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'Lo contrario al amor': Y parecido a una comedia

Vía El Séptimo Arte por 25 de agosto de 2011

Tras el abandono sistemático al que es sometida cada verano la cartelera por parte del cine español nos llega adscrito al género más prolífico de estas tierras dejadas de la mano de una industria 'Lo contrario al amor', la primera de una larga lista de títulos patrios que esperemos sean al menos tan resultones como este y que asolarán los cines españoles de aquí a finales de año con la aviesa intención de atraer a las salas a entre otros ese espectador reacio contra viento y marea a pagar -en particular- por ver lo que podríamos considerar como una "españolada", por lo usual de empleo tan despectivo como lo suele ser el de "americanada" que igualmente todos usamos más o menos a menudo y a discreción, se haya visto o no aquello a lo que se le dice y en muchos casos sin el beneficio de la duda de por medio.

Y si, puede que 'Lo contrario al amor' sea una españolada, lo que no quita para emplear el término como definición y no de por sí como una agresión, tal vez además como una ocasión de las que no hay ni tantas ni tan pocas como para dejar los prejuicios al margen de la misma manera que hacemos con según que producciones foráneas cuyos nombres de antemano causan un escalofrío similar en nuestro cerebelo... no, no es que 'Lo contrario al amor' sea un peliculón ni mucho menos, pero tampoco es peor que prácticamente ninguna de las comedias estrenadas en nuestro país en los últimos meses siendo además de las más eficaces a la hora de hacer valer su dramatismo de folleto y su previsible intrascendencia para pasar un rato de lo más distraído, e incluso de vez en cuando echarse una sonrisa que pueda tornar ocasionalmente en una ligera carcajada. Hacer una comedia es fácil, especialmente si le añadimos ese "romántica" a continuación que suele causar más desastres en pantalla que lo que son capaces de concebir las mentes de Michael Bay y Roland Emmerich fusionadas en un mismo rodaje. Ahora bien, hacer una buena comedia ya sea romántica o no es más bien todo lo contrario, y más aún si pasados unos minutos se pretende que alguien pueda ser capaz de recordar que es lo que ha visto más allá de la sonrisa del galán de turno. No sé si será cosa mía o no, admito una vez más que me resulta difícil encontrar cada vez más película alguna que me haga reír ya ni hablemos a carcajadas, pero de entre todas las comedias que he visto este año que supongo que serán un buen puñado, y aún a riesgo de permitir que la inmediatez olvide injustamente alguna otra que no se lo merezca del todo, tan sólo me vienen a la mente en tres... dos... uno... 'Primos' y 'Resacón 2, ¡Ahora en Tailandia!' como verdaderos y honorables representantes de este género estrenados este año, y no necesariamente porque me parezcan realmente buenas como tales, sino porque sin dejar de serlo en parte sobre todo me resultan dos títulos muy simpáticos y particularmente entretenidos.

Salvando unas cuantas distancias, que siempre las hay y hasta pueden llegar a ser tan sui géneris como la propia comparación de origen, 'Lo contrario al amor' es un título similar en su concepción a esa otra españolada que es 'Primos', comedia por demás superior y más redonda en casi todo que esta ópera prima de Vicente Villanueva, una producción cuyas evidentes imperfecciones están tan puestas al servicio de la audiencia que si no fuera porque estamos en España uno pensaría en que es una producción netamente comercial y de estudio... al igual que la citada película de Sánchez Arévalo una vez expuesto el macguffin argumental que rellena en su mayor parte el tráiler 'Lo contrario al amor' parece que se estanca, resulta más simpática que graciosa, tontea con algunos aspectos más dramáticos a los que apenas se les da cancha, ata en corto su argumento para que este transite por caminos más o menos convencionales, da prioridad al ritmo antes que al desarrollo argumental, les cede gran parte de la responsabilidad al conjunto de sus intérpretes y termina por salirse por la tangente y dar carpetazo a la cinta trampeando en favor de un final rápido y al presunto gusto del consumidor medio que deja tras de sí no pocas preguntas de incómoda respuesta. Todo ello muy al estilo de Hollywood, con la misma profesionalidad y fría solvencia de los títulos que no hacen más que cumplir y de igual manera que uno es capaz de resolver un crucigrama, podríamos decir, pero hecho en España y con Madrid de telón de fondo.

Aunque pueda parecer que esencialmente es una comedia romántica por su tráiler (y una película porno por culpa de su engañoso y horrendo cartel), que buena parte de ello tiene, 'Lo contrario al amor' es más una comedia pura con apuntes de drama que reparte su metraje no superior a 95 minutos (lo que la colocan automáticamente por encima del grueso de la producción de la escuela Apatow) entre tres historias distintas, aunque la que protagonizan unos carismáticos Hugo Silva y Adriana Ugarte y que acarrea con la responsabilidad de vender la película traiga consigo los más y mejores minutos en pantalla. A su lado la irregular parte protagonizada por Alex Barahona y Rubén Sanz, que nunca termina por encontrar el punto, y la protagonizada por Guadalupe Lancho y Luis Callejo, la parte más hueca e insustancial de todo, que valiéndose como rellenos para mal dispersan y rompen la atención en diversos frentes no siempre igual de satisfactorios, y que como subtramas que son se ven resueltos de forma harto arbitraria, pero que para bien condensan en una tres historias que por separado no valdrían para un sólo largometraje, aligerando el peso de una historia central a la que permiten hacerse más llevadera a pesar de un exceso verborreico y de que, al fin y al cabo, no pasa de ser el chico conoce chica de toda la vida por mucho que se le intente agitar un poco a la ecuación.

'Lo contrario al amor' es una comedia bastante correcta. No es perfecta ni es nada del otro mundo, que es más o menos lo que son la mayoría de filmes que se estrenan habitualmente, pero al menos ofrece una decente relación calidad/precio que hace de su visionado, llegado el caso, una distracción válida y saludable. Además, en comparación con otras comedias estrenadas a lo largo de los meses de verano como 'Bad Teacher' o 'La boda de mi mejor amiga', dos títulos incapaces de ser algo más que la sombra de lo que deberían ser a los que sin embargo no serán pocos los que les den una oportunidad, es uno de los títulos que mejor y más eficientemente cumple tanto con sus objetivos como con sus expectativas, por pequeñas que sean, y que a pesar de sus múltiples limitaciones permiten auparla al podium de las más satisfactorias representantes en dicho género. Puede que más por deméritos del rival que por verdaderos méritos de una misma, pero lo uno no quita lo otro y la honrilla al menos si se merece.

Nota: 6

Por Juan Pairet Iglesias

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