'Tarzán': Oooooooh
Se han hecho tantas y tantas versiones distintas de la obra de Edgar Rice Burroughs que es imposible reparar en todas, como es imposible que todas merezcan que reparemos en ellas. Esta enésima versión animada mediante gráficos por ordenador viene a ser una más, una versión que como otras tantas será olvidada entre el recuerdo de otras tantas, en especial bajo la también versión animada (con algo de CGI) que en los años 90 hizo Disney, referente indudable que, por nombre y glamour, se adueña por costumbre de cualquier historia arropada con su logo, por más que en el recuerdo de los más viejos del lugar sigan perdurando los ecos del "Oooooooh" de Johnny Weissmuller.
Es curioso como el público, en general y de inicio, suele ser malo con los "remakes" mientras que suele ser bueno con las "versiones", en ocasiones de clásicos que ya vengan firmados por Edgar Rice Burroughs o por el negro de William Shakespeare han sido llevados al menos un millar de veces (+1) a la pantalla (grande o chica). Al menos esa es la percepción que existe, amparándose habitualmente en la inmortalidad de la historia. Es el caso de Tarzán, una de tantas obras que parece que cada x meses han de ser revisadas no se sabe muy bien por qué, si rara es la ocasión que se aporta algo realmente de valor a un historial repleto ya de menciones cual twittero a la caza desesperada de un retweet... como es el caso.
Pero claro, es lo que se tiene cuando se recurre a actores tan limitados como Christopher Lambert, Casper Van Dien o Kellan Lutz, alumnos incluidos en el cuadro de honor de la escuela de interpretación de Derek Zoolander. A Lutz no le vemos en esta última aunque la versión digital del protagonista luzca sus músculos y sus movimientos, lo que no quita para que la falta de expresividad de su personaje (y de todos los humanos, no así de los animales) sea digna de su registro interpretativo. Y es que ya sólo su protagonismo nos sugiere que esta nueva versión de Tarzán es morralla, sirva de ejemplo que habiendo captura de movimiento por en medio no han llamado a Andy Serkis...
Y es que este 'Tarzán' es el típico proyecto que, parece, uno hace cuando no tiene nada que hacer, una forma de tapar un hueco del calendario, mantener a alguien ocupado o justificar un lugar en el mundo. Un proyecto perezoso que recurre a una licencia ya conocida, mucho más fácil de vender que lo que pueda surgir de estrujarse el cerebro en busca de una idea original. No problema de no ser porque, más que relleno cinematográfico, parece que estemos ante un relleno televisivo a emitir por Clan TV a media mañana un sábado, en una producción torpemente construida y desarrollada, se diría, de forma un tanto apresurada y precipitada. O más bien, atropellada.
El tipo de película que uno hace por encargo y sin pasión, sin entusiasmo, sin alegría. Y el resultado aunque vagamente distraído y técnicamente bastante potable (más aún en pantalla grande), se antoja totalmente hueco y vacío, y sobre todo ramplón. En parte, por un pésimo montaje centrado en meter prisa hacia adelante; y en parte, porque sus posibilidades se auto-censuran sobre la marcha para, en un intento desesperado, dejar que los niños se acerquen y hacer sombra a la versión para todos los públicos que todos tienen en la cabeza. Y de ahí que el resultado parezca una chapucera revisitación de un videojuego de la Play Station 3 cuya jugabilidad sin embargo se ha quedado en los tiempos de la Atari.
Nota: 3,5
Por Juan Pairet Iglesias
tienes el poder de matar un film con antelación a mucho, me hubiera encantado matar crepusculo por ejemplo de primera mano XD
Lo veo como lo que es, otra cosa es que con el tiempo y una vez acostumbrado se suela reparar principalmente en lo negativo. Pero vamos, que si alguien se queja es mi chica que es la principal perjudica que se ha medio quedado sin novio con el que ir al cine.
No convence. Nota: 4.