Cuando se repite hasta la saciedad que el cine británico es una mina de joyas especiales, no se dice por dorar la píldora a la cultura de las islas. Hay un sinfín de títulos que colman de talento y deslumbrante nivel la industria cinematográfica británica. Ni siquiera hay que echar demasiado la vista atrás, pues basta con menos de una década para señalar obras tan fantásticas como 'Just Charlie', 'Pin Cushion', 'County Lines' o 'Wildfire'. A esta excelente lista de películas se une de manera indudable la 'Ali & Ava' de Clio Bernard.

Esta maravillosa película es un espejo donde se reflejan las dos caras de (des)enamorarse con dos protagonistas arrebatadores. Adeel Akhtar encarna a ese personaje masculino incontenible, rebosante de desparpajo, humor y melancolía. Un regalazo para corazones sensibles y alegres, y un ejemplo para hombres que temen mostrar su sentido del ridículo por miedo a romper su masculinidad. Claire Rushbrook, el corazón femenino de la película, personifica la inseguridad y el temor, pero también el coraje y la valentía de lograr salir de su pasado, todo con una voluntad frágil y ciertamente inocente, pero con tesón y arrojo.

Cuánta verdad hay en su relato, en el miedo a bajar el muro que levantas cuando te hacen daño, en dejar ir un trauma del que no quieres olvidarte, en fracturar la normatividad social, etcétera. Un título fundamental para comprender por qué la música cataliza emociones y para corresponder almas que han perdido la fe en el amor y que se han declarado agnósticos sobre la religión de conocer a personas nuevas que les remuevan por dentro. La mejor iglesia para este tipo de casos siempre será el cine británico. No hay parroquia más acogedora que esa.

Por Jesús Sánchez Aguilar
@JesAg_