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'Golpe de efecto': Visto y no visto

Vía El Séptimo Arte por 23 de noviembre de 2012

Resulta inevitable empezar por lo que debía de haber sido un final... que finalmente no ha sido, el de la carrera como intérprete de un Clint Eastwood al que Walt Kowalski se lo puso tan a huevo que resultará complicado encontrar otra oportunidad en la que pueda lucir tan bien. Y no, no es esta 'Golpe de efecto' que más bien lo empaña en todo caso, una producción poco "problemática" que viene a ser, empleando terminología de este juego que a los españoles nos parece tan aburrido (a juzgar por el fracaso de 'Moneyball' hace unos meses), como lanzar una bola recta para ser golpeada por cualquiera con una raqueta en la mano, como hacíamos cuando eramos críos para así poder acertar alguna aunque fuera de una forma tan fullera como lo es el personaje de Matthew Lillard. La veteranía es un grado sin embargo, y siempre es un placer ver a Eastwood haciendo de viejo gruñón en pantalla, más tan bien acompañado como está por Amy Adams o John Goodman entre otros, si bien la cinta que les une tenga más vocación de telefilme refinado que de clásico elegante y a duras penas sea capaz de marcar un tanto que no se lo hayamos ya concedido de antemano.No me pagan por copiar y pegar tal cual una sinopsis... en realidad siquiera me pagan, así que lo voy a hacer y si eso que me lo descuenten de mi sueldo (que al fin y al cabo como si fuera mi propio abuelo...): En 'Golpe de efecto' (Trouble with the curve) conoceremos a Gus Lobel (Clint Eastwood), quien ha sido uno de los mejores cazatalentos del mundo del béisbol durante décadas, pero, a pesar de sus esfuerzos por esconderlo, su edad empieza a pasarle factura. Gus, que puede decir cómo es un lanzamiento solo por el sonido del bate, se niega a quedarse en el banquillo en lo que podría ser el último trabajo de su carrera. Pero podría no tener elección. Los directivos de los Atlanta Braves empiezan a cuestionar sus opiniones, especialmente con el último fenómeno del país, un bateador que espera a que le convoquen. La única persona que podría ayudarle es también la única persona a la que Gus nunca pediría ayuda: su hija, Mickey (Amy Adams), empleada de un importante bufete de abogados de Atlanta, cuyas ganas y ambición le han hecho ascender hasta convertirse en socia.

Mickey nunca ha tenido mucho contacto con su padre, que no estaba preparado para ser padre soltero después de la muerte de su esposa. Incluso ahora, en los pocos momentos que pasan juntos, él se distrae fácilmente por lo que Mickey asume que es su primer amor: el juego. A pesar de su buen criterio y de las objeciones de Gus, Mickey acompaña a su padre en su último viaje a Carolina del Norte, poniendo en peligro su carrera para salvar la de su padre. Obligados a pasar tiempo juntos por primera vez en años, los dos descubren cosas nuevas del otro, revelándose historias de hace mucho tiempo sobre su pasado y presente que podrían cambiar su futuro.
Y así tal cual es la sinopsis oficial facilitada por la Warner Bros. sin ningún tipo de re-escritura o añadido, muy al gusto de un Clint Eastwood omnipresente, genio y figura hasta la sepultura, al que no le hace falta crédito como director para asumir como propia el alma de una cinta que dirige su socio... o su sombra para el caso. Sota, caballo y rey, tan fácil como mover la baraja de mano en mano como si fuera un melón.

Leída la sinopsis y conocida la alineación es complicado no deducir cómo jugará con la bola este equipo para llegar a primera base, de ahí a la segunda, luego a la tercera y después a las que hagan falta para sumar una carrera que incline la balanza a favor aunque sea por la mínima, la autosuficiencia de quien se sabe jugando de local y la indispensable colaboración del árbitro en el momento más determinante. Nada de home runs (¿se dice así?), gestos grandilocuentes o amaneramientos de big star a lo pongan ustedes el ejemplo... si es que le permitimos a Eastwood ser sólo Eastwood, el actor, y no Eastwood, la leyenda viva que ya es (junto a sus pantalones ajustados hasta el ombligo). En 'Golpe de efecto' no hay efectos, sólo un relato de maneras y aspiraciones clásicas en donde todo es blanco o negro y que viene a cumplir con aquello que se espera de Clint Eastwood, repito una vez más su nombre por si alguien se ha despistado, si bien cumple con el mismo rigor con el que a uno le preparan unos espaguetis a su gusto: siguen estando buenos, pero no dejan de ser los mismos espaguetis de siempre... los cuales además ya no tienen misterio alguno. Quien dijo gusto, si ya es más bien costumbre.

