'Una noche para sobrevivir': Neeson, ¿el pesao?
¿Conocen al Cansino Histórico, el "ministérico" personaje de José Mota? La gracia de este tipo de sketches suele estar en repetir la misma formula con pequeñas variaciones. Y al principio suelen hacer gracia, pero al final a poco que no se tire de ingenio acaba cansando, lo que no quita para que siga sirviendo tanto para un roto como para un descosido. Básicamente, lo mismo que con Liam Neeson de un tiempo a esta parte. "¿Pero esa no se había estrenado ya?" pregunta mi compañero cuando le digo que voy a ver una de Neeson. Elocuencia al poder. Porque, al margen de la presencia de Liam Neeson, ¿hay algo más en 'Una noche para sobrevivir?
ANTES
Tercera película que dirige el español -afincado en Estados Unidos- Jaume Collet-Serra con Liam Neeson de protagonista. La primera fue 'Sin identidad', cuando aún no estábamos seguros en qué se estaba convirtiendo Neeson, y la segunda, 'Non-Stop (Sin escalas)', presentaba un argumento que, clímax al margen, prometía ser distraído con o sin Neeson a bordo. Porque si bien Collet-Serra no es un director brillante, si ha demostrado ser bastante resuelto a la hora de entretener. Básicamente, lo que se le pide; básicamente, a lo que aspira. Sin embargo lo que encontramos en 'Una noche para sobrevivir', a priori, es algo tan vulgar como su título. Sotopocientas películas después Neeson ya no nos pilla por sorpresa, en lo que aparentemente parece el típico thriller de acción que de haber estado protagonizado por Bruce Willis iría directo a vídeo.
DESPUÉS
'Una noche para sobrevivir' sorprende... ligeramente. Lo suficiente al menos como para estar fuera del alcance del Bruce Willis de ahora y la presencia de Ed Harris tenga sentido. Porque hay en 'Una noche para sobrevivir' una incipiente película que trata de golpear el armazón bajo el que la han escondido, el de una producción comercial producida, primeramente, para entretener. ¿Y lo consigue? Sí pero no: la relación entre Neeson y Harris es interesante, pero la película ha caído en manos de alguien como Collet-Serra y no en las de un neoyorquino como James Gray quién, posiblemente, hubiera hecho de Nueva York un personaje más interesante/aburrido. Y a su vez sus productores, cayendo en el mismo error que los de 'Mortdecai', han contratado a una estrella que ya sea voluntaria o involuntariamente ha condicionado sobremanera un resultado tan válido como irregular e insatisfactorio.
RESUMEN
'Una noche para sobrevivir' sería un intento por hacer un thriller de entretenimiento serio. Y algo de ambas cosas hay: por un lado tenemos un relato de suspense -antes que de acción-, por el otro sendos dramas que enfrentan a un hijo y a su padre, y a este con su mejor amigo. Es una mezcla que sin embargo no acaba de funcionar en ninguna de las dos vertientes más allá de escenas concretas cuyos aciertos no trascienden de las mismas: nunca llega ni a desmadrarse con la acción ni tampoco a desatarse emocionalmente, creando un híbrido distraído pero nunca concluyente carente, además, de estilo propio. Esto es, pretende ser dos cosas a la vez sin ser ninguna de ellas, en un punto intermedio impersonal en el que su visionado se entremezcla con los recuerdos de otros relatos neoyorquinos hasta perderse en la indiferencia, la de un relato aceptable pero que no aporta nada relevante.
LO MEJOR
Más que el personaje de Ed Harris, la relación que le une al de Liam Neeson. Es la única relación de la película que rezuma auténtico nervio, que trasciende del mero recurso de guión que es Vincent D'Onofrio -pasaba por ahí- o Joel Kinnaman, el hijo esquivo que -alerta spoilers- acabará aceptando a un padre que no es tan malo como creía, giro de guión evidente de un relato de suspense cuyas posibles aristas acaban sumiéndose en lo convencional de una producción de estudio...
LO PEOR
... como ejemplariza el personaje de Common, del todo innecesario y que protagoniza los pasajes más anodinos e irrelevantes de la función. El guión de Brad Ingelsby presenta un poso similar al que podíamos encontrar en el que Josh Olson escribió para 'Una historia de violencia', pero su responsabilidad comercial y la falta de voluntad se encargan de minimizar el contenido virtualmente turbador de un relato que, finalmente, acaba desapareciendo en la noche sin que nadie la vaya a echar de menos... pero que tampoco, ojo, tiene por qué estar de más.
Nota: 6,0
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Y dentro de lo que cabe esta es más un thriller que una de acción, y que como en la de 'Caminando entre las tumbas' hace un papel ligeramente distinto. Ligeramente, porque no dejas de estar viendo a Neeson y una pistola.
