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'Superpoli de centro comercial': El tiempo invertido está justificado

Vía El Séptimo Arte por 26 de marzo de 2009

Steve Carr no es el mejor sinónimo de una comedia de situaciones exitosa. Su obra se ha centrado en llevar a actores como Martin Lawrence (Rebound) o Eddie Murphy (Daddy Day Care) en películas por demás intrascendentes con un humor blanco cargado de lugares comunes. Por lo tanto no nos toma por sorpresa su nueva incursión en el celuloide.

Paul Blart (Kevin James) es el estereotipo del gordito buena onda que es todo corazón, con mala suerte en el amor pero sobre todo una bondad e inocencia a prueba de las múltiples burlas de las que es objeto. Es así como pasa su vida cuando el centro comercial del que es guardia es tomado por asalto y él deberá poner a prueba su nulo entrenamiento para salvar a los rehenes. No se puede tener un guión más visto, por lo que sólo podemos apostar por el humor de Kevin James (I Pronounce You Chuck And Larry) para evitar que este barco se hunda.

Lo malo es que parece que Kevin James ya es una parodia de si mismo. Todo se centra en explotar su sobrepeso y sus múltiples caídas. La trama supone que ver a un tipo inocente ser golpeado por señoras y como el objeto de las burlas de todos los que lo rodean es muy gracioso. No lo es. El filme sufre muchísimo durante casi toda la primera hora (de los 90 minutos efectivos) por hacernos reír con una edición por demás paupérrima que sólo hace aún más evidente que toda la apuesta está en el comediante.

A pesar de todo esto, Kevin James lo logra. Es impresionante como hay un cambio total en el ambiente de la sala y en el ritmo de la película que nos entrega secuencias muy entretenidas sobre todo en su última media hora, dónde por fin Kevin James deja los chistes por demás vistos y se pone a trabajar. Es una lástima que ya no le alcanza el tiempo para seguir con sus interpretaciones, lo que nos hace preguntarnos porqué no lo hizo desde un principio.

Es una pena que se hayan desperdiciado las tantas oportunidades que ofrece un centro comercial y su vida interna para darle preferencia a rutinas por demás gastadas y chistes extremadamente previsibles. De igual manera es aún más doloroso que James se vaya por el camino fácil y se encasille en ese personaje que lo hizo famoso en "King of Queens".

"Paul Blart: Mall Cop" ofrece buenas secuencias que, con buena voluntad, justificarán todo el tiempo invertido.

(+ Críticas...)
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