'Monsters' - Con, que no de
En los últimos años buena parte del género fantástico ha encontrado un enorme aliado en una estética ultrarrealista deudora del conocido desde los años ochenta como mockumentary, una variante narrativa que, cámara en mano, se nutre más de crear una sensación que de mostrar en pantalla, de ahí que haya encontrado particular arraigo y fundamento dentro de un cine de presupuesto algo ajustado pero que, por contra, suele ofrecer una mayor libertad creativa que permite posibilidades que van más allá de las restricciones comerciales o la barraca de feria de los efectos especiales, donde estas artimañas visuales en todo caso suelen triunfar gracias a su uso, que no a su abuso.
Así se entiende el debut en la realización de Gareth Edwards cuyo título tan sólo define el marco de un drama de corte intimista que fluye a través de la relación que se establece entre dos personajes dispares unidos por caprichos del destino. Y es que por mucho que los "monsters", por de no darle de comer al traductor, se dejen notar a lo largo de todo su metraje, especialmente de forma indirecta mediante un hábil diseño de producción que sabe sacar provecho de los detalles (y de un presupuesto muy ajustado), estos no son más que un macguffin que excusa al verdadero centro dramático, algo que sin merecer en nada sus más que efectivas apariciones puede llevar a engaño y con ello a la desilusión de todo aquel que espere un vulgar 'District 9' o similar.
El que un servidor emplee el término "vulgar" delante de una película como 'Distrito 9' (es el propio corrector quien me lo ha traducido, que conste en acta), no es casualidad. Porque para un servidor lo que empieza siendo un film fascinante y con una puesta en escena sobresaliente acaba por resultar un pasatiempo de acción sin mucha personalidad que termina resolviéndose, efectivamente, con una buena dosis de vulgaridad. Sin por ello negar las evidentes virtudes de un film al que injustamente me gusta desacreditar algo más de lo que se merece, todo hay que decirlo (¿verdad Guillermo?), hacia la mitad del largometraje Blomkamp perdía en gran parte las riendas de su largometraje y cedía a la tentación de permitir que los efectos visuales se adueñasen de la historia, resuelta con tanta soltura técnica como escaso valor dramático; básicamente, venía a desechar lo que tan bien había funcionado durante sus primeros minutos, traicionando en buena medida muchos de los fundamentos que parecían sostener en pie el discurso narrativo del film, al menos al principio, de ser algo más que un simple pasatiempo más o menos resultón.
El porqué viene a cuento todo esto sobre un film estrenado hace ya ni se sabe se explica en que Gareth Edwards desde un principio deja bien claras las cartas a las que va a jugar pero, a diferencia de en el film de Blomkamp, en ningún momento intenta sacarse de la manga un as ni resquebrajar su propia apuesta narrativa probando suerte con un cambio de ritmo. Edwards es, en una palabra, consecuente con sus intenciones iniciales, y lo es durante todo el film, anteponiendo mal que pese su fondo dramático a cualquier otra cuestión aleatoria que cruce la pantalla, prevaleciendo un concepto dramático que se superpone a la necesidad comercial que cabría esperar de un film llamado 'Monsters'.
Así, la cinta de Edwards es un relato que no funciona porque los "monstruos" surgidos de la dimensión paralela de 'La niebla' de Stephen King anden por ahí, ni tampoco porque sus efectos especiales regalen set pieces tan brutales como los de 'La guerra de los mundos' de Steven Spielberg, por más que no obstante las apariciones de los "monstruos" estén salpicadas de una buena dosis de tensión o que sus efectos especiales sean tan buenos como los que un presupuesto 100 veces mayor le permitieron a Spielberg. Ambos factores ayudan a sustentar la credibilidad del film, a que su ambientación permita centrarnos en unos personajes cuya aventura más allá del, gracias a Dios que tratado con una brocha muy fina, evidente mensaje que se deja entrever sobre, ejem, quiénes son los monstruos en realidad, reflexión que aparece como inherente a toda producción con algo de color a "independiente". Y es que 'Monstruos' es una indudable cinta de autor con sabor puramente indie que cuenta una historia... con monstruos de fondo.
