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'Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio' - ¿Qué tal vuestra sed de aventuras?

Vía El Séptimo Arte por 27 de octubre de 2011
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Y por fin. Por fin, la tan ansiada versión cinematográfica del popular personaje creado por Hergé que Spielberg pretendía llevar a cabo desde hace 30 años llega a la gran pantalla. Se ha hecho esperar, sí, como también se ha hecho esperar un nuevo filme de quien desde 2005 que no veíamos nada realmente digno, un cineasta que redefinió el concepto de aventura a través del Indiana Jones que le sirvió en bandeja el, en otros tiempos, genio creativo de George Lucas. El auténtico, el de los años 80, de quien este Tintín es un primo hermano, y cuyo primer gran entente cinematográfico disfrazado de superproducción /barra/ evento viene a cumplir con aquello donde fracasó la cuarta entrega de las aventuras del arqueólogo más famoso de la historia no ya del cine, sino casi de la humanidad. Porque al igual que Indi lo fue en su momento, Tintín no es sinónimo de aventura, sino que ES la aventura. Y una además que al igual que la personificada por Harrison Ford merece la pena recompensar con su disfrute incondicional... Por el propio bien del espectador, quien no lo lamentará.

¿Qué tal vuestra sed de aventuras?

'Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio' es una superproducción muy lograda, que luce como tal y de la que no pocos deberían aprender. Y que a pesar de sus defectos, que alguno tiene aunque sean tan perdonables que duele siquiera mencionarlos, es sin duda una cinta indispensable para todo buen amante de las palomitas y una ocasión de oro para dejarse ver en una de esas salas de cine, que entre las tres www y la crisis se están quedando sin compañía. Entretenida por encima de cualquiera otra consideración y realmente espectacular a nivel técnico, respetuosa tanto con la obra de Hergé como con el espectador de todas las edades, el nuevo filme de Spielberg rubrica una vez más, y como no podía ser menos que no hay nadie como él para ofrecer un pasatiempo con forma de película tan plenamente satisfactorio.

107 minutos de plena superioridad narrativa que se hacen tan cortos como amenos, y que como bien saben hacer los maestros ofrece lo suficiente como para saciar a corto plazo una sed de aventuras que a largo plazo deja con ganas de más, las justas y necesarias de cara tanto para un indispensable revisionado futuro, como para el nacimiento de una franquicia que no ha hecho más que empezar... en el cine, que sobre el papel uno intuye un merecido resurgir de la mano de entre otros toda esa generación que ha aprendido a leer con 'Harry Potter', no hablemos ya de esos que, como un servidor, lamentan no haber estado lo suficientemente hábiles para poder ser considerado el tintinólogo que no es, sin saber muy bien por qué no lo es.

Si lo que más dudas causaba era su condición de película animada, o más bien, su falsa apariencia de película de animación a lo 'Cuento de Navidad', lo cierto es que en lo que a su aspecto visual se refiere la cinta aprueba con un notable alto, extrayendo al igual que James Cameron con su 'Avatar' el máximo provecho de la técnica empleada. Allí donde esperemos que no hayamos perdido a Robert Zemeckis como cineasta Spielberg, apoyado (y quién sabe si algo más y hasta qué punto) desde la producción por Peter Jackson, y respaldado por el siempre buen hacer de ese grano en el culo que le ha salido a ILM llamado WETA, se hace fuerte para ofrecer uno de los espectáculos visuales más fascinantes del año. Un mundo virtual que traslada el diseñado por Hergé con una soberbia credibilidad, tan sólo resquebrajada por algunos matices no obstante puntuales e inherentes a toda técnica digital.

Puede que sea en este punto en el que, precisamente, hallemos una de las divergencias más significativas respecto al trabajo desarrollado por Zemeckis en su trilogía virtual: El de una representación palpable de un mundo no necesariamente tan real como la vida misma, y que en el caso de Tintín se aprovecha de un concepto tan estilizado como el ideado por Hergé sobre el papel. Lo que por otro lado, no le impide a la cámara de Spielberg convertirse en un personaje más que fluye por ese entorno, con suma elegancia durante la mayor parte de su metraje y que con la ayuda de un 3D muy bien empleado sumerge al espectador, tanto en la narración como en su dinámica: Apenas tres minutos tras sus sensacionales títulos de crédito a lo 'Atrápame si puedes', más o menos, y nos olvidamos de cómo lo estamos viendo para centrarnos en lo que estamos viendo. Ese fue el verdadero logro de Cameron con 'Avatar', convencernos de que esos grandes pitufos azules eran reales. Y ese es, más o menos, el mismo logro de este Tintín, quien logra que en su caso obviemos la pregunta como algo irrelevante, que no es poco, a pesar del vacío emocional que sigue luciendo a través de los ojos de lo que no es más que la suma de unos cuantos píxeles, por muy bien colocados que estén.

Si a su de por sí excelente acabado visual le sumamos, como ya ocurría con la no menos técnicamente notable 'Rango', el notorio aporte que supone el empleo inteligente de la luz por parte de Janusz Kaminski, un director de fotografía procedente del mundo real, tenemos sin lugar a dudas uno de los filmes visualmente más deslumbrantes del año, y que con más convicción reafirman que la pantalla grande puede seguir siendo grande. Sumémosle una nueva partitura del siempre estupendo John Williams, una vez más fiel y muy apreciable aliado del cine de su autor, así como la colaboración de otros habituales, como por ejemplo Michael Khan en la edición, para hacer entender que Spielberg, al fin y al cabo, ha hecho lo mejor que sabe hacer: Buen cine. Incluso ya sea considerable o no para algunos que "sólo" buen cine de entretenimiento, empleando para ello una nueva herramienta que aun luciendo de forma distinta, en bien poco es capaz de disimular su talento tras las cámaras.

