Después de 50 años, Clint Eastwood ha conseguido con 'Sully' el mejor estreno de toda su carrera, ya sea como actor o como director. Y además de largo y con mucha diferencia, doblando prácticamente los 18 millones que consiguió 'Space Cowboys' en el año 2000. Su primera colaboración con Tom Hanks ha logrado recaudar 35 millones de dólares en sus tres primeros días en cartel, lo que además la convierte en el quinto mejor estreno de la historia en septiembre.

Por su parte Sony se apunta un nuevo tanto con 'When the Bough Breaks', el tradicional filme "para afroamericanos" que la compañía suele estrenar en septiembre a través de su filial Screen Gems. Rentabilidad prácticamente garantizada a pesar de que no será ni mucho menos el más exitoso en su especie. Como siempre, es lo que tiene invertir "lo justo" y "necesario".

Peor sin duda les ha ido a los otros dos estrenos de la semana. Mientras que Lionsgate certifica una vez más con 'Robinson, una aventura tropical' su escasa suerte con el cine de animación, la supuesta "resurrección" de Relativity Media con 'The Disappointments Room' no es tal. También es verdad que ambos eran lanzamientos con muy bajas expectativas y un coste muy reducido... sin ir más lejos, decir que no es lo mismo que 'Ben-Hur', convertida ya de manera oficial en el gran fracaso del año merced a unas pérdidas se calcula que por encima de los 100 millones de dólares.

De entre los títulos en cartel destacar dos cosas: una para bien, el éxito semana a semana, discreto pero firme de la que por aquí conoceremos como 'Comancheria', y que prácticamente ya multiplica por cinco las cifras de su estreno. Y otra para mal: 'Morgan'. En su segunda semana y tras un pésimo estreno pierde un no menos desastroso 75% y apenas recauda medio millón en 2.000 cines, evidenciando el nulo interés que ha despertado (al menos en Estados Unidos). 3,5 millones en dos semanas, lo que la convierten en uno de los diez peores grandes estrenos (en más de 2.000 cines) de la historia...

PD: 'Escuadrón Suicida' ha alcanzado los 700 millones de dólares en todo el mundo. No pueden ser tan malos.