'Beau tiene miedo' - Lo que esconde la verdad
Ari Aster es un cineasta que ha nacido para dejar huella, siendo esta 'Beau tiene miedo' su consagración como autor con alma propia. A diferencia de sus dos películas anteriores, se trata de algo más parecido a una comedia (muy) negra que a una película de terror. Una no obstante (a ratos) inquietante comedia (muy) negra (y macabra) que abraza de manera muy decidida el surrealismo y el existencialismo. Tanto es así, que su determinación kafkiana es como un pollazo en la cara a esquivar.
Es tan fácil odiarla como tentador quererla. Por las mismas razones, siendo quizá la más importante no saber a qué atenerse en todo momento. Es complicado anticiparse a ella. Dos horas largas de metraje, y aún resulta difícil saber hacia dónde o de qué coño va. Y llega el momento del ático. Momento que al igual que al final de 'Enemy', sabiéndolo, te anima a mirar a quien está sentado a tu lado y no a la pantalla. El momento en el que Aster pone sus huevos sobre la mesa.
Olé sus huevos, y olé los de A24 por apoyarle con 35 millones de dólares. El cine necesita películas así de valientes aunque podamos no disfrutarlas. El respeto es lo mínimo ante una obra fiel a sí misma durante cada uno de sus 180 minutos de duración. Tres horas largas, que no pesadas rodadas con una exquisitez formal que sostiene su lenta introspección hacia lo más profundo de la psique de su protagonista, un Joaquin Phoenix como siempre al servicio y a la altura de las circunstancias.
Circunstancias que animan a emparentarla con filmes como 'Lo que esconde Silver Lake', aunque sólo sea por agarrarse a algo. Ambos son filmes hipnóticos a nivel plástico cuyo devenir dramático resulta tan fascinante como gratuito, estando justo en ese punto donde la inteligencia y la estupidez confluyen. 'Beau tiene miedo' es una sucesión de episodios (o de sketches) entre lo absurdo y lo surrealista, lo excéntrico y lo inquietante filmados con una delicadeza desconcertante.
El propio Aster comentó que "quiero que atravieses las tripas de Beau y le salgas por el culo". Tal cual suena, tal cual se entiende. Como se entiende que Aster quiera sentarse a fumar hierva junto a los Terry Gilliam, David Lynch, Quentin Dupieux o David Cronenberg más... descarriados. Es la sensación que al final queda, a pesar de que en realidad Aster mantiene la película bajo una constante apariencia de control terapéutico que de vez en cuando, pum, sin más, dinamita. Súbitamente.
Es un caos controlado que al igual que la violencia en las películas de Quentin Tarantino se desata puntualmente en los momentos más oportunos para que la función pueda saltar al siguiente nivel. "Saltos" que suelen requerir de algo de fe. La que le pone el propio Ari Aster a una película que, por descontado, será odiada y querida de forma instintiva por la misma puta razón: ser una audaz, brava y resuelta ida de olla que se sale de los cauces de la cordura, lo convencional y lo estándar.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Joaquin Phoenix está de diez y defiende de manera sobresaliente todas esas escenas absurdas, extrañas e inquietantes que le pone el guion por delante.
Eso sí, me pareció demasiado larga, sobre todo porque, por la naturaleza del guion, es una película muy fácil de recortar sin que la ¿trama? general se resienta. Imagino que aquí prevaleció el orgullo del director, que sencillamente quería mostrarnos todas esas ideas que se le habían ocurrido.
Le doy un 8,5.
Justo esta semana me han dejado una cuenta de Amazon Prime, no sabes lo feliz que me haces Wancho, llevo esperando meses a poder ver la pelicula
A mi que me gustan las odiosas comparativas, diría que es algo así a camino entre 'El Show de Truman', 'Mother' de Aronofsky y 'Mr.Nobody' pero a su vez no tiene nada que ver con nada que se haya hecho o al menos yo haya visto. Sólo por existir y que hayan dado el ok y apoyo económico para hacerla, ya vale la pena. Gracias Ari Aster y A24.
Un personaje enterrado en el miedo, la paranoia y complejo de Edipo entre otras cosas, en un relato que mezcla pesadilla con realidad y que es una absoluta locura de acontecimientos tan dramáticos como hilarantes. La cara del protagonista es el mismo 'WTF' que tienes tu viéndola sin pestañear. Lecturas humanas, divinas, filosóficas, metafísicas y hasta mitológicas. Explicado así parece la típica rayada pretenciosa de un director al que se le va la cabeza. Y sí, pero a la vez no. Como decía al inicio, es menos turra y también menos ida de olla de lo pensaba, siendo bastante obvia y explícita en sus sucesos aunque otra cosa son sus interpretaciones. Porque deja muchas migas de pan en diferentes sentidos, quizá todas ellas válidas y compatibles (o no). Por lo poco que he leído post-visionado, el director no ha querido entrar y lo deja al espectador. Y me parece bien. Igual que me parece fascinante toda la parte del bosque, que parece no tener que ver con lo anterior y entiendo al que le pueda sacar del film, pero a mi me ha parecido una maravilla.
Seguro que con nuevos visionados se ven y disfrutan detalles de cosas que en principio no habías captado, pero aún así, por divagar brevemente sobre algunas cosas...
Spoiler
Ari Aster, te alabamos, que tus traumas nos sigan maravillando.
Nota: 8'5