Puede que a la cinta le cueste arrancar, que no sea hasta que los caminos de Tintín y un impagable Haddock que no empieza a coger verdadera fuerza, que el filme se torna en un no parar aventurero, desenfrenado, divertido y emocionante... quizá incluso demasiado en algún momento, véase su acelerada resolución o la persecución por el poblado marroquí, aun sin por ello poner a prueba la solidez de su propia y relativa simpleza, la misma de la que por ejemplo se aprovechaban los tres Indiana Jones -que merecen ser nombrados- para trazar un dinámico relato de aventuras que no de lugar a más, que a responder de forma visceral. Visto así, se entiende que en su momento un crítico llamase la atención de Spielberg sobre Tintín, origen de un filme que ha tardado 30 años en concretarse, al comparar al personaje de Hergé con el creado por George Lucas. No por casualidad la sed de aventuras de ambos personajes es pareja, no digamos ya su espíritu, por lo que este tardío y digitalizado Tintín nos puede valer perfectamente como la reencarnación del Indiana Jones del siglo XXI y para las nuevas generaciones, por encima de los esfuerzos de Brandon Fraser por hacer de su Rick O'Connell un digno heredero o de la simpatía que nos despierta el Jack Burton de Kurt Russell.

A diferencia de las producciones dirigidas por Robert Zemeckis, que no lograban sonsacarnos más allá de su apariencia de artificio, 'Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio' plantea una serie de cuestiones morales... ¿hasta qué punto es Tintín una cinta de "verdad"? O mejor aún, ¿hasta qué punto es una cinta de animación? ¿Podría llegar a ser nominado el siempre digitalmente notable Andy Serkis al Oscar al mejor actor, entre otros posibles galardones (cuyo César, por cierto, igualmente plantea un dilema igual de estimulante...)? ¿Dónde acaban y dónde empiezan los efectos especiales de una producción como esta?

Aunque no necesariamente importantes por más que puedan dar lugar a unos más que interesantes debates, lo cierto es que sea la que sea la respuesta que cada cual quiera ofrecer no es óbice para dejarse llevar por una cinta que recupera al mejor y más popular Spielberg, a ese a quien tan buenos ratos le debemos y al que hace tiempo que no disfrutábamos de una forma tan acertadamente distendida. Georges Prosper Remi puede que no tuviera razón... pero casi, porque Spielberg puede que no fuera el único capaz de hacerse cargo de la adaptación de su querida criatura, pero si la mejor opción para que esta no cayera en el mismo terreno resbaladizo en el que por ejemplo cayeron otras adaptaciones de similares prestaciones, tales como 'Ásterix y Óbelix' o 'Mortadelo y Filemón', filmes por otro lado resultones pero incapaces de trascender sobre el celuloide de la misma manera que sus originales sobre el papel.

Porque Spielberg y su talento logran hacer de este 'Tintín' algo más que un simple estreno de cine, un casi lo menos que acontecimiento de esos que sólo se ven muy de vez en cuando, y una representación de lo que es el cine en su estado más puro: Algo emocionante y con un punto de magia capaz de hacernos creer, aunque sólo sea un momento, que se puede volver a ver el mundo con la ilusión de cuando se tenían 10 años.


Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

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Comentarios

  • Avatar de Wanchope
    Wanchope 11 de Marzo de 2015, 12:38:37 AM
    Un periodista de investigación viene a hacer lo mismo que un detective, básicamente. Y para escribir antes hay que tener algo sobre lo que escribir.  :burla
  • Avatar de el gremlin gafapasta
    el gremlin gafapasta 11 de Marzo de 2015, 12:56:12 AM
    Cita de: Wanchope en 11 de Marzo de 2015, 12:38:37 AM
    Un periodista de investigación viene a hacer lo mismo que un detective, básicamente. Y para escribir antes hay que tener algo sobre lo que escribir.  :burla

    Como se enteren en la facultad de ciencias de la información de lo que has dicho... Te hacen una manifestación que ni las de Podemos oye
  • Avatar de Mad Joker
    Mad Joker 11 de Marzo de 2015, 12:58:01 AM
    Cita de: Wanchope en 11 de Marzo de 2015, 12:38:37 AM
    Un periodista de investigación viene a hacer lo mismo que un detective, básicamente. Y para escribir antes hay que tener algo sobre lo que escribir.  :burla
    Díselo a mis profesores. La mitad te montan un monumeto y el resto no te hacen ni caso.
  • Avatar de Yeezus
    Yeezus 11 de Marzo de 2015, 02:01:29 AM
    No es lo mismo, pero viene a ser lo mismo, no seáis tontos.
  • Avatar de Sacri94
    Sacri94 11 de Marzo de 2015, 12:59:55 PM
    Yo no sé que película habéis visto algunos. La escena de la cantante de ópera muestra todo eso que decís de la faceta de detective de Tintin. Está todo el tiempo detrás de un misterio, recaptando pistas, juntando piezas... Como haría un detective, vamos. Está claro que si quereis ver a Tintin en plan True Detective esta no es vuestra película pero el suspense de la investigación está ahí, y el frenético ritmo no me hizo impedir disfrutar de ello.