'Zipi y Zape y la Isla del Capitán' - Apenas
Cuando en 2012 se anunció la que finalmente conocimos como 'Zipi y Zape y el Club de la Canica', la mayoría de nosotros mostramos un considerable recelo. Tanto por la película de 1982 como por lo reciente que estaba en aquel entonces la debacle de 'Capitán Trueno y el Santo Grial'. Esta cinta, junto a otros adorables despropósitos como el de 'Santos', evidencia que el cine español, por lo general, se ha mostrado desacertado a la hora de conjugar el tebeo -que es lo nuestro- con la imagen real. Y es que Javier Fesser sólo hay uno -como ratifico Miguel Bardem con ese otro adorable despropósito llamado 'Mortadelo y Filemón. Misión: salvar la Tierra'-...
... quizá precisamente, con el ejemplo del mencionado Bardem por bandera, Oskar Santos decidió tomar el camino de en medio, el mismo que luego tomo Javier Ruiz Caldera con su 'Anacleto, agente secreto' (y que presumiblemente también tomará con 'Superlópez'): en vez de plasmar el mundo del tebeo en la gran pantalla -como hizo Fesser con 'La gran aventura de Mortadelo y Filemón'-, decidió exportar el mundo del tebeo al mundo real para posteriormente filmarlo. Algo así, o algo que se le parezca, eliminando de paso los elementos más susceptibles de la vergüenza.
El resultado, como vimos en 2013 (y más allá de los clásicos prejuicios para con lo nuestro), no funcionaba para nada mal como entretenido relato de aventuras de corte familiar, si bien es cierto que se echaba en falta más elementos que hicieran de ella la adaptación de la obra de José Escobar que en realidad, como tal propiamente dicho, nunca fue. Como tampoco lo seguiría siendo esta continuación a pesar de que, por ejemplo, en esta ocasión si se ha contado con Don Pantuflo y Doña Jaimita como parte de la acción (sin caer -apenas- en el ridículo).
En el lado positivo, su intento por no repetirse apostando por 'La isla del tesoro' como referente en lugar de por 'Los Goonies'; en el lado negativo, las limitaciones de una cinematografía como la española unido, tal vez, a las limitaciones de serie que trae consigo esta misma circunstancia. 'Zipi y Zape y la Isla del Capitán' intenta dotar de nueva vida a lo mostrado en la primera entrega sin demasiada suerte, quedando reducida a ser, por "accidente", una especie de eco que pierde prácticamente en todo con su predecesora, sea en el recuerdo o en la realidad.
Una cinta en apariencia más ambiciosa pero que carece de la armonía y fluidez de la primera, bastante más deslavazada e irregular, combinando además aciertos e ideas que no remata con errores tan evidentes que debilitan, por si fuera poco, a un filme de por sí demasiado condicionado por su teórica dependencia del público más menudo. Un enorme lastre a su vez lastrado -valga la redundancia- al no haber nada en ella, siquiera Elena Anaya, que brille lo suficiente como para suponer una sorpresa fuera del patrón pre-establecido.
A diferencia de la primera, 'Zipi y Zape y la Isla del Capitán' es un filme desequilibrado. Incapaz de encontrar una referencia sobre la que bascular, avanza a trompicones y de manera forzada sin permitir que el espectador se sienta a gusto con lo que, más que una película, parece un obstinado intento por complicarse la vida. O lo que sería lo mismo, parece una secuela "como esas de Hollywood" que tan mala fama están cogiendo últimamente. Igualico. Porque esto y aquello en realidad no es una cuestión de dinero. O bueno, puede que tal vez sí lo sea.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Soy "tan duro" con una secuela por la misma razón que fui "tan benevolente" en su momento con su primera entrega.
Para ver en familia. Nota: 6.