En 'Golpe de efecto' nos encontramos con una (políticamente) correcta producción marca de la casa sin sorpresas, cuyo argumento se nos muestra telegrafiado desde antes incluso de saltar al terreno de juego y que nunca se sale de las líneas maestras que delimitan lo que podríamos considerar como "el círculo de confianza". De buenas intenciones y valores morales, de ingenuidad muy definida que no admite reflexión alguna (seria), y sustentada principalmente en una puesta en escena discreta que deje espacio para el lucimiento de un reparto intachable en el que destaca, al margen de la presencia de Eastwood (haciendo de quien suponemos es Eastwood), una Amy Adams cuya química con su padre en la ficción sustenta buena parte de la atención, mención y consideración hacia el filme (sin olvidar al siempre grande John Goodman). Lo que se vendría a llamar un filme menor en la carrera de Clint Eastwood que tanto da ver como dejar de ver, que se puede llegar a disfrutar pero que en ningún momento emociona, y que a pesar de que siempre es un placer ver a Eastwood reverdeciendo su mala leche "feng shunga" no ofrece nada realmente ni nuevo ni relevante ni memorable ni fresco... que cause un auténtico golpe de efecto.

Nota: 6.5

por Juan Pairet Iglesias

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Comentarios

  • Avatar de Turbolover1984
    Turbolover1984 31 de Diciembre de 2012, 01:16:03 PM
    Clint Eastwood apadrina un telefilm

    Clint Eastwood dijo tras Gran Torino que se retiraba como actor e iba a seguir haciendo trabajos solo como director, pero un colega es un colega y le echa un cable a Robert Lorenz, antiguo ayudante que debuta como director en solitario. En casos como estos se ve la importancia de tener un padrino.

    La película la salva él, no solo porque seguramente sin su nombre no sería nada, sino porque su actuación (escenas como la de la tumba de la mujer ya merecen el visionado) y la de Amy Adams son casi lo único que la rescatan de pertenecer a la lista de teleflms del montón. Nos narra la historia de un cazatalentos de baseball que se hace mayor. La juventud se abre paso y con ella sus nuevos métodos, renegándolo a casi una segura jubilación y enfrentando los métodos tradicionales con las nuevas tecnologías. Por otro lado tenemos la relación con su hija, con alguna espina del pasado a extraer y viajando esta a acompañarle en lo que pueden ser sus últimos fichajes, alertada por un amigo común de su estado se salud. Ella, en ese fin de semana que debe reencontrarse con su padre y con su pasado, justamente está a punto de ascender en una carrera que no le gusta y de ponerse a salir más en serio con un novio estirado que tampoco le apasiona. Como no, conocerá al típico gracioso, que encima comparte pasiones con ella y su padre y profesión con este último también, más molón y espontáneo, de los que se bañan en un lago de noche de puntazo.

    La película está totalmente telegrafiada desde el inicio, con unos recursos dramáticos y sentimentales idem y con un "giro" final, que a poco que hayas estado atento al inicio de la cinta, es evidente desde ese mismo momento. Lo peor de todo es la reiteración de la frase que da título al film, repitiéndola hasta en escenas a cámara lenta por si no has entendido aún el concepto y por darle un toque más épico que solo consigue restarle enteros. Me puse a verla como apuesta segura, esperando un visionado ligero sin muchas pretensiones y aunque cumple, no la esperaba tan justita y que solo la salvaran los momentos aportados por los grandes nombres que figuran en su cartel.

    Nota: 5
  • Avatar de paradoja
    paradoja 27 de Enero de 2013, 02:54:16 AM
    eastwood hasta el final :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion :obacion
    aunque me gusto mas gran torino :D. :D.
  • Avatar de jescri
    jescri 27 de Marzo de 2013, 10:31:04 AM
    Siempre Eastwood diría yo   :obacion

    Ese hombre hace que cualquier proyecto sea interesante. 'Golpe de efecto' no es nada del otro mundo, una historia nada nueva sin demasiadas pretensiones, pero la presencia de un gran reparto hace que al menos uno permanezca atento toda la película. Por lo demás es la típica película basada en un deporte, con un poquito de emoción, vulnerabilidad, drama y algo de romance. Y por supuesto acertadamente o no nos intenta dar otra lección en la vida. Quizás haya una diferencia con respecto a otros proyectos, esa manera de mostrar los entresijos de un juego desconocido en España y que aquí nos enseña de manera sencilla las reglas del juego tanto dentro como fuera del campo. Eso hace que uno no tenga que ser ningún fan de este deporte para disfrutar de la película.

    Nota: 7.