Es inequívoco que el debut de Gareth Edwards, cuyo modélico tratamiento de su propia historia le convierte en toda una promesa a tener en cuenta, ni convencerá ni gustará por igual, y que su falsa promesa de aparentar ser una versión campestre de la mucha más hueca pero eficaz 'Monstruoso' le granjearan no pocas decepciones. Pero no obstante, y a pesar de que menos serán aun los que lo consigan, esta pequeña joya tan imperfecta pero gustosa de ver como contradictoria, por cuanto en verdad no va hacia ninguna parte en especial, no dejará de ser un objeto del deseo para unas autoproclamadas "mentes inteligentes" que, a diferencia de espectáculos huecos y baldíos como los 'Recs' de Plaza y Balagueró, ensalzarán de 'Monsters' lo mismo que le podíamos ensalzar a 'Moon', sin ir más lejos: un gusto por intentar ofrecer un relato serio y adulto dentro de un contexto de ciencia-ficción, algo que por ende la condena en mayor o menor medida a ser un film incomprendido y de alcance minoritario. Y eso evidentemente exige cierta predisposición a validar la opción "Con monstruos, que no de monstruos". O lo que es lo mismo sin que por ello tenga que ser mal visto, en absoluto, la película no es un blockbuster, sino que tan sólo es… una película.
Nota: 7.0
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Andrew Kaulder es un fotógrafo que hace mucho tiempo que está esperando la oportunidad de entrar en la conocida como ''Zona Infectada''. Se trata de una vasta extensión de territorio entre México y USA invadida por unas extrañas criaturas desde que hará seis años cayera allí una sonda espacial cargada de material genético extraterrestre. Cuando el protagonista está a punto de conseguir entrar, recibirá el inoportuno encargo de recoger a la hija de su jefe y llevarla de vuelta a casa. Una misión que en principio le impedirá cumplir su sueño... pero que quizás sea la mayor de las bendiciones.
¿Qué tienen en común 'El bosque' de M. Night Shyamalan y 'South Park: Más grande, más largo y sin cortes', de Trey Parker y Matt Stone? Fácil, ambos eran casos en los que existía una altísima probabilidad de que el público abandonara la sala de cine con la sensación de que le habían tomado el pelo. Con la primera porque se nos la vendió como una cinta de terror al uso; con la segunda porque muchos padres decidieron llevar a sus hijos a ver ''otra de dibujos animados''. Pobres ilusos. Cabría incluir la ópera prima de Gareth Edwards en este grupo de filmes condenados a ser incomprendidos (al menos después del primer visionado)... por el eterno problema que surge al intentar conciliar las expectativas con lo que finalmente se ve en pantalla.
Al ver los primeros avances, era muy fácil asociar la propuesta a otras de tanta repercusión como 'Monstruoso' o 'District 9'. Esto es, un proyecto típico de la era YouTube, en el que el director, como ya sucediera con Matt Reeves o Neil Blomkamp, se implica al máximo (Edwards realiza, escribe y se encarga de los efectos especiales, tarea ésta última que define como la más aburrida del mundo) y cuyo bajo presupuesto (comparándolo con el de las súper-producciones hollywoodienses, claro está... éste ronda el cuarto de millón de dólares, dicen) no supone un impedimento para la espectacularidad. Los ''monstruos'' la tienen, pero antes de que lleguen a nuestras salas de cine, es obligación de los que los hemos visto, de advertir a todos aquellos deseosos de hincarles el diente que no esperen de ellos la típica cinta de criaturas horripilantes persiguiendo a los sufridos protagonistas, sin darles un segundo de tregua.
Bien es cierto que tenemos a una parejita de jóvenes que tendrá que andar con pies de plomo a la hora de cruzar el norte de México para llegar a los Estados Unidos, pues dicha zona está en cuarentena desde hace más de un lustro, al estar ésta invadida por engendros gigantes de alargadísimos tentáculos provenientes del espacio exterior. Bien es cierto que la primera escena, que por la estructura narrativa del relato debería tenerse muy en cuenta, y que nos recuerda ligeramente al 'Redacted' de Brian De Palma, puede sugerir que vamos a empaparnos de acción. Pero no es así. ¿Es esto malo? Sí, por el factor ''decepción'' (decepción que, repetimos, no debe achacarse a la película en sí, sino más bien a las expectativas que o bien se haya creado nuestra mente, en el fondo sedienta de blockbusters, o bien nos haya inculcado el genio de turno del marketing), pero una vez superado este pequeño chasco, es de justicia apreciar el encanto -que lo tiene- de esta a la postre singularísima obra.
Ahí está el ritmo pausado y contemplativo del viaje, una banda sonora hipnótica, una fotografía impecable firmada por -sorpresa- el propio Gareth Edwards (excelente el trato de la luz y de los tonos violeta y anaranjados del crepúsculo y el amanecer), unos efectos visuales sabiamente empleados, y sobre todo, la relación entre los dos protagonistas, que gozan de una profundidad que pocos podían prever antes de que empezara la proyección. Que nadie espere un giro radical en los eventos. Los primeros compases de la película, marcados por el clásico ''chico conoce a chica'', marcarán el camino para el resto de la aventura... y si además tenemos la suerte de encontrarnos por el camino con algún calamar gigante, mejor. Una de las claves para entender la esencia de 'Monsters' está en la ficha artística. La presencia del actor Scoot McNairy, aparte de ser un acierto, a veces se traduce en lo que parece ser un gran guiño, ya que su personaje, más que ir a la caza de criaturas espaciales... sigue ''buscando un beso a medianoche'', como ya hiciera en la muy estimable cinta del año 2007 firmada por Alex Holdridge.
Así pues, tenemos ante nosotros un drama romántico en toda regla... con la aparición estelar -y esporádica- de algún ser aterrador. Una película ''con'' monstruos, no ''de'' monstruos. Como la presenta el propio director: ''Más que ser una monster movie para chicas, o una historia de amor para chicos... es una road movie para alienígenas.'' Imposible definir mejor esta exquisita marcianada impregnada de un fuertísimo olor a mumblecore. Este movimiento cinematográfico, que podría ser visto como una de las vertientes más radicales del cine indie americano del s. XXI, ha sido comprendido y adaptado a la perfección por Gareth Edwards, que al fin y al cabo es sin lugar a dudas el mayor descubrimiento que nos ha dado ''Monsters''.
Existiendo la posibilidad de poder explotar la famosa pantalla verde hasta que sacara humo, el cineasta británico prefiere que la cámara esté siempre al lado de los dos enamorados en potencia. Los altibajos que marcarán la evolución de su relación son retratados con naturalidad y desparpajo (en este aspecto, es muy ilustrativa la charla que mantienen los protagonistas en el templo fronterizo, en la que se pasa de un segundo a otro del tema más trascendental al más banal)... siendo así esta monopolización amorosa el principal encanto de la historia, y de ninguna manera un lastre para ella. Y quien no acabe de ver clara la viabilidad del experimento, que espere a ver uno de los finales más prodigiosos que se han visto en años, en el que se nota de nuevo la influencia del núcleo duro mumblecorp. Este es con toda seguridad el cine que aplaude gente como el mencionado Alex Holdridge, o los hermanos Duplass.
¿Y los monstruos? Bien, gracias. Se manifestarán en contadísimas ocasiones... pero implícitamente estarán en casi cada fotograma: en las actitudes de la gente que debe convivir con ellos, en un barco colgado de un árbol, en la omnipresencia militar, en un hotel en ruinas, en un noticiario que pronostica dónde va a darse el próximo ataque, como si del parte meteorológico se tratara... Las criaturas existen, pero de forma subliminal. Chapeau, Sr. Edwards, a esto se le llama tener agallas. Capear de una forma tan elegante los obstáculos típicos de las producciones low-budget sólo puede hacerlo gente muy inteligente. Es un brillante ejercicio de ciencia-ficción y terror ambiental e intimista, tan raro e intrigante como un perro verde... o como ver un engendro de inspiración lovecraftiana en plena selva mexicana.
