Después del reciente estreno en Netflix de 'Campamento alienígena' tengo claras dos cosas. Primero, que la infancia que hemos tenido los que crecimos a la sombra de ET, Cazafantasmas, V, Star Wars o Indiana Jones somos unos privilegiados por haberlo vivido. Segundo, que en pleno siglo XXI, los años 80 no pueden estar más vivos. Y si no pensar en 'Ready Player One', 'Stranger Things', 'It', 'Jurassic World', 'Terminator', 'Turbo Kid' o la próxima producción española 'Paraíso', que estará ambientada en 1992 y seguirá un poco la estela de la ficción de los hermanos Duffer. Así que permitirme que entre tanta moda de secuelas, blockbusters, remakes, Marvel y monopolio Disney... se me escape una sonrisa nostálgica con estos proyectos.

En pleno apogeo del "Yo fui a EGB" parece que ha cogido más valor que nunca los productos que nos devuelven a la nostalgia ochentera. Vinilos, juguetes, ropa e incluso coches clásicos se encuentran en todas partes como forma de colección o de disfrute para todos aquellos que han nacido en esos años. Y es que si miramos la cartelera ahora, también parece que vivimos en el principio de los años 90: 'Toy Story', 'Muñeco diabólico', 'Aladdin', 'Hombres de negro' o 'X-Men' coinciden en cartelera aunque sean entregas posteriores, tal y como lo hacían hace años sus primeras cintas.

¿Pero por qué somos tan fans de los 80? Quizá porque por aquella época, todo lo que vivíamos con Zemeckis, Lucas, Spielberg, King o Carpenter era novedad, nos impresionaba y ahora nadie concibe el cine o la literatura sin ellos. Además, existía ese viaje fantástico del héroe/heroína que siempre acababa bien, era un disfrute porque siempre vencían los buenos y, en plena era de 'Juego de tronos', ahora no se salva ni el apuntador. Siempre hay sorpresas, y ojo, que no digo que sea malo, lo que digo es que antes era más fácil. Había una cierta tensión sana en lo que veías pero siempre pensabas que tenía que acabar bien.

Todos pensábamos que Marty de una forma u otra regresaría a casa, que el gran tiburón blanco moriría, que ET regresaría con su familia o que se encontraría al asesino de Laura Palmer. Que los extraterrestres de V abandonarían el planeta, que Michael Knight se alejaría con Kitt en el horizonte o que el Equipo A sería absuelto de un delito que no cometieron. Por fin Oliver jugaba el mundial con Japón, y no era un sueño como en 'Los Serrano'. ¿O si?

Si es que todo era mucho más fácil, no había que romperse la cabeza mucho. Quizá eso es lo que pasa ahora, que nadie se quiere romper la cabeza con ideas nuevas, y tiran de lo que ya está hecho para intentar ir sobre seguro. Porque no me digáis que últimamente todo son secuelas, remakes y derivados. Productos nuevos... pocos. Y eso quizá es una crisis de ideas, que es poco probable, o quizá es una cuestión de dinero. E ir a lo seguro.

Sin duda, el final de la II Guerra Mundial propició que la comunicación se extendiera de una manera que no era posible antes, y que muchos productos que no hubieran podido tener difusión, consiguieran hacerse paso y llegar a diferentes países. Ahora tenemos Internet, y podemos acceder a la información y a lo que queremos ver casi desde cualquier parte prácticamente. Pero antes los amigos, o las parejas, se reunían en los cines para ver el último estreno o la película de la que todos hablaban. Era casi la única forma de socializar, junto a los salones recreativos de videojuegos, donde se pasaba la mayor parte del tiempo. Y quizá esa inocencia, esa sencillez es lo que se echa de menos en estos tiempos y miramos hacia atrás como una forma de intentar encontrarla. Ese es el secreto de los 80, de porqué son tan fascinantes.

Y de esto, como no, se sirve la industria para darnos en el corazoncito y sacar productos que nos toquen la fibra. Muchas son las obras que verán la luz durante este año y que nos recordarán porqué los 80 molan tanto, y aquí os nombro solo algunas. El 4 de Julio vuelve 'Stranger Things' con su tercera temporada, y que ha supuesto el retorno de los 80 de una forma brutal, y más enfocado a la televisión. En Septiembre seguiremos viendo a Pennywise, el payaso horrible en 'IT: Capítulo 2', donde continuaremos la vida de los perdedores ya de mayores, volviendo al lugar donde libraron la batalla contra el malévolo ser. En noviembre regresará James Cameron con 'Terminator: Destino oscuro', y el regreso una vez más de nuestro gobernador en la piel del androide dispuesto a salvar a Sarah Connor una vez más. Noviembre es el mes de los ángeles. 'Los ángeles de Charlie' llegan a la cartelera con una versión modernizada encabezada por Kristen Stewart y Naomi Scott, dispuestas a coger el relevo de sus hermanas mayores. Y para cuando nos demos cuenta llega diciembre, y con él, el fin de la saga de Star Wars protagonizada por los Skywalker.

Parece que es hasta profético, que se cierre el 2019 con una cinta que se estrenó en el año 1977, y que sin duda supuso un fenómeno de masas, creciente con los años, y de la que ni su propio creador podía llegar a imaginar que tuviera tal impacto. En esos años se empezaba a forjar la cultura ochentera que tanto ha llegado a nuestros días, y que tan buenos recuerdos y productos nos han dado. Suerte que ahora podemos disfrutarlos de otra manera, algo más mayores, pero que han influenciado tanto en la sociedad que es un orgullo haberlo podido ver. Sin duda un final de ciclo necesario pero no por ello menos triste, pues también es el fin de una historia que comenzó hace muchos años en una galaxia muy muy lejana. Y aunque se acabe esta historia, estoy seguro que seguiremos asistiendo a la resurrección de viejos productos abandonados en un cajón, o perdidos en la memoria de nuestra infancia. Y si no me creéis, sólo tenéis que mirar bien a vuestro alrededor, seguro que algo encontraréis que saque la sonrisa de vuestro niño interior.

Por Christian Arza