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'Harry Potter y las reliquias de la Muerte: Parte 2' - Bye Bye Potter

Vía El Séptimo Arte por 14 de julio de 2011
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Y al fin llego el tan temido como esperado final: Tras las ocho películas y los diez años transcurridos desde que en 2001 se asomará por primera vez a la gran pantalla de la mano del (aburrido) Chris Columbus con 'La piedra filosofal', Harry Potter se despide de nosotros con esta 'Harry Potter y las reliquias de la Muerte: Parte 2', capítulo final con el que los alérgicos a las letras, ya sea por voluntad propia o ajena, descubriremos como termina esta historia que ha encandilado a miles y miles de fans. Y la pregunta que todos se hacen es, ¿es este un broche final digno de ser el broche final de una franquicia tan popular como la de Harry Potter? Y la respuesta, al menos por parte de un ignorante como lo es un servidor, es un sí rotundo.

Seamos claros, si la franquicia inspirada en los relatos de la hoy en día muchimillonaria J. K. Rowling pasará de forma inequívoca y por méritos propios a la historia no será precisamente por su calidad cinematográfica, algo de lo que ha ratos ha llegado a estar un tanto justa. No cabe duda de que Harry Potter es un fenómeno esencialmente literario cuya extensión cinematográfica ha derivado en una saga que si bien es sólida, coherente y modélica en su apuesta carece en parte de esa magia de la palabra impresa para hacer de ella algo más que una costumbre, una serie de largometrajes dependientes que si bien pueden disfrutarse no terminan de hacerse valer por su propia condición como vehículos puramente cinematográficos... tendencia qie este épico y emocionante final rompe para convertirse en esa experiencia (visceral) que siempre tenía que haber sido Harry Potter.

Más vale tarde que nunca.

Como ya deje bien claro en mi crítica de la primera parte de este díptico final, mi gusto cinéfilo no transita por los mismos páramos por los que lo hace la imaginación de J. K. Rowling cuya obra desconozco; nisiquiera desde entonces he conseguido intentar ver todos los largometrajes que conforman la saga al completo y, a excepción del filme de Allfonso Cuarón, nada de lo que había visto hasta ahora me había inclinada hacia algo parecido al entusiasmo que se desprende de todo visionado gozoso... de ahí que, precisamente, mi ánimo no me impulsara lo suficiente como para solventar dicha carencia que en parte ha tenido que ser salvada de oídas y por terceras personas. Había. Porque lo cierto es que dados los precedentes se podría decir que tras ser testigo del que cabe reconocer como evento cinematográfico del verano, tampoco nos pasemos, he salido de lo más entusiasmado... que no directamente entusiasmado, aunque casi.

Y es que me da, esa es mi impresión, que con un final hacia el que conducir todos sus esfuerzos y un volumen dividido en dos -del que el afortunado vencedor ha sido esta Parte 2 que gana por goleada a la más densa, espesa y ¿torpe? 'Parte 1'- sus responsables por fin ha conseguido algo parecido a lo que J.J. Abrams consiguió con su 'Star Trek': Contentar tanto a fans como a no fans, entregando un filme muy equilibrado y ajustado en el que se rinde respeto a los primeros ofreciéndoles un vibrante pasatiempo a los segundos. Una de cal y otra de arena, y si con la 'Parte 1' toco cual sea la mala de esa expresión, con esta 'Parte 2' ha tocado la contraria.

A la cuarta va la vencida y David Yates por fin se ha disfrazado (o le han disfrazado) de cineasta en su última oportunidad al frente de la franquicia, puede que no por casualidad el único título de la misma que no acarrea consigo la responsabilidad de servir ni como puente hacia una siguiente etapa de la historia ni de condensar toda una novela en una única unidad cinematográfica, y que se presenta no sólo como un vehículo tan profesional como los otros que sabe cumplir con su responsabilidad para con su pasado sino que además se forja un posible futuro como película propiamente dicho, lo suficientemente además como para erigirse en el mejor título de la franquicia con permiso de, una vez más, ese prisionero de Azkabán, lo que no es óbice para catalogarla como la entrega más espectacular que reluce a través de un 3D cuya conversión, cierto es, luce dignamente como si hubiera sido filmada como tal, prueba evidente del mimo y respeto a un punto de partida que ha permitido que la saga nunca haya sido ni perfecta, de acuerdo, pero tampoco y para nada un mero compromiso comercial.

