En Enero de 2013, en relación al estreno de 'Jack Reacher' en España, comentaba que Tom Cruise es una gran estrella que se basta solo para justificar una película, cosa que lleva siendo los ahora últimos 30 años. Y hasta que se demuestre lo contrario lo seguirá siendo. También es mejor actor de lo que muchos quieren creer si bien, lo dicho, es ante todo una gran estrella. Y ser una gran estrella tiene sus cosas, tanto buenas como malas, y que se resumen en una obviedad casi detestable: eres quien eres. Tom Cruise es Tom Cruise, y haga lo que haga seguirá siendo Tom Cruise. De ahí que hablar de un filme protagonizado por alguien como Tom Cruise es hablar de Tom Cruise.

Y hablar de una película con Tom Cruise de protagonista suele ser, por norma, hablar de una producción más que solvente, con un reparto envidiable y de resultados más que satisfactorios para el grueso de quienes contribuyen en taquilla. Habrá quien le niegue el bien por, no sé, simple prejuicio y/o principios, si se prefiere decir de esta manera, en cuyo caso esta secuela se quedará con pocos argumentos con los que convencerles. Porque por más que Tom Cruise se vista de nuevo como Jack Reacher, no deja de ser Tom Cruise haciendo de Jack Reacher (por segunda vez).

Al igual que de la primera, de 'Jack Reacher: Sin regreso' también podemos decir que es (casi) tan buena como la imagen que del omnipresente Cruise podamos tener, y (casi) tan buena como se lo permitamos al cine comercial. No obstante, obviedades al margen y dejando atrás la sombra de Cruise, a diferencia del primer 'Jack Reacher' esta continuación ni es tan solvente ni es tan robusta por más que, como el debido eco con el que se presenta, emule ese mismo aura de simplicidad sin grandes trucos o artificios que remite claramente a la vieja escuela.

La palabra clave sería "emular", o más bien el intento "por emular". Del mismo modo, esta vez no es tanto el nombre de Tom Cruise como el de Christopher McQuarrie, cuya ausencia tras las cámaras pone de manifiesto la buena labor que llevó a cabo en 2012. Su sustituto, Edward Zwick, no pasa de la corrección de la misma manera que la propia cinta no pasa de esa misma corrección, carente del nervio y el pulso con el que McQuarrie fue capaz de rodear a la primera aventura de un Jack Reacher que, aquí, pierde la partida contra el Tom Cruise más servicial y conservador.

'Jack Reacher: Sin regreso' es el tipo de película en el que alguien, sin venir a cuento, le enseña una cosa particular a otra persona en mitad de la película. Podían haber sido 100 cosas distintas, pero no, sólo le enseña una... justo la que le va a hacer falta al final de la película. Un detalle que define a toda la película por completo, y que la empequeñece al tiempo que engrandece a la de 2012. "Sin regreso" quizá sea una advertencia para con el espectador de una más que decente y digna producción comercial que lo es mientras no miremos a otro lado.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex