Se anuncia como el regreso de Dwayne Johnson a la acción pura y dura, en esa en la que se suponía debía brillar una vez Schwarzenegger dejó su cetro por la política y le deseó un "que te diviertas". Y lo cierto es que 'Sed de venganza' ofrece acción pura y dura, tal cual, porque prácticamente reduce todo su discurso narrativo a lo que vendría a ser la esencia de dicho concepto. Pero no como la conocen las nuevas generaciones apadrinadas por el siglo XXI, sino por la acción seca y directa de tiempos en los que nombrar a cineastas como Walter Hill eran palabras mayores.
'Sed de venganza' es un film que hace de la sencillez argumental su mejor baza. Crudo, sincero y primario, se trata de un estilizado thriller concebido a la vieja usanza donde dos más dos son cuatro es una verdad inmutable a la que no hace falta adornar, ni merece la pena disimular. Si es de sabios saber hacer sencillo lo complicado y de necios hacer lo sencillo complicado, podemos determinar que en buena medida es un film más bien inteligente, bastante más de lo que muchos malinterpretarán de su tono franco y directo ya que, tonterías al margen, simplemente se limita a contar una historia de género, tan simple como efectiva.Dwayne Johnson, ex alias The Rock, me cae bien desde los tiempos de 'Tesoro del Amazonas', aquella infravalorada joya que perfectamente podría encabezar un listado de las mejores películas de verano... no estrenadas en verano. Bien es cierto que desde entonces su carrera no ha sido todo lo interesante que se vaticinaba en aquel entonces, destacando en apenas dos personajes secundarios de marcado carácter cómico, los interpretados en 'Be Cool' y en la reciente 'Los otros dos', sin que el grueso de su filmografía vaya a merecer ser recordada (no me hagan hablar de esa soberana mierda pinchada en un palo que es 'Southland Tales'...). Pero es innegable que el ex luchador/actor siempre ha mantenido ante la cámara una presencia y un saber estar por más que las producciones en las que se ha dejado ver, como las tontas 'Rompedientes' o 'La montaña embrujada', no le han hecho justicia a su carisma. Con 'Sed de venganza' cambian las cosas, y aunque en esta de simpático más bien poco por fin volvemos a disfrutar de Johnson en un film a la altura de su hercúlea figura: un personaje frió, sin miedo y parco en palabras que, como se insinúa, parece surgido desde el propio infierno...
Centrada en el sempiterno leitmotiv amoral de la venganza, tema de fondo que cuenta en su haber con más películas que parados hay inscritos actualmente en el INEM, la trama entremezcla tres personajes con tres historias distintas que chocan entre sí: la del Conductor, la del Policía y la del Asesino. Así, sin nombres propios, ya desde el guión reduciendo el asunto al mínimo común denominador donde no encontramos mucho más de lo que hay: el Conductor busca venganza, el Policía redención y el Asesino la superación personal. Todo ello sazonado con una amplia, interesante y variada selección musical. El resto de integrantes del reparto simplemente pasaban por ahí, especialmente las mujeres que como en los tiempos de "El hombre sin nombre" están más de adorno que otra cosa. Tampoco encontraremos elaboradas secuencias de acción ni complejas vueltas de tuerca argumentales: apunta, dispara y mata. El concepto es tan simple como desmuestran sus fantásticos 10 primeros minutos de metraje donde en apenas unas pinceladas nos ha quedado todo perfectamente claro... ¿dónde está la salida? Simple, que no hueco, pero sí expuesto de forma concisa y directa haciendo gala de un pragmatismo narrativo evidente.
Por su parte la presencia tras las cámaras de George Tillman Jr., responsable de la muy interesante 'Hombres de honor' (gracias Edu), cuya tarea suma kilates al valor del producto al mismo tiempo que le resta unos pocos. Y es que el director insiste continuamente en dejarse notar tras las cámaras, en adornar y forzar cada encuadre como si fuera el último, en subrayar la puesta en escena. Si bien esto para nada es malo en sí mismo, pues dota al film de una personalidad que un director del montón hubiera reducido a lo que antaño sería carne de videoclub, no es menos cierto que a medida que avanza el metraje el propio film demanda una concreción más seca y diáfana, más pura, de tal manera que algún que otro exceso visual de más retiene en algún momento el devenir del film, empañando (mínimamente) la propia simpleza del mismo. Pero es el arma de doble filo que supone sentar en la silla a un director con talento y algo de personalidad, cuyo evidente entusiasmo visual despojado de artilugios digitales y con claro sabor al thriller de los 70, algo reforzado por la fotografía, ofrece una variante más que satisfactoria a un género que en pleno siglo XXI suele vivir en exceso de las rentas y el artificio.
'Sed de venganza' es una producción tan simple y sincera, con unas pretensiones tan claras y unos resultados tan acorde con ellas, que resulta de lo más simpática. Una sorpresilla para dejarse llevar que destaca entre otros 'actioners' por lo que podríamos llamar una especie de clasicismo sin complejos que dota de intensidad y tensión a una sencilla trama que se sabe tomar en serio en su justa medida, y cuyas escasas, breves y muy bien dosificadas escenas de acción van directas a la yugular. Lo dicho: dos más dos son cuatro. ¿Alguna pregunta?
Nota:
6.8
por Juan Pairet Iglesias