La evidente problemática que siempre acecha en el compromiso de adaptar un texto cuya longitud excede su improbable condensación dentro un metraje fílmico razonable se ha logrado sortear, al menos en esta su segunda mitad, gracias a la decisión comercial no tan descabellada desde un punto de vista artístico -en vista del resultado- de repartir las 638 páginas de la novela en dos entidades bien diferenciadas, y que permiten hacer de esta última una producción equilibrada, sólida, de clara y fácil exposición narrativa, especialmente efectiva a la hora de plantear un desarrollo dramático muy convincente salpicado de constantes y espectaculares set pieces, combinando a la perfección su compromiso tanto para la historia como para el entretenimiento. Claro es que esto no se podría haber logrado de no existir un precedente en forma de otros siete largometrajes, más que suficiente background para respaldar esta apuesta final por un largometraje más centrado en la acción directa de resolver los diversos frentes abiertos en la trama.

Evidentemente, la película sigue teniendo algunas limitaciones tan propias de la saga como de otras adaptaciones de textos más grandes que el celuloide: Momentos en los que la magia es una buena excusa para sortear y/o aligerar momentos de la historia de forma un tanto arbitraria (y que si bien los lectores defenderán en parte por encontrarse dichas respuestas en los libros no cabe obviar que toda adaptación cinematográfica debe poder valerse por sí misma); personajes que apenas se les dá algo de margen más que para cumplir con el expediente (como el interpretado por David Thewlis); o situaciones y escenas resueltas de forma aparentemente tan sencilla y precipitada que apenas si da para saborearlas como algo más que un simple y nimio escollo ocasional en el camino final del héroe...; y por supuesto esa dependencia innata y excesiva hacia el personaje central de un Harry Potter dueño y señor de la escena y lo que haga falta, monopolio dramático de un relato al que poco se le permite alejarse de su sombra. Pero a veces no es tanto cuestión de lo que se cuente sino de cómo se cuente, y que cuente lo que se cuente se haga con eficacia, mañana y la suficiente habilidad como para que no pensemos, simplemente nos dejemos llevar.

Y 'Harry Potter y las reliquias de la Muerte: Parte 2' lo logra, y con creces. Un final tal vez esperado como lo era el del 'Episodio III', lo es con sus carencias como lo es que con sus virtudes, y aunque a la cinta propiamente dicho quizá le falta algo de sustento que dé algo más de forma a la calma que precede a la tormenta, no hay que olvidar que ya hemos tenido siete entregas de "calma". Este capítulo final es una tormenta visceral, emocional, particularmente espectacular y con un mayor índice de épica en un sólo plano que toda 'Transformers 3', y donde no sólo destaca un nivel técnico de excelente caligrafía visual ni la meritoria buena labor de sus intérpretes, sino también el acierto de la notable partitura compuesta por Alexandre Desplat para la ocasión, un excelente acompañamiento a sus imágenes que sobrevive además como una partitura independiente de gran sonoridad.

A la franquicia de Harry Potter cabe reconocerle muchas cosas, tal vez no desde un punto de vista meramente cinematográfico que podamos considerar como entusiasta, pero si desde el punto de vista de la producción en sí mismo, de los logros que se esconden tras su creación y concreción, de haber recuperado un cine juvenil y fantástico de calidad, de haber tratado de ofrecer un espectáculo digno a la vez que se cuidaban la historia y los personajes, y de la solidez de una franquicia que respeta a la audiencia y se mantiene con solvencia desde el primer día -aún con altibajos- hasta el último tanto a nivel comercial como a nivel artístico. En resumen, puede que ninguna de las sucesivas entregas de Harry Potter se han caracterizado por ser grandes obras del séptimo arte ni películas a tener en cuenta a finales de año para competir con los trabajos de cineastas de pura cepa, pero tampoco lo pretendían ni lo necesitaban ni le hacían falta dichos reconocimientos, más difícil todavía resulta convertirse en todo un evento mundial... y aún más mantenerse a lo largo de los años con la misma fuerza. Con este broche final Harry Potter y sus amigos (y enemigos) le ponen un verdadero broche de oro a una saga emblemática a la que unos y otros, fans y no fans, echaremos de menos. Y lo hace con lo que todo blockbuster veraniego debería ser pero casi nunca alcanza para ser: una elaborada y hábil obra de entretenimiento con un trasfondo llamado historia y unos títeres llamados personajes. Aprende Michael Bay, esto si es épica, esto si es emoción... esto si es puro cine, no del bueno sino del otro, de ese que se disfruta con el corazón y no con la cabeza.