Con la diferencia de que Statham es un actor de cine de acción que no pretende hacer otra cosa y quizá tampoco esté capacitado para ello, mientras que Neeson sí tiene talento para ganarse la vida con mejores papeles, de cualquier forma empiezo a estar un poco cansado de ambos.
Una frase, tres tiempos y ¡qué empiece el juego!..., "Donde quiera que vayamos al cruzar la línea, iremos juntos, tu y yo", primera persona del plural de futuro simple de indicativo, presentación del contexto, personajes y relación que les une, hermandad entrañable de quien comparte batallas, penurias y remordimientos; "Donde quiera que vayamos al cruzar esa línea, ¿iremos juntos tu y yo, no?", misma categoría gramatical en interrogativo, cuerpo de la historia donde todavía se está debatiendo hacia qué lado discurrirá la pelota, si habrá lanzamiento o si todavía se está a tiempo de detener la partida; "Entonces haremos lo que siempre has dicho, cruzaremos la línea juntos, ahora", futuro al que se le añade adverbio de tiempo que le otorga tono de presente inmediato, sentencia resolutiva que marca destino defintivo sin posibilidad de marcha atrás, todo ello decorado bajo un lema paterno "Hazme caso una noche" de orden y súplica de quien ha perdido su patriarcal asiento, preparamos la mesa, se dispone el tapete y a lanzar los dados pues el resto es un simple rellenar con acción rápida e incesante, miradas penetrantes de furia y rabia contenida, intercalada con diálogos breves pero profundos de añoranza de tiempos mejores, de amistad eterna y de venganza que ya no conoce hermano amigo ni enemigo conocido, más la típica persecución con tiros, velocidad y golpes oportunos, todo previsto-todo esperado-todo a su hora y tiempo señalado, un clásico en manos de dos veteranos, Liam Neeson, muy currado en dicho papel, experto que cumple y se sigue manejando a sus anchas a pesar de los años y la edad/Ed Harris, menos afortunado pues siempre le ha ido más ser el bueno, el decente, el que ayuda y cumple con la ley, un mano a mano no muy espléndido que se salva por el carisma del primero, la buena sintonía de la partida y el deseado gato-atrapa-ratón pero ¡respeto! pues ambos son profesionales de caza mayor, lobos asesinos de crueldad manifiesta en el pasado y honor puesto a prueba en esta carrera de supervivencia.
Sabes quién va a morir, sabes quién va a sobrevivir, sabes quién matará a quién y, más o menos, sabes cuando lo hará, pocas sorpresas/ningún misterio en un argumento que evoca los mismos aires que su padre espiritual, un espléndido "Camino a la perdición" pero cuyo héroe vive de la fuerza y energía de "Sin escala", "Sin identidad", de colaboración fructífera para el dueto director-protagonista, más una "Venganza" que, aunque cambia el capitán, se mantiene en el mismo rol, rápidez de cámara, cambios de escenario, angustia, temor y lo que sea necesario para la salvación y protección de la familia y, sicario de complemento para hacer más formal la ejecución.
Nada nuevo/cada pieza en su sitio y ningún invitado inesperado, retrotraída tradición de momentos felices ya vividos con hermanas de género y guión que, en el señalado trabajo, cumple con su estela a pies juntillas, más el perpetuo goce de este apreciado actor irlandés que, aunque no ofrezca novedad, siempre es un placer verle desfilar, innegable y querida estrella que luce en noche oscura o clara, de luna llena o nueva.
Noche de tensión moderada y entretenimiento comedido, donde no existe desvelo ni enorme fascinación ya que conoces por anticipado los pasos y el camino pero, a quien otorgamos validez general por el esfuerzo y relación bonita de tiempo compartido delante de la pantalla..., así que, seamos condescendientes y esquivemos, temporalmente, a nuestra inoportuna memoria que estropea, con su fácil y agudo recuerdo de parientes previos, el transcurrir de una velada en la cual todo está servido, visto y ya comido, con mismos o diferentes comensales.
Cita nocturna a la cual no acuden ni la audacia, ni la astucia ni la inteligencia ni la perspicacia de salirse de la norma, ya no de su zapato, sino de cualquier calzado, la sinceridad impecable admite su nivel medio, justo para pasatiempo ligero, temporal y mesurado, un "Cualquier tiempo pasado fue mejor" donde existe cierta evocación nostálgica por lo que se ha perdido, por lo que ya no se puede disfrutar pero ¡qué más da!, les perdonamos, ¡que nos caen bien y le ponen empeño!
lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
Neeson, el próximo mercenario. Nota: 6.