El codirector de Padre Padrone rinde tributo a Luigi Pirandello resiguiendo las peripecias de los restos del dramaturgo desde su fallecimiento en Roma en 1936 hasta su sepultura definitiva en su Sicilia natal quince años después.

Una propuesta repleta de inventiva entre el drama absurdo, la poética neorrealista y la commedia all'italiana, en un film que se transforma sobre la marcha, de las imágenes de archivo iniciales pasando por los clips de títulos neorrealistas que alumbran el recorrido hasta desembocar en la dramatización final donde brilla otra banda sonora cautivadora de Nicola Piovani (La vida es bella).

Un "sic transit gloria mundi" cinematográfico sobre la vida como viaje para acompañar el recuerdo de los muertos.