Gracias Harry. Gracias.

 

Nota: 7

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

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Comentarios

  • Avatar de Botxi
    Botxi 21 de Agosto de 2011, 05:06:21 AM
    Parece que han sabido rescatar lo que parecía que se estaba convirtiendo en naufragio, tras dos o tres decepciones consecutivas, termina la saga, pero termina como debe de ser, con un buen sabor de boca, con la sensación de que nada se queda en el tintero, con la certeza de no haber aburrido en absoluto en ningún momento, y con gran fidelidad al libro, de hecho puede que sea la versión que mejor se adapta (sabe dejarse las cosas más irrelevantes, no como en anteriores que no nombraban sucesos bastante importantes y cosas sin apenas valor las plasmaban...).
    Entretenida de principio a fin, si hay que sacarle algún fallo, diremos que el final es un poco amargo (aunque así lo cuente el libro), el hecho de que Harry no termine siendo director o profesor en Hogwarts me defrauda un poco, aunque en cierto modo eso sería lo esperado, y de esta manera se convierte en un tanto impredecible...
    Grandes actuaciones, sobre todo cabe destacar la de Snape (como señala Querol), y pelos de punta con el "cameo" de la BSO de Williams, ya pensaba que no la volvería a escuchar.
    En definitiva, gran película, que cierra una saga con altibajos que empezaba a tener "el síndrome de la serie española" (como tiene éxito la voy alargando hasta que el cuerpo aguante y luego ya pondré un final de consecuencias...) aunque finalmente no ha sido así, la ha cerrado por todo lo alto, no es la mejor para mí (como si lo es el cierre de ESDLA), pero si de las mejores.

    8,25/10
  • Avatar de ÁngelNeg
    ÁngelNeg 23 de Octubre de 2011, 07:14:45 AM
    Lo malo de no estar fanatizado con el maguito y que transcurra mucho tiempo entre una y otra entrega, es que las cosas llegan a olvidarse. Muchos términos y personajes mencionados apenas en la primera parte de esta última entrega, ya no me venían a la mente, po lo que los obviaba en contexto y dejaba que todo siguiera. Sin duda tiene excelente material para capturar la atención y me parece que tiene demasiados buenos momentos. Exceptuando el final de pena ajena que nadie se puede creer o asimilar. El maquillaje fatal... bien pudieron hacer uso de la digitalización para que fuera más creíble. En fin, por lo menos ya todo pasó a mejor vida, y habremos quien no extrañe a estos personajes. 7/10
  • Avatar de Amármol
    Amármol 31 de Octubre de 2011, 07:38:20 PM
    me pasa como a angel; muchas cosas que se deberian saber, las ignoraba (por olvido algunas, por no seguir bien la saga otras)
    al menos, algo bueno: se han olvidado de los paseos de la primera parte ede las reliquias y se han centrado en las batallas
    bien el torpon, como dice querol
    y bien el de negro tambien
    un 6
  • Avatar de Yeezus
    Yeezus 14 de Septiembre de 2014, 03:22:32 AM
    Y con el fundido a negro se va mi infancia. La épica conclusión del cosmos mágico creado por JK Rownling cuando se encontraba al borde del abismo es curiosamente la mejor escultura del director David Yates en toda la franquicia (que no la mejor película de la saga). El marco argumental cerrado sin hacer muchas aguas a pesar de su prounda complejidad, la excepcional evolución del personaje creo que para todos cumbre de esta década, Severus Snape, el cual se ve detallado en esta última entrega con mucha más facilidad, y la espectacularidad de los efectos para la segunda parte del film, repleta de acción incontenible, son los pilares sobre los que se asienta esta épica conclusión final del héroe de toda una niñez, del chico con gafas y cicatriz en forma de rayo que nunca saldrá del corazón de toda una generación. Una notable película, una sobresaliente segunda parte, una inolvidable saga. Hasta siempre Harry.




    That's what I say.
  • Avatar de Wanchope
    Wanchope 01 de Septiembre de 2017, 05:37:07 PM