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'42 segundos' - La inercia del campeón

Vía El Séptimo Arte por 02 de septiembre de 2022
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Cortita y al pie. '42 segundos' es un basado en hechos reales con acento español que va al grano. Una película sencilla, práctica y sobre todo directa. No puedo decir que me haya sorprendido, pero tampoco que me haya decepcionado. O que no sea más o menos lo esperado en su versión más escueta, y a su vez, compacta. Lo que cuenta queda contado, y a grandes rasgos su historia nos queda clara. Aquí paz, y cuatro años después gloria.

La película es entretenida, pero eso sí, carece de épica. No hay garra. No hay apenas nada de eso que los norteamericanos saben hacer tan bien, siendo que no por casualidad están mucho más acostumbrados que nosotros a revisar su historia con honor y orgullo (en lugar de revanchismo o vergüenza). También es verdad que no tenemos los medios que ellos tienen como para hacer que levantar un botijo parezca levantar la Copa del Mundo.

Es injusto, pero no por ello menos cierto: a su desarrollo esquemático y excesiva racanería dramática le acompaña una evidente falta de medios. '42 segundos' hace lo que buenamente puede, pero, al igual que ocurre en películas como 'The Pelayos' respecto a 'Ocean's Eleven' y similares, sus limitaciones son, por contraste, más que evidentes. Cualquier telefilme norteamericano de este estilo cuenta con más medios para entrar a tu corazón a través de la vista.

Es injusto. Lo sé, pero no por ello menos cierto. La película es incapaz de sumergirnos en aquella Barcelona de 1992, no digamos ya hacernos vibrar con una final que es evidente que han jugado a puerta cerrada y con la cámara enfocando hacia abajo. Tres o cuatro planos no son suficientes para trasladarnos a un momento en el que los jugadores, al igual que el espectador, necesita sentir el aliento de los suyos apoyando desde esa grada invisible.

Por otro parte, al hacernos de menos tampoco se subraya la historia. Se cuenta, por encima y de manera dinámica, pero de manera fría y distante. Esto hace de ella una película simple, cumplidora pero con escasos detalles que sumen y apenas definición alguna, dando la sensación de ser una versión ahuecada de un relato mucho mayor. No hay emoción o tensión, siendo la inercia lo que solventa una papeleta resuelta con demasiada cortesía y corrección.

Como si esta fuera una gesta tan de andar por casa que nos diera igual.


Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

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