Año 2001: una película mexicana estaba arrasando con gran auge dentro de las carteleras no solo mexicanas sino de varias partes del mundo haciéndose de hartos reconocimientos. El filme fue una revelación, gran éxito, y bocanada de aire fresco; pero también fue un filme muy simple y prescindible, algo que pocos reconocen, pues no importaba, la película estaba bien hecha y los protagonistas eran los mexicanos Gael García Bernal y Diego Luna; así que no había que pedir más –al menos no en México-. Ah, y de entre la fuga de cerebros México-Hollywood que se gestó hace algunos ayeres, Alfonso Cuarón encontró boleto de regreso.
Con ello por delante, Y tu mamá también se convirtió en lo que tenía que convertirse, un marcado y sonado éxito que cimbraría la carrera de ambos actores juveniles junto a la española Maribel Verdú –de momento -.
Vaya pues que esta cinta al igual que los personajes que interpretaron los dejó marcados; y así como se esperaba el regreso a la pantalla de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet cual Titanic, lo mismo se esperaba para con García y Luna. Y para fortuna de muchos y desgracia de otros… vayan a creer que sí ocurrió
Y no fue de a gratis… Rudo y cursi (México/EUA-2008), la cinta que los pone en vigencia en carteleras mexicanas, es el ejemplo más vívido de cómo el m-e-r-c-h-a-n-d-a-i-s-i-n mexicano también tiene lo suyo para ofrecer y de la manera más obvia posible. La cinta no solo es el reencuentro de la pareja estelar que no lo vamos a negar, hacen buena pareja cinematográfica, el problema recae, en como su forma de abordar esa línea de camaradería se hace risible porque no todo es de a fuerzas, porque así ni los zapatos entran.
Confabular una fórmula que no se gastó, no quiere decir que da para más, ni que se puede agotar. Sucede que se dan algunos casos en que todo está en el lugar y tiempo correcto, y si en Y tu mamá también se dio, en Rudo y cursi todo falla de primera oportunidad. Y es a la primera oportunidad que Carlos Cuarón, -quien participó como guionista en la primera cinta- en esta su ópera prima falla en su intento de proveer de intención una narración certera incluso más elaborada que la predecesora –Y tu mamá también era la historia menos original que había versado sobre la historia del cine, pero alguien les hizo creer lo contrario-.
De esta forma, el hermano de Alfonso Cuarón, limitado por los ligamentos que le impone estar bajo la mira de Los Tres Amigos (Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu) a través de su compañía productora Chá Chá Chá, se pone a dirigir cuando lo que mejor sabe hacer es escribir y el resultado es una burda cinta llena de elementos cliché y aparatosos gags que devienen de situaciones pueriles y sexistas que a más de uno pueden hacer reír, pero reír así porque así o porque debemos encontrar manera de justificarles la reunioncita a estos cuates; ¿saben qué?, yo no le entro.
Escrita y dirigida por Carlos Cuarón, este drama o esta tragicomedia ambientada en el terreno futbolístico narra la historia de los hermanos Beto (Luna) y Tato (García) Verdusco, quienes trabajan en un rancho platanero. A Beto – a quien apodan el “Rudo”- le encantan las apuestas y jugar futbol. Mientras que Tato – el “Cursi”- es amiguero, enamoradizo y toca el acordeón; juega futbol, pero su sueño es ser cantante. Sus sueños, sus vidas y su todo cambia cuando conocen al argentino Darío "Batuta" Vidali (Guillermo Francella), promotor de talento futbolístico, quien se los lleva a la Cd. de México para hacerlos famosos. Este trío verá nacerse nuevamente para caer de la forma más estrepitosa y quizá volverse a levantar. Contar más de la trama sería asirse de material que no hay, así que hasta aquí con la sinopsis.
En resumidas cuentas pareciera una copia de Y tu mamá también, desde el tercero en discordia , la voz en off, la camaradería, el subir, el bajar, el tocar fondo, el sentir que se puede a pesar de todo. Rudo y cursi, logra un mejor trabajo de adecuación del guión pero llegó 7 años después que Y tu mamá también. Pero también, Rudo y cursi, no deja de manosear el sketch sin temor al ridículo de personajes caricaturizados que no obedecen al estereotipo del mexicano provincial y que ni siquiera está dentro del rango. La burla parece soez y es un gran impedimento para seguir la trama con seriedad, porque aunque sea comedia, puede serlo sin aludir a la ridiculización.
Lo mejor de la cinta… humm… ¿la canción?, si esa canción de los créditos finales en inglés que chuscamente García Bernal destroza a propósito y con justificación en la propia cinta… ¿qué más?, Dolores Heredia, pero ya contábamos en ella, y desde luego el argentino Guillermo Francella en una intervención de antaño que resulta lo más comiquísimo de la cinta. Lo mejor de esto además es, que si es de a ritmos, será para 2015 que tendremos la nueva reunión de este dúo ahora en una cinta de Jonás Cuarón. Yo sigo rezando porque no suceda… pero bueno, no me funcionó cuando vi Y tu mamá también.