'La desaparición de Eleanor Rigby': Una por el precio de dos
Toda historia de amor -tradicional- tiene dos versiones, la de él y la de ella. No cabe duda que ese es el razonamiento que le llevo a Ned Benson a embarcarse en un proyecto como el de 'La desaparición de Eleanor Rigby'. Cuando se nos dio a conocer a principios de 2012, este constaba de dos películas independientes pero complementarias: una misma historia, dos puntos de vista distintos. El de él, el de ella. Y ambos montajes se pudieron ver en Toronto hace algo más de un año, montajes que al menos de momento no podremos ver en los cines del medio mundo conocido, el español y cercanías, a donde nos ha llegado un montaje "comunitario". ¿La unión hace la fuerza?
Un simple problema de matemáticas: si ambas versiones por separado duraban unos 90 minutos, y la versión conjunta dura en torno a los 120 minutos... ¿cuanto metraje se nos ha quedado por el camino? ¿Cuántas veces habremos visto que se nos vende en la portada de un Blu Ray un "montaje extendido"... como si este fuera mejor, así, por definición? No tiene por qué serlo; ni tiene por qué tener más valor que cualquier otra argucia comercial; tampoco se reduce todo a sumar más o menos minutos, ni quizá tenemos por qué tenerlo tan presente (aunque resulte harto complicado). Hay casos y casos, casos para bien y casos para mal. ¿Qué caso es el de 'La desaparición de Eleanor Rigby'?
Cierto que hasta no ver dicho doble montaje independiente no se puede asegurar que esta sea la causa, pero de esta única sesión se desprende una molesta sensación de que algo falta, y de que algo falla en el juego. ¿Realidad o sugestión? El concepto es el concepto: abandonando la especulación y entrando en la deducción, Ned Benson pretendía jugar con un concepto al que dedico 180 minutos. Evidente la existencia de dos caras: a lo largo del filme él y ella se mantienen separados en sendas líneas argumentales que sólo confluyen en momentos muy puntuales. Una historia sobre dos personas que se quieren pero no pueden estar juntos, una sensación similar a la que por cierto le ocurre al espectador con James McAvoy y Jessica Chastain, actores de un carisma innato del que sus personajes carecen, y que en esta ocasión no se bastan solos para tapar el correspondiente pero de rigor.
Lo sabemos, lo intuimos, lo sospechamos; lo damos por sentado. Un filme muy correcto y con buenos actores (mención especial para Viola Davis y Ciarán Hinds, notables) salpicado de algunos excelentes momentos que, sin embargo, da la sensación de no ir a ninguna parte; tal vez, ¿de estar capado...? Y es que carece de chispa para ser la versión de ambos, y carece de profundidad para ser la versión de cada. Otra vez, ¿Realidad o sugestión? Se deja ver y en general no hay nada que moleste ni desagrade, pero bajo su corazón made in indie late un mayor potencial del que luce este diagrama superfluo de una relación imposible, al menos, en esta versión conjunta un tanto agridulce que nos deja pensando antes que sintiendo: ¿qué incluirá esa hora de metraje descartado?
Nota: 6,25
Por Juan Pairet Iglesias
Si me quedo con ganas de ver más no es ni por curiosidad ni porque sepa que hay más, sino porque la historia se me queda coja. Como dices es una película muy digna, pero ahí queda todo. Se deja ver pero resulta superficial. Le falta algo, igual luego ves el montaje extendido y tampoco lo encuentras ahí, igual lo encuentras y no te gusta, igual no lo encuentras pero te da igual.
Lo que me pregunto siempre es si el principio y el final son los mismos o no. En otras apalabras, si se ha recortado también por delante y por detrás, o si solo por entre el medio.
Si no me equivoco se trata de la primera de tres películas que ofrecen diferentes puntos de vista. Podría haber valido la pena. Él, Ella, o esta película donde el director mezcla ambos puntos de vista (aunque el personaje de Chastain tiene mucha mayor presencia). Pero no hay ganas de más, su hermetismo hace que el pescado esté vendido.
Sin fluidez. Nota: 5.
'Ella' y 'Él' son claramente dos películas independientes. Aunque los protagonistas aparecen en todas y cada una de las escenas en sus respectivas películas, su compañera/o no deja de ser un personaje secundario en la cinta del otro. James McAvoy apenas aparece unos 20 minutos en la versión de 'Ella', una película que dura 1 hora y 41 minutos, y en muchas ocasiones lo hace solo en flashbacks o en un segundo plano. Jessica Chastain sí tiene una mayor presencia en la película de 'Él', apareciendo más minutos aun teniendo en cuenta que es más corta. Esto es en virtud de una primera parte de la película donde Chastain tiene un papel importante y al hecho de que las escenas conjuntas sean más largas en la versión de 'Él'.
La versión de 'Ella' está totalmente centrada en el personaje de Eleanor y cómo intenta superar su pérdida para recuperar su vida. Es más emocional, más sutil, el trasfondo argumental se revela de forma indirecta y hace uso de flashbacks. Para mí es la versión más poderosa, más sentimental y con la mejor interpretación.
La versión de 'Él' mete algunas subtramas, como la del bar o la relación del protagonista con su padre, y es mucho más explícita a la hora de contar lo ocurrido. No hace uso de flashbacks y su historia empieza antes que la de 'Ella' (y la de 'Ellos'), con alguna que otra escena que no aparece en la versión cinematográfica.
Es interesante ver las escenas compartidas desde dos puntos de vista distintos, ya que visionando una sola película no sabes por qué el otro personaje está allí y en ocasiones ni siquiera sabes que está allí. También hay ciertos detalles que en una película te cuentan muy de pasada y que aparecen de forma explícita en la otra. Si pudiera dar marcha atrás, habría pasado totalmente de la versión conjunta y habría esperado a ver las de 'Él' y 'Ella'.
Mis notas finales son las siguientes:
La desaparición de Eleanor Rigby: Ella: 7,5/10.
La desaparición de Eleanor Rigby: Él: 6,5/10.
La desaparición de Eleanor Rigby: Ella + La desaparición de Eleanor Rigby: Él: 8/10.
La desaparición de Eleanor Rigby: Ellos: 7/10.
Lo daba por sentado. Cuando pueda me veré más o menos seguidas las tres para poder contrastarlo.