'Asalto al tren Pelham 123' es entretenidísima, como corresponde por otro lado a un director tan disfrutón (y al que tanto debemos) como Tony Scott. 

Sin pretender ser nada más que lo que es, y con un ritmo enviable, el film se centra en lo importante sin marear la perdiz ni tomarse ningún descanso por el camino; sencillamente, con un guión bien apañado, un director más que solvente y un reparto de sobra carismático, se limita a ir del punto A al punto B sin más ambición que la de entretener durante todo el trayecto.

'Asalto al tren Pelham 123' es, pues, lo que cabe esperar que sea: Una película efectiva y sin grandes pretensiones que cumple con rectitud y honestidad como un gran y estilizado pasatiempo. Aunque los excesos visuales de Scott puedan resultar artificiosos, que lo son, o incluso en algún momento ser molestos, que también, no es menos cierto que el cineasta los maneja como nadie.

Porque Scott es lo que se dice un autor.

Al servicio de los estudios, la acción y el ruido, puede, vale, bueno; pero un autor como por ejemplo Michael Bay, con un estilo muy definido, una personalidad propia arrolladora y un excelente dominio del ritmo. Prueba de ello es su extensa filmografía, repleta de títulos tan contundentes y disfrutables como sin ir más lejos, lo es también esta 'Asalto al tren Pelham 123'.

Si a eso le sumamos dos actores tan carismáticos como Denzel Washington y John Travolta cuya sola presencia dignifica casi cualquier producción... 

Quizá me deje llevar por el entusiasmo y el populismo veraniego inherente a una propuesta así; quizá es que no tenga para nada fresca 'Pelham 1, 2, 3' y me sea fácil obviar su condición de remake. Pero es lo que tiene disfrutar con una película más allá del tecnicismo de considerarla buena o mala. Una película, 'Asalto al tren Pelham 123', que, efectivamente, no descarrila.

Y que ofrece lo que promete, que no es otra cosa que entretener envuelta en el encanto del cine que ha hecho grande a Tony Scott

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex