'La leyenda de Tarzán' - Los otros
Las primeras impresiones o las ideas preconcebidas heredadas de "lo que se dice por ahí", ya sea desde la lejanía, el desconocimiento o un amigo nos pueden jugar una mala pasada. O al contrario, nos pueden situar en un punto idóneo desde el que categorizar como sorpresa y/o decepción lo que, en una situación normal, presuntamente, no tendría por qué ser ninguna de las dos cosas. En realidad no somos nosotros mismos y nuestra circunstancia, también habría que incluir en dicha ecuación la influencia voluntaria o involuntaria, directa o indirecta, que pueden ejercer "los otros" sobre nosotros.
No puedo evitarlo, es pensar en 'La leyenda de Tarzán' y automáticamente me viene a la cabeza la última versión Disney en imagen real de un cuento clásico, 'El libro de la selva' creo que fue (por poner un ejemplo como otro cualquiera). Como también la inercia de mis pensamientos me conducen (no por casualidad, advierto) hasta el 'Hook (El capitán Garfio)' de Steven Spielberg, primero, y posteriormente al 'Pan: Viaje a Nunca Jamás' de Joe Wright, dos obras creo incomprendidas para la mayoría que tienen la capacidad de revivir mi "sed de aventuras" por la que le preguntaba Tintín a su buen amigo el Capitán Haddock. Aquella en dónde lo cortés no quita lo valiente, y el recuerdo sirve para dar un paso al frente, no hacia atrás.
'La leyenda de Tarzán' es otra superproducción que vendría a jugar en la misma liga que el mencionado filme de Joe Wright. Buenas noticias para unos, malas para otros. No obstante sus similitudes y logros -para quién quiera verlos como tales- no lo son tanto como el espíritu que las une, una desde la excentricidad, la que nos ocupa por contra desde la mesura y un ajustado equilibrio, permitiendo que sus carencias sirvan a un propósito en el que brillan (y vibran) sus aciertos. Al igual que en la mencionada o en el último 'Mad Max' de George Miller, lo que predomina hasta en sus defectos es que bajo el aura de un blockbuster veraniego brilla la incertidumbre de un realizador dispuesto a sobreponerse a la concesión mercantil en cualquier momento.
Ni tanto... ni tan poco. Hasta ahora a la sombra de Harry Potter, David Yates demuestra una cierta intención por dejarse notar, y con ello, dotar de caché a "una humilde película de aventuras de aires clásicos", tan simple (y así de simple de hecho es) como eso, pero que no por ello se mantiene agazapada dentro de la zona de confort de los ciento y pico millones de presupuesto. A diferencia de, dejen que lo miren... ah, si, el Jon Favreau oculto tras 'El libro de la selva', en dónde los cánones admisibles eran tan conservadores que apenas unos tres o cuatro meses después el recuerdo de la de Wolfgang Reitherman prácticamente la ha enterrado. La intención, cuando logra que los resultados no se avergüencen de la misma, cuenta. O debería. Y mucho.'La leyenda de Tarzán' no es ni mucho menos una película perfecta, y como todas las películas que muestran un cierto orgullo alejado de la perfección, es posible que podamos sacar de ella tantos defectos como méritos, incluso entrelazando los unos con los otros. Como esa abundancia de efectos CGI en su mayoría excelentes, más no siempre tan convincentes. Pero ahí está su orgullo, dentro de la plena consciencia de servir a una causa, por ejercer como aquel "Garfío" de Steven Spielberg que le ha permitido, con los años, sobreponerse en el recuerdo a filmes tal vez mejores pero también más condescendientes, olvidados por el aburrimiento que a la larga supone una melodía que no asoma más allá de un compás estipulado.
Lo bueno de 'La leyenda de Tarzán', por llamarlo de alguna manera, es su tranquilidad a la hora de desmontar las expectativas del espectador. Pronto, digamos, queda claro que la ambición es aparentemente reducida, y pronto es cuando el espectador baja la guardia. A partir de ahí, ajustando a lo simple pero también a lo directo, apenas unos sorprendentes 105 minutos de nervio que no le pierden la cara a ninguno de sus elementos para explotarlos con el pragmatismo y parsimonia del cine clásico (digitalizado). Una especie de puente entre el pasado y el futuro, entre la aventura y los efectos digitales, y que al igual que su protagonista consigue sacar provecho de no pertenecer a un único hogar que lo libera de según que pesadas cargas.
Y se agradece.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
horrorosa, un p.q.c (*)cada 5 minutos, no puede con un gorila y se enfrenta solo a una tribu entera de ciclados de gimnasio, que pena de dinero, hasta Waltz y Jackson estan de pena
2/10
p.q.c.= pero que cojones?
"El libro de la selva" le da cien mil vueltas.
La doy un 4
Demasiado monótona. Nota: 6.