Si algo muestra este tipo de películas basadas en la realeza de los siglos XVIII y XIX es que, por un lado, eran muy dados a los juegos y a disfrutar de la vida de palacio y, por otro, que tanta libertad que se supone que tenían, no la disfrutaban en la intimidad. El adulterio, los celos y las infidelidades que, era evidente que nadie debía saber, eran el chismorreo de todo el pueblo, pero con eso debían de vivir.
“La Duquesa”, del director Saul Dibb, es una película de época que, ya solo por el vestuario, es digna de ver. Cada escena es un traje nuevo y mejor que el anterior ayudado, también es verdad, por la hermosura que desprende Keira Knightley. Pero esto, junto con la ambientación de toda la película, te une directamente con ella creyéndote toda la historia que cuenta. Lógico que el Oscar al mejor vestuario lo haya recibido este film.
Además, se une también la música, que puede llegar a hartar un poquito si no te gusta lo clásico y que, en cada una de las comidas, esté sonando esa melodía típica de baile de palacio. La película está bien montada. Todo tiene un sentido y no desconectas en ningún momento de ella. El drama que vive ella, la Duquesa, lo interpreta muy bien Keira. De hecho, yo creo que su rostro en este papel dice muchas cosas. Se nota cuando es pícara y disfruta de las fiestas, por ejemplo, o cuando su expresión es un puro drama por la mentira que vive con su marido, el Duque (Ralph Fiennes).
En cuanto a Ralph Fiennes yo diría que es un poco de lo mismo. Los mismos gestos que hace en “El Lector” (estrenada en el mes de febrero), te los repite en esta película. No quedan mal, porque son suyos propios y sabe utilizarlos en el momento adecuado, pero es que le veía y parecía que le estaba viendo en la antes mencionada “El lector”.
Lo que hace que esta película también gane muchos puntos son lo diálogos. La película está basada en el libro de Amanda Foreman que retrata la vida de la joven Georgiana Spencer, Duquesa de Devonshire, con una vida cargada de amarguras, ya que era incapaz de dar un varón al Duque y, por lo tanto, sufría bastantes infidelidades por parte de éste; tuvo que renunciar al amor de su vida y vivir bajo el mismo techo que el Duque y la amante de éste. Pero a la vez, una mujer muy activa que luchaba a favor de la libertad. Cosa que la película no muestra muy efusivamente, sólo unas cuantas escenas, pero que se puede ver en bastantes comentarios e insinuaciones.
Éticamente es correcta. Es decir, no hay grandes manifestaciones de “yo tengo el poder y hago lo que me place con él”. Todas las decisiones que toma la Duquesa están bien explicadas y basadas en conceptos razonables que la convierten en una persona más humana y cercana.
Una película recomendable, por lo menos, para hacer un visionado de ella. Aunque no interese lo más mínimo la vida palaciega, sólo el vestuario y la insinuación a favor de la libertad en los diálogos, ya merecen la pena. Es verdad que puede jugar con eso para ganarse al público, pero también sirve para descubrir que el ser humano es igual en todos los sentidos, ya seas realeza o ciudadano de a pie. Los sentimientos siempre son los mismos.
por Krimhild
(+ Críticas...)
Tanto por la epoca... que pocas peliculas son buenas, como por Keira.
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