Spike Jonze es famoso por su película conceptual “Being John Malkovich (1999)” dónde lo que menos hay es una línea y lo que más hay son interpretaciones libres sobre lo que es y será. Interpretaciones que dejan satisfecho o insatisfecho según la percepción del espectador. Lo que si es que buen director si es y eso no se puede negar.
Un cuento con no más de 40 páginas y no más de 20 líneas es una empresa que suena interesante y estremecedora, pues si de por si muchos fallan a la hora de transmitir la esencia del libro, cortando pasajes y adecuándola al ritmo del cine, no es de extrañar que trabajar en el sentido contrario parezca más que peligroso. Dicho y hecho el resultado sólo puede definirse como una empresa personal y sumamente polémica.
La premisa es sencilla, dado que trata de reflejar el mundo interior de un niño que por las razones que uno quiera (no se explica, y lo poco que se intuye no termina de convencer) tiene un interior rico en el cual se debe refugiar para "escapar" o "asimilar" los problemas de la vida real que se presenta ante él como una fuente de dolor e incomprensión. Problemas de la infancia que todo niño (según cuenta el autor aunque cada niño reacciona diferente y tiene infancias diferentes) enfrenta y que pueden ser interpretados desde un punto de vista espiritual, psicológico o fantástico.
Tal vez debido a lo abierto del guión y de la interpretación esta ambigüedad juega en su contra. Al no haber un conflicto sino sólo un viaje de autodescubrimiento (cuyos resultados quedan completamente a la interpretación del espectador), no hay punto de referencia y es muy factible que nos perdamos entre monstruos, juegos y analogías entre la realidad y la fantasía.
Los monstruos no son del todo agradables, generan poca simpatía y además de todo representan (o así lo percibió un servidor) la angustia y miedos del niño, por lo que tampoco resultan muy recomendables para una audiencia infantil. Bien lo dijo el director, esto es una película “de niños” no “para niños”, muy al estilo del "Principito" o de "La Historia Sin Fin" pero sin su encanto para las audiencias de poca edad.
"Donde viven los monstruos" es fantasía, psicología y unos cuantos monstruos.
por Jalex
Y cuando comprende que esa actitud no puede aportar ya nada bueno (el rey caído), toma la decisión de emprender el viaje de vuelta a casa y abandonar/dejar atrás esa etapa de la vida que representan los monstruos.
Nota: 5,5.
Nos presentan a un crío que sufre de falta de atención o más bien diría que es un malcriado que pide atención constante. No es capaz de ver a su hermana con los amigos sin meterse por medio para dar la nota y que le hagan caso, ni ver a la madre en un momento de relax con su pareja sin necesitar en ese preciso momento que suba por su capricho a ver el fuerte que se ha montado. Es igual de cansino que imaginativo para construirse sus propias edificaciones físicas y psicológicas e imaginarse historietas mil.
Huye de casa y va a parar a una isla donde habitan unos "monstruos" con los que vivirá aventuras autoproclamándose el rey de ellos. El film resulta pese a sus poco más de 90 min. tedioso y cansino como el niño, con diálogos y situaciones surrealistas que pese a su simbolismo y metáfora no cuajan en ningún momento y da pie a una historia que no daba más que para un corto y se ha hecho un film.
El espectador puede intuir...
Spoiler
Lo único que para mi vale la pena del film (a parte de algún lado del simbolismo aunque cojee) es el aspecto visual, con preciosos parajes y sobretodo con el aspecto de los monstruos excepcionalmente cuidados y la bonita BSO que acompaña a todo. El resto como digo...surrealismo proyectado a través de un niñó fantasioso, caprichoso y violento con situaciones, diálogos y escenas de la misma índole.
Muy por debajo de la gran Cómo ser John Malkovich del mismo director y que el propio cortometraje I'm Here. Como decía, si esta hubiera sido en ese formato más reducido, otro gallo cantaría.
Un 4