo juego en el que se inspira ni tengo el gusto de conocer, ni la película me ha hecho querer conocer. Una película vamos a decir bastante justita, plana y rutinaria que a bote pronto recuerda un poco a la infame 'Dragonball Evolution' de 2009. La comparación, lo sé, no es alentadora.
Tengo que decir que a mí me parece más decente que aquella, si bien tengo la sospecha (fundamentada) que la recepción de 'Borderlands' será, en líneas generales, la misma. Exagerada, pero no del todo inmerecida. Ahí está por ejemplo la estupenda adaptación de 'Fallout' de Amazon para reflejar las auténticas vergüenzas de la última película de Eli Roth, director al que sigo viendo más como el amigo de Quentin Tarantino que como, ejem, cineasta.
Y 'Borderlands' no me quita la razón, sino que me la da convirtiéndose ya de paso y muy a su pesar en un hermoso ejemplar de buena parte de los males de una industria como Hollywood; el principal, su confianza ciega en marcas cuyo trasfondo e idiosincrasia ni entienden ni se molestan en intentar entender. 'Borderlands' es un hermoso ejemplar de película que parece hecha por alguien como yo, que lo más que sabe del juego es lo que ha leído de él en Wikipedia.
La comparación con la citada 'Fallout' duele, por cuanto todo el suntuoso cariño que se aprecia en ella brilla por su ausencia en 'Borderlands', una producción de mínimos que vista sin pretensiones (y temiéndose lo peor) resulta vagamente entretenida. Aunque duela ver a Cate Blanchett malgastando su presencia en una película tan tonta, ramplona, impersonal y mecánica que parece un cruce barato y a lo pobre de por ejemplo 'Mad Max: Furia en la carretera', 'Valerian y la ciudad de los mil planetas', 'Guardianes de la Galaxia' o 'Serenity'.
Cuatro películas que ya gustarán más o menos, pero que están hechas con cariño, respeto, pasión, vocación... y talento. O al menos lo parecen, siendo que nadie puede dudar del talento de una Cate Blanchett que hasta parece sobresalir en 'Borderlands', en la que aun así no encontramos nada de valor. Nada que reseñar o recordar. Más de 100 millones tirados a la basura en una película que podría haber dirigido Albert Pyun en un fin de semana y por dos duros.
Y hubiera tenido más gracia que la voz de Jack Black. O algo de gracia, según se mire.
Creo que más o menos ya queda claro, probablemente desde la mención de 'Dragonball Evolution'. A mí 'Borderlands', previa firma de un embargo 5 minutos antes, me distrajo. No me parece un absoluto desastre (aunque en esencia lo sea), tan sólo uno de tantos filmes cutrepijos dedicados a salvar los muebles de una casa a la que previamente han prendido fuego. Plana y apática rutina orgullosa de no cagarse encima cada vez que da un mero paso...
... aunque por oler, huela a mierda igual.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
3/10