Hoy día es difícil hacer un remake que haga olvidar al trabajo original.
'The karate Kid' no es la excepción que confirma la regla, pero como bien se lee en muchos sitios, supera con muchas creces la retahíla de secuelas hechas anteriormente. Lo que sorprende de
'The karate Kid' es que detrás de cada golpe y patada conecte un mensaje moral, secundado de escenas que por qué no decirlo, hasta emocionan. En líneas generales, la balanza no cae del lado de las peleas, que por los tiempos que corren y las técnicas que existen a ordenador, esto podría haber sido una especie de 'Step Up' pero de artes marciales cargado de movimientos en
slow motion y cómo no, el factor 3D, tan recurrente y "necesario" hoy día. Aún así, su misiva de entretener también la cumple.
Así que os preguntaréis... ¿dónde está el truco? Pues uno de los trucos está en que directamente no hay quién se la crea a pesar de tanta moralidad, y es que lo que ocurre encima del tatami es objeto de estudio de Iker Jiménez. Un gran pero que la arrastra al aprobado ramplón y un Jaden Smith que a punto le ha costado el suspenso.Como ya digo, otro gran lastre de este remake, y que me pide el cuerpo que debo comentar de inmediato, ha sido contar con Jaden Smith (el hijito de Will Smith) como protagonista del filme. Da la sensación de que tito Will ha entrado en la sede de Columbia Pictures con un cinturón bomba amenazando con detonarle si su amado vástago no copaba el protagonismo de la película. Ni sus dotes físicas, deportivas ni mucho menos artísticas convencen. Su cuerpo-escombro y la clara ausencia de tablas delante de una cámara restan mucha credibilidad al conjunto. No pongo en duda que en unos años seguirá los pasos de su padre, saboreando las mieles del éxito gracias a mil y un blockbusters, pero a día de hoy esta clase de papeles no le hacen ningún favor. De todos modos, cualquiera con el menor ápice de vista comercial sabe que si han elegido a este renacuajo es porque se avecina una secuela o ya directamente otra nueva saga si la taquilla lo quiere.
De lo poco que hay que memorar de Jaden Smith es la estupenda conexión que mantiene con Jackie Chan, quien hace las veces del mítico maestro Miyagi. Se hace raro no ver a Jackie Chan sin repartir galletas a costa de todo mobiliario que pille, aunque más raro es aún que mantenga un semblante más o menos serio desde el principio hasta el final. No infunde tanto respeto como Miyagi y se permite la licencia de cambiar la cera de pulir por una chaqueta de algodón pero si no es por él la cinta naufraga.
Harald Zwart, experto en comedias familiares como atestigua su filmografía, nos ofrece un remake que gira como era de esperar en la rueda de la actualidad, enterrando así todo encanto de la original. El entretenimiento es pagado con la moneda más cara, ya que sólo la premisa más básica se salva. Los fans más acérrimos a la del 84 pisarán terreno desconocido envueltos en una espiral de desatinos gracias a escenas vergonzosas e inverosímiles, todas ellas con nombre y apellido: Jaden Smith. Se salva de la quema por la estupenda banda sonora instrumental y porque aunque he difamado en exceso sobre ella, denota que se ha hecho con cariño y para toda la familia.
NOTA:
5.25/10
por Eduardo Obregón Castanedo
La peli, bufff, al menos es mejor que la original y no hay que aguantar al pusilánime de Ralph Macchio (o como se escriba)
La película en general está bien, aunque tenga sus momentos algo ridículos. Supongo que es fácil criticar este tipo de pelis (por lo de ser un remake y demás), pero vamos, a mí me ha gustado, y en algún momento hasta me he medio emocionado :vergüenza
Lo más lamentable ha sido el doblaje de los chinos donde se ponga la voz del señor Miyagi
Por cierto, buenísimo cuando...
Spoiler
Mata la mosca con el matamoscas. Lo que me he reído
Nota: 7.
En cualquier caso me es indiferente, ni soy un purista ni contrario a los remakes, ni la historia de 'The Karate Kid' es necesariamente una historia tan original como para creer que sea única. Y en ese sentido este pseudo remake funciona como lo podría hacer sin necesidad de ser un remake, y supongo -tirando de memoria- que funciona como funcionaba el original: por estar bien contada y tener un reparto que cae simpático.
Y así es, sin ser una gran película sí está bien construida, fundamentada y resuelta. Un pasatiempo solvente que se deja ver en todo momento sin sorprender pero tampoco molestar. Tampoco le pedía más y me ha cumplido a la perfección. Así que cuanto menos, un 6.0.