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'La vida inesperada': ¿Cómo sabes si...?

Vía El Séptimo Arte por 25 de abril de 2014

Juan es un actor español que se fue a Nueva York a buscarse la vida, pero que después de diez años no ha conseguido nada sólido. Como tantos otros, sabe que podría seguir así indefinidamente, una de esas “eternas promesas” a las que la vida les pasa por delante. Su corazón está lleno de inquietud en un momento en que ya va teniendo que tomar una decisión, en un momento en el que llega a la gran ciudad su primo quien, en apariencia, tiene la vida medio resuelta casi sin querer ni apenas sudar para ello. El contraste entre la facilidad con que al Primo se le presentan sabrosas oportunidades laborales y la precariedad de la vida de Juan(ito) va repercutiendo en el ánimo de los dos durante el mes que pasan juntos. Se miran, se comparan, se envidian, se admiran, se quieren… a veces se odian.

'La vida inesperada' es la historia de cómo el azar nos abre puertas que jamás habríamos imaginado, y de cómo nuestro destino depende de si nos atrevemos o no a traspasarlas. Una mezcla de sorpresa y premeditación, de arrojo y madurez para saber aprovechar esa suerte que se nos presenta de pronto. Tanto a Juan(ito) como al Primo se les presentará la oportunidad de dar un vuelco a sus vidas: Su valentía y su apocamiento nos harán pensar en la manera en que nosotros mismos, los que estamos observándoles, nos hemos enfrentado en un momento crítico de maduración a decisiones cruciales como las que viven esta pareja en un marco tan cinematográfico como Nueva York, la ciudad "que nunca duerme". Decisiones que nos afectan para siempre, por lo que ganamos y por lo que perdemos al tomarlas.

¿Quién no se ha sentido así alguna vez? ¿Quién no ha rebobinado alguna vez en su cabeza para replantearse una decisión? Esta la mejor baza de 'La vida inesperada', una comedia agridulce que cabe apreciar, más haya de la suma corrección de sus méritos cinematográficos, por su capacidad para empatizar con ella. Una historia sencilla pero de vocación universal que se siente cercana, que está bien construida y que narrada de forma muy correcta, sin grandes alardes ni estridencias, sencillamente funciona. Sencillamente... funciona. Un filme difícil de calibrar como buen cine sin reservas pero complicado de despreciar sin remordimientos, cual hábil producción de manual que nos la hace allí donde sabíamos que nos la haría. Y a falta de autenticidad buena mano, y a falta de instinto un acertado uso de los recursos a su alcance.

En su segundo trabajo con el que seguro hará más amigos (el primero fue 'Fin'), Jorge Torregrossa se ha marchado a rodar con unos siempre solventes y bienvenidos Javier Cámara, Raúl Arévalo (y Carmen Ruiz) a Nueva York. Envidia un poco. Bueno, un poco bastante. El escenario, el tono, el carácter moralizador. La cinta recuerda a James L. Brooks, a 'Mejor... imposible' en el buen sentido y a '¿Cómo sabes si...?' en el malo. Una dramedia amable, sólida y convincente que cumple, que se ve con una sonrisa en la boca y deja un buen poso de alegría contenida. Ni más ni menos, una producción que alimenta sin empalagar, cuyas irregularidades -pocas- se dejan a deber en otra ocasión, y que se revela como más inteligente de lo que parece aunque sea más estúpida de lo que se cree. Básicamente, como todos. Porque todos tenemos nuestros momentos.

Nota: 7

Por Juan Pairet Iglesias

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