'La cinta blanca' - El pueblo de los malditos
Cuanto más grande es el entusiasmo crítico sobre una película más grande puede ser la caída, tan cierto como que el agua moja. ¿Quién no ha dicho alguna vez aquello de "pues no es para tanto"? 'La cinta blanca' se presenta como una de las grandes obras del año, de entre lo bueno lo mejor y cita ineludible para poder ejercer de auténtico cinéfilo respetable. Por méritos propios, aunque nada más finalizar la proyección lo cierto es que no sabía qué pensar sobre el film, y para nada tenía claro si éste me había gustado o no, de partida un indicio sobre que lo que acababa de ver no se quedaría solo en la pantalla de la sala de cine donde lo había visto. ¿De verdad "no es para tanto"? Para tanto puede que no, pero tampoco es para menos.
Evidente o no, 'La cinta blanca' no es una película para todos los públicos, simplemente de por sí y su propia naturaleza, que difícilmente satisfacerá las necesidades de los habituales a los blockbusters y las sesiones post ingestión de alimentos. Como toda obra de autor potencialmente apreciable es una cinta hecha por y para los amantes del llamado cine con denominación de origen dejando claro que no es una opción "para pasar el rato" sin más. Al "enemigo" ni agua, sin miedo ni concesión alguna. Resumiendo la elección sería sencilla: ¿Centro comercial o museo? Y sobre gustos no hay nada escrito.
Ya lo he comentado en alguna que otra ocasión: además de talento lo que se requiere para ser alguien en cualquier faceta creativa es tener personalidad. Incuestionable e imprescindible. Michael Haneke no necesita presentación, por algo es alguien, para bien o para mal, y quien más quien menos ya debiera saber dónde se mete. Dos películas a lo sumo tenía en mi recuerdo para valorarle como ajeno a mi devoción, la verdad, y prejuicios más de uno. Blanco y negro, 140 minutos, análisis social e ínfulas artísticas... craso error o bendita desconfianza. Si recolecta halagos con tanta facilidad como 'Avatar' suma millones a su cuenta es por una razón: Porque si el río suena agua lleva.
¿Qué quiero decir con todo esto? Que no soy un adicto a las salas de arte y ensayo que prefiere ver la versión original de cualquier film de nacionalidad exótica mientras desprecia aquellos títulos exhibidos en multitud de centros comerciales y protagonizados por el adolescente de moda. Pero una cosa tengo claro: Me gusta el cine. Cuando acudo a una sala de cine o le doy al play en mi reproductor no sólo lo hago por pasar el rato. 'La cinta blanca' se presenta como lo que es, y lo hace con suma elegancia formalmente impecable, una fotografía sublime y un reparto agraciado. Compleja y sencilla a la par, es un hipnótico relato sutilmente evidente que muestra sin enseñar, pregunta sin responder, y que se apodera del espectador sin que éste se dé cuenta. Vaya, que nos engaña con un relato que parece no ser nada cuando en realidad lo es todo.
Durante su visionado no dejaba de pensar en opiniones negativas respecto a ella. Sin embargo, una vez concluída la proyección y casi desde el primer instante, a cada minuto mis primeras impresiones se diluían casi por completo por culpa de un regusto in crescendo bastante sabroso. La cinta repite, como un buen solomillo que una vez pasado el indisgesto empacho incial de la comilona nos deja la agradable sensación de la buena comida sin reparar en su precio. Puede que el visionado de 'La cinta blanca' no sea tan fácil como sugerente resulta en última instancia, pero se contempla como una opción ineludible para todo buena amante del cine. ¿No es para tanto? No es para menos...
Nota: 8.2
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Lo que le pesa más es que no me he metido en ningún momento en la película, la única historia que he seguido con algo de interés ha sido la de amor del profesor, más emotiva que lo que pueda ser la represión de los niños o tramas pararelas que no me causan ningún interés como el rechazo del doctor a su amante, ahí, de golpe, o que si el niño se masturba y le atan a la cama. No hacía falta tantos ejemplos para dejarnos claro que todo eso de que son el futuro nazismo. Y luego lo que podría ser la trama principal, la de los asesinatos, a la media película ya la he perdido entre tanto personaje, la mayoría sin a penas peso, que no hacen más que liarme. En la fotografía tampoco he visto nada especial, que la hacen en BN, pues muy bien, eso no le pesa, pero tampoco me ha dado planos para el recuerdo como otras sin color de antaño. Vamos, que al final le dejaré un 3'75, me estiro un poco porque tuve la pequeña suerte de que los ultimos 30 minutos los vi al día siguiente, sin arrastrar el aburrimiento que llevaba de antes y algo sí que me valió, que, de paso, son "mejores" momentos de la película, las escenas finalesl.
A ver si otro día puedo comentar en más detalle.
Tenia miedo de ver esta nueva cinta de Michael Haneke ya que tenia muchas esperanzas puestas en ella y como solamente llegase a ser aburrida me iba a pegar una decepción muy grande. Le tenia muchas ganas a esta peli por que su director siempre me a llamado la atención desde que vi Funny Games una experiencia traumática pero a la vez fascinante.
Pero lo que experimentaba durante el visionado de La cinta blanca era bastante interesante. Sabia que había momentos en los que pudiera resultar muy pesada o densa pero no he notado aburrimiento alguno, creo que me llego a interesar desde el primer momento y por eso no note esa sensación de pesadez.
Todo el film tiene escenas totalmente destacables, con unos diálogos jodidamente buenos (la pregunta que le hace el niño a la hermana sobre lo que es "morir", el niño que le comento al profesor sobre "la oportunidad que tuvo Dios de matarle", el medico diciéndole a la partera lo asquerosa que es, la mujer de el Barón comentándole a este el nuevo "amor" que ha encontrado y que se va con su hijo). Todas esas escenas me encantaron. Demuestran lo bien construidos que están los personajes. A si todas las actuaciones están muy bien hechas, tienen un punto realista, un punto de credibilidad que trasmite al publico. Ningún personaje es parecido a otro, cada uno tiene sus problemas y sus miedos.
La parte final es sin duda la mas destacable. Cuando el maestro va a la casa del cura y le comenta que sus hijos (que grandes están por cierto, todos bien educados y con sus modales pero en realidad son extremadamente malvados) han cometido todos los incidentes del pueblo (bestiales por cierto las palizas que le dan al pobre niño con problemas mentales y al hijo de la Baronesa, se me quedo la sangre helada) estaba totalmente furioso por la idea de que al final esos hijos del diablo salieran impunes de todos sus delitos.
Por lo demás la fotografía me dejo con la boca abierta por que simplemente es maravillosa, una pena que no la hubiera visto en pantalla grande por que sino lo hubiera flipado. A si y el blanco y negro muy muy elegante.
Un 7 a "La cinta blanca"