'Vulcania' - Esperando a Godot
Es fácil suponer que al guionista y director José Skaf le gusta el cine de M. Night Shaylaman. Y quién dice suponer dice más bien dar por sentado, pues su ópera prima recuerda claramente y sin zarandajas a por ejemplo 'El bosque', por mencionar alguna, así, a voleo y sin ninguna intención particular en segundo plano... Y también es fácil suponer lo complicado que puede ser rodar una historia así con tan poco papel de regalo para envolver. Y quién dice suponer, de nuevo, dice más bien dar por sentado. Claro que no sólo de intenciones se vive por muy buenas que puedan ser, del mismo modo que no sólo se puede vivir de un envoltorio por muy bonito que, igualmente, pueda llegar a ser.
'Vulcania' prácticamente se queda ahí, en las (buenas) intenciones y sin que la evidente limitación de recursos puedan servir en verdad de excusa para nada. No es tanto la evidente imposibilidad de competir con los caprichos de cinematografías como la norteamericana, como la frustración de no ser rival allí dónde si se puede competir prácticamente con cualquiera, en el guión o el desarrollo de la historia. 'Vulcania' es loable en su apuesta, incluso en su espíritu, pero sus intenciones y/o esfuerzos no encuentran el debido acomodo en una narrativa que, desprovista del espectáculo como alternativa, se ve impotente para dar vida a un mundo hueco y plano. Y deshumanizado.
Todo ello por culpa, principalmente, de un guión que descubre demasiado pronto sus cartas para luego no saber a qué jugar con ellas. Y es que si la película no va más allá de su loable voluntad fantástica de andar por casa, su historia tampoco va más allá del concepto que da forma a un guión por demás anclado en lo rutinario. Todo ello, unido a la mera corrección de sus restantes ingredientes, ofrece un conjunto un tanto desangelado al que le falta ritmo, empaque, profundidad y algún giro que pille desprevenido a un espectador que al final acaba aburrido, cansado y frustrado por estar todo el rato esperando a que pase lo que nunca llega a pasar: que la cinta espabile.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Los poderes mágicos del protagonista no aportan absolutamente nada ni son necesarios para la historia... de hecho, son tan prescindibles y su inclusión tan gratuita que creo que hasta molestan. Además, la película es tan lenta y le cuesta tanto arrancar que da la sensación de que no pasa nada en la mayor parte del metraje... y eso que estamos ante una cinta que ya es corta de por sí (1 hora y 20 minutos si le quitamos los créditos). Vamos, que a un ritmo normal la historia se podría haber despachado en media hora.
Le doy un 5,5.