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'Todo sobre mi desmadre': Excelente parodia al mundo del pop

Vía El Séptimo Arte por 27 de agosto de 2010

Los mismos universos donde diferentes personajes de diferentes tramas interactúan no es exclusivo de los comics. Y para comprobarlo está Nicholas Stoller, quien dirigió anteriormente la comedia 'Paso de ti' cuya historia se centra en los encuentros y desencuentros amorosos de la Sarah Marshall interpretada por Kristen Bell. Haciendo un poco de memoria, uno de los personajes que brilló en dicha entrega fue Aldous Snow, rockero encargado de poner ese toque cómico británico que necesitaba la historia para desenvolverse. No es de extrañar que esta nueva producción se centre en este curioso personaje.

Si algo ha caracterizado a este director es esa mirada a la vida de la gente del espectáculo de una manera irónica y satírica, donde se nos presentan llenos de todos los clichés y estereotipos que tenemos de ellos. Superficiales, cínicos, autodestructivos, faltos de autocrítica y sobre todo malcriados, cada uno de estos seres de la pantalla son mostrados interactuando en su vida personal para entregar una crítica, que si bien no del todo consumada, si entrega un poco más de lo que cualquier comedia adolescente puede ofrecer. Por lo mismo, la actuación de Russell Brand reinterpretando al rockero que robó el corazón de Sarah Marshall se antoja muy interesante.

La mirada ahora es al mundo de las productoras y del "mind fucking" (halagos injustificados), es decir todos los tratos especiales que se deben tener hacia las "estrellas" para que se asegure que hagan su trabajo y entreguen esa ganancia que es de lo que se trata esto al fin y al cabo. Jonah Hill ('Hazme reír' - 2009) interpreta al empleado/admirador que debe traer al rockero con el corazón roto, alma solitaria y cuerpo drogadicto desde Londres hasta Los Ángeles, pero claro, sin que el rockero sienta que es presionado de alguna manera. Esto se presta a abusos de Brand sobre Hill que resultan convincentes y nos arrancan la risa sin remedio en más de una ocasión; el humor es tan inmediato y simple que es imposible no sonreír ante ese espectáculo. Se suma a ellos una parodia al productor Sean 'P. Diddy' Combs actuada por él mismo que sobresale por ella sola por mostrar de una manera tan cruda "como se maneja el negocio".

A pesar de ello, el producto no deja de ser una comedia adolescente, por lo que los chistes escatológicos y de mal gusto son imperativos. Sin embargo se agradece el hecho de que no abusen de ellos. Otro punto digno de mencionarse es que Hill se desprende de chistes hacia su gordura o fracaso social, dándole un giro especial a su ya conocido personaje bonachón (que no suelta), refrescándolo sin lugar a dudas.

Una lástima que no sea pareja y que durante largos lapsos nos sintamos tan perdidos como Hill; perdiendo muy pronto la cohesión entre las escenas. A pesar de ello el dúo la rescata y no se puede decir que sea un desperdicio total de tiempo, ya que podemos distraernos con los detalles como las letras de las canciones interpretadas por Brand o la impresionante ambientación con estrellas reales como Cristina Aguilera, Pink o Mario López.

Por Jálex

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