Bien es cierto que no da vergüenza ajena como Skyline o resulta ridícula como Distric 9. Pero está en otra categoría de las de echar a comer aparte. Y es que en esta ¿historia? NO PASA ABSOLUTAMENTE NADA.
Tiempo para invertir echando una siesta, donde al menos el subconsciente y la imaginación tienen algo de creatividad, aunque muchas veces no nos acordemos de lo que soñamos.
¿Qué he aprendido? Pues a nunca más defender una película sin haberla visto. Sabía que no me iba a encontrar lo anteriormente mencionado de efectos y recursos visuales, sino que era más un recorrido intimista sobre la zona infectada. Aún así, cuando vas a ver una película esperas que la misma te cuente o aporte algo, a parte de dosis de somnolencia.
Esta la metemos en el saco de pelis para gafapastas que a cuanto menos cosas pasa en una peli más palmas hacen (es una opinión personal e intransferible en clave de humor sin intención de ofender a nadie. Evidentemente todos los gustos cinéfilos son respetables).
Hace cinco años los alienígenas llegaron a la tierra y están de momento contenidos en lo conocido como zona infectada, en terreno Mexicano y al borde de la frontera con EEUU, que hace lo posible para que no la traspasen.
Él es un fotógrafo que lleva mucho tiempo esperando su oportunidad para estar en la zona y sacar las mejores fotos posibles, sin embargo le encargan de hacer de niñera de ella, la hija del jefe, a la cual tiene que ayudar a escapar de allí y llevarla a una zona segura.
No se realmente que intenta transmitir la película pero no lo consigue. Una historia de amor? No se empatiza en ningún momento con ella. Él se tiraría hasta a un pulpo de esos gigantes si llevara suficiente tequila encima y ella es mona por lo que la atracción es normal, nada memorable y ella con tal de no enfrentarse a su prometido y decirle que ya no lo quiere prefiere ser comida por los aliens y como él tampoco está mal, es una vía de escape como cualquier otra. El romanticismo es nulo.
Las criaturas están bien implantadas a lo largo del metraje, la BSO es más que correcta y hace sus mejores intentos de darle un tono épico o emocional a la cinta que no respaldan sus carencias argumentales e interpretativas. No le daremos el suspenso del año, porque una película mala en plan vergüenza ajena como Skyline no es, pero las comparativas con una de las obras maestras recientes de la ciencia ficción como Distrito9 son hasta insultantes. A partir del momento "caravana de coches" tiene sus secuencias o escenas destacables aunque no compensen lo demás y las cabezadas que te hace dar antes.
Lo mejor de la misma a parte de lo arriba mencionado es sin duda su excelente fotografía. De hecho, parece más un safari fotográfico o una exposición idem que una película, sea por los enfoques de la propia cámara y lo acertado de su montaje como las propias fotografías que realiza el protagonista, aunque justo en las más interesantes o espectaculares en vez de ponerse a darle a la cámara como loco se le quede cara de apardalado o no le quede la misma a mano.
Una esperada película que se convierte en una de las primeras grandes decepciones del año. Un 4
"Monsters" no es recomendable para amantes de la acción, ni de ciencia ficción sino para amantes de películas pausadas y de cierto toque romántico.
Gustará a los que les gusto "Lost In Tranlation", "Antes Del Amanacer", "Antes Del Atardecer" o "Buscando Un Beso A Media noche" (del mismo actor).
Son películas sencillas, sin acción, con toques románticos y cierta magia.
Y como a mí me encantaron las anteriormente citadas, está también me ha gustado pues va en la misma línea.
El actor protagonista me parece bueno (ya le ví en "Buscando Un Beso A Medianoche") el ambiente de la película también me ha gustado, la música de fondo (muy buena) mientras recorren esos lugares... se respira cierta magia en el film (eso que se respiraba en Lost In Tranlation o Antes Del Amanecer, pero en ligera menor cantidad, aqui se compensa con la originalidad de ser en un lugar devastado por extraterrestres).
En fin es una película de escaso presupuesto pero que tiene su encanto. El que espere acción desenfrenada estará decepcionado a los 10 minutos.
Le pongo un 7/10.