Ante lo que aparentemente pueda parecer nada más lejos de la realidad: 'Bad Teacher', título en castellano del mucho más correcto en inglés... 'Bad Teacher', aunque pasable no es sino otra estúpida comedia norteamericana. Con algún que otro taco y grosería de por medio, pero básicamente es el mismo modelo de presunta comedia concebida, desarrolla y realizada de cara al lucimiento de su estrella principal, en este caso una -depende de los gustos- simpática Cameron Díaz con el piloto automático a la que le vale con ceder su cuerpo y su sonrisa para cumplir con unos muy ajustados 90 minutos de compromiso fílmico. Y poco más que ofrecer, y mucho menos como película.
Así, bajo ese manto de irreverencia que tan bien queda en un tráiler cuya versión extendida en forma de largometraje diluye por completo se esconde una producción tan cobarde como cualquier otra producción comercial más o menos convencional, sin ánimo más que de lucro y carente de voluntad por ofrecer algo que realmente justifique el reservar alguna neurona de nuestra maltrecha cosecha en pos de su recuerdo una vez se encienden las luces de la sala. Puede que lo que enseñe no esté en los libros según reza su eslogan, pero lo que ofrece es de manual... con tacos, pero de un manual digno de Thomas Lennon y Ben Garant, sin ir más lejos.En 'Profesor malo', traducción literal que me sale a la hora de meter el título en mi traductor de cabecera (aunque yo hubiera preferido 'Malaprofe' aunque solo fuera por la probable asociación con... Malamadre), Cameron Díaz interpreta a una profesora que lo es de casualidad, pues en realidad es una caza hombres en busca de un rico amante que la saque de pobre. Cómo o por qué es profesora es un misterio que la cinta nunca se molesta en desvelar, como tampoco parece que la cinta se moleste demasiado en desarrollar algo más que una suma de escenas que alrededor del alambre que sirve de eje dramático conduzcan la narración desde los títulos de crédito iniciales -lo mejor de la película- a los títulos de crédito finales. Entre medias un encantadoramente guapo (y estúpidamente ingenuo) profesor con pasta por el que deberá competir con una modélica (y estúpidamente infantil) profesora que no lo es tanto, una clase de futuros adolescentes a los que enseñar algo de provecho y una amistad con el simpático profesor de gimnasia. Nada es lo que parece, y la resolución es tan sorprendente como abrir una botella de coca-cola y comprobar que en su interior sólo hay coca-cola.
Cualquiera diría, Dios me libre siquiera de insinuarlo, que es la típica comedia de estudio en la que a un grupo de guionistas se les ha pedido que desarrollen ideas y escenas en torno a una premisa; luego todas estas palabrejas diseminadas en el papel han sido filmadas de forma harto convencional por un asalariado con crédito de director (en este caso Jake Kasdan, hijo del mucho más ilustre y verdadero cineasta Lawrence Kasdan); y más tarde el montador, que es quién mejor se lo ha pasado, se ha dedicado a unir los pedazos de tal forma que el resultado pueda ser vendido como película por el departamento promocional sea cual sea el precio al que se pague el metro de cine en el rastrillo de los domingos. Y lo cierto es que parecerse a una película lo parece, y a pesar de lo dicho incluso más de lo que cabría esperar. Al menos hace algo de gracia, que ya es más de lo que pueden decir muchas pretendidas comedias, y al menos no dura más de 90 minutos, error en el que se incurre no pocas veces cuando la intrascendencia justifica de sobra aquello de "lo bueno si es breve..." aunque no sea tan bueno. El que no te caiga mal Cameron Díaz ayuda, por cierto.
¿Lo mejor de la película? La moralina, presente, pero tan disuelta entre líneas que no hay escena final sonrojante ni discurso con el que redimirse, lo que unido a un ritmo endiablado hacen de ella una experiencia tan ligera que no da tiempo a que duela. Es lo que es, sin más, y eso merece cuanto menos un respeto. Porque a la cinta también cabe reconocerle que tampoco pretenda ser otra cosa más que lo que es, y que dentro de lo que es tiene un pase, el suficiente como para distraer durante su proyección en la pantalla y reírnos alguna que otra vez. Y estamos en verano, un verano que que con su calor puede provocar que un día cualquiera incluso un buen aire acondicionado puede hacer de una película una alternativa pasable si nos atenemos a las consecuencias: un par de días despúes no sabremos a donde fueron a parar esos 8 euros...
Nota:
5.0
por Juan Pairet Iglesias
La verdad es que Bad Teacher no es tan horrible como podríamos esperar, si que es cierto que es una película bastante mediocre y que realmente no tiene nada nuevo que aportar, aún así consigue dejarse ver e incluso en alguna ocasión es capaz de provocar una sonrisa, gracias a un humor políticamente incorrecto, cosa que es de agradecer.
Es imposible no ir dos pasos adelantado a ella, pero la cosa se sostiene, en gran parte por la buena labor de sus secundarios y una Cameron Díaz que se encuentra sorprendentemente graciosa. Un visionado de olvidado rápido, que se intenta desmarcar un poco del resto de las comedías que llegan a nuestras pantallas, sin acabar de conseguirlo. Podría haber sido mucho peor.
4/10
Esperaba encontrarme con una comedia soez de paridas malas y sin embargo su propuesta es buena, pero no cuaja.
Cameron Díaz que contra todo pronóstico hace un buen papel y es de lo mejor de la cinta es la típica sanguijuela que solo se acerca a los demás para aprovecharse de ellos. Su meta en la vida es encontrar a alguien que la mantenga dado que su prometido la ha calado a tiempo antes de llegar la boda y la ha largado de casa. El personaje está trabajado, quiere parecerte odioso y lo logra.
El otro mejor punto de la cinta es Lucy Punch, aunque seguramente no sea objetivo porque con cada aparición suya se me caía la baba con dotes más allá de las actorales.
Se dibuja como una comedia incorrecta y a parte de ya que se mete en esos terrenos se echa de menos que no vaya más allá, falla en la ejecución.
Los sucesos que nos cuenta no interesan, tanto las situaciones como los diálogos (bastante insulsos) no causan en ningún momento ni una mueca de sonrisa y sobretodo los personajes secundarios están muy flojos y no hay química en la pantalla entre el reparto y eso que los actores son buenos, cogidos la mayoría de comedias de éxito de la parrilla televisiva.
Es difícil transmitir las sensaciones que deja esta extraña comedia que no acabas de saber que pretende. Entre otras cosas y dentro de su incorrección, se salva de algunos tópicos pero acaba como era predecible desde un inicio pero de forma tosca y forzada cuando no hay ningún cambio real en la protagonista que lo justifique.
Un 4
Y lo que me reí con lo de:
Spoiler
Lo siento, no como almejas
Nota: 5.