Aunque la intención pueda ser la correcta, e incluso más que correcta, suele ser más una excepción que una regla que una película sea, en apariencia, mejor que el libro que le sirve de inspiración (salvo excepciones – Frank Darabont/Stephen King por ejemplo). No dejan de ser dos medios distintos, cada uno con sus patrones, recursos y posibilidades, por lo que este inevitable instinto por comparar un material original con sus derivados no debiera ser, en buena ley, un inconveniente insalvable para disfrutar de su homólogo alternativo por cuenta propia siempre y cuando, al menos, el espíritu del material original prevalezca en algo y por encima de cualquier otra intención más criminal que pueda hacer uso del nombre en busca de un reclamo que albergue alguna falsa esperanza.
'El mundo según Barney' cumple con ambas versiones de los hechos, ya sea como película o adaptación, aunque sus fotogramas se encuentren un punto tanto por debajo de las palabras de Mordecai Richler, modelo impreso al que sus responsables no obstante rinden sumo respeto, como de las propias posibilidades del relato sobre el celuloide. Y si bien el resultado no encandila como podría tampoco desmerece en nada un visionado de lo más agradable que además nos permite disfrutar de, en especial, unos soberbios Paul Giamatti y Dustin Hoffman, punta de lanza de todo un reparto que se ganan cada céntimo de su sueldo. Aunque durante su visionado se hace palpable que a la versión cinematográfica le falta algo de sustancia, por cuanto hay detalles a los que les falta dar un oficio para obtener un beneficio, decir que 'El mundo según Barney' es ligeramente inferior de su homólogo escrito es tan cierto como propenso a la confusión, porque para nada deja de ser una interesante historia, bien narrada y mejor actuada, y que culmina como una buena película por más que le falte vencer ese último frente para que haga mella en nuestro corazón. Necesidades de la producción y demás condicionantes cinematográficos, se podría decir, que dan brillo con honor al término "adaptación", ese al que tanto mal suelen hacer las producciones ligeras de cascos, si bien tampoco nos aporta una nueva definición del mismo.
'El mundo según Barney' gira en torno a, evidentemente, un tal Barney (Panofsky), difícil, imperfecto y complejo personaje al que seguimos a lo largo de los momentos más relevantes de su vida adulta a través de una amable y ágil puesta en escena que fluye por esa fina y delgada línea que separa la comedia del drama sin ser ni lo uno ni lo otro... pero tomando parte de ambas a la vez. Como prácticamente nadie en esta vida, Barney no es perfecto. Tan cierto como que no hay una verdad única, sino diferentes versiones con mayor o menor credibilidad; y la que se nos cuenta es la versión del propio Barney, excusa para una visión amable de un recorrido vital que como cabe suponer tiene sus más y sus menos, sus detalles y sus particularidades, y que definen un personaje que evoluciona y toma forma en las manos de un excelente Paul Giamatti, quién consigue humanizar un personaje que en manos de alguien menos capaz no hubiera ni cuadrado ni conseguido hacer lo que tan bien le suele salir a Giamatti: que Barney nos resulte simpático a pesar de sus múltiples defectos.
Pero no sólo Barney/Giamatti está a la altura de las exigencias. Aunque en líneas generales todo el reparto brilla en sus respectivos roles, mención especial se merece un Dustin Hoffman que se adueña de cada fotograma en el que aparece, en personaje secundario muy goloso resuelto con algo más que solvencia por un actor que después de tantos años en la brecha sigue demostrando el por qué se mantiene en dicha brecha. Con un punto de ironía, eficacia y buena caligrafía, Richard J. Lewis dirige con elegancia un film con bastante buen poso, mayormente entretenido y sensible a los valores dramáticos de la historia y sus personajes, muy humano en el retrato de un personaje en cuya imperfección nos podemos identificar fácilmente. Porque incluso cuente quien lo cuente no hay nadie perfecto, tan sólo personas con una historia al fondo... y 'El mundo de Barney' gira en torno a una persona y su historia. Y dicho esto, ya no haría falta decir más.
Nota:
7.0
Por Juan Pairet Iglesias
No te diré que no a ninguna de las dos cosas.
Giamatti