Palestina Blues
Vía Festival de Venecia
por reporter 02 de septiembre de 2010
Comentábamos ayer que muy bien habían empezado las cosas para la 67ª edición del Festival de Cine de Venecia, pero desgraciadamente, como suele ser habitual en este tipo de citas, la alegría no es demasiado duradera. Y eso que para la segunda jornada de la Mostra había programadas dos películas que al menos a priori habían despertado mucha expectación.
'Miral' lo había hecho por distintos motivos. El primero, su director, el multifacético Julian Schnabel, que se cubrió de premios y alabanzas (todos ellos muy justificados) con su última película hasta la fecha: 'La escafandra y la mariposa'. Desde sus primeros pasos en el mundo del séptimo arte, ha conseguido tantos admiradores como detractores, de modo que con cada señal de vida que da, siempre hay un bullicio de gente alrededor, deseando santificarlo o decapitarlo, según convenga.
La segunda razón para tanto interés en 'Miral', su temática. No hay más que echar una ojeada a cualquier periódico de hoy para darse cuenta que el conflicto israelo-palestiniano ocupa la primera plana de la crónica internacional. Para más inri, la propia administración Obama (que, recordemos, juega un papel de mediador en el diálogo entre ambas partes) se ha encargado de recomendar el filme para comprender mejor lo que sucede en Oriente Próximo. Para quien no lo sepa todavía, la cinta es la adaptación a la gran pantalla del libro homónimo de la escritora italo-palestina Rula Jebreal, que narra la historia de Hind Husseini, una mujer que fundó un orfanato en Jerusalén coincidiendo con la partición de Palestina y la creación del Estado de Israel, donde acogió a los niños que se convertían en víctimas del conflicto.
Pues ningún argumento de estos ha sido suficiente para salvar de la quema a la película. Ahora mismo resulta más fácil encontrar manifestantes a favor de Berlusconi en las calles de Venecia -que ya es decir- que no una crítica a favor de 'Miral', una película a la que se ha tachado de vacía, de tratar sus problemáticas con brocha gorda, y de hueca tras tanto alarde técnico. ¿Se descarta ya a la cinta para la temporada de grandes premios? Para nada, y menos estando detrás del cotarro los megalómanos Weinstein, que en esto de conseguir lo que quieren saben mucho.
Ha mejorado un poco el panorama con 'Norwegian Wood', otra propuesta a la que se tenía que seguir muy de cerca. De nuevo por su director (el franco-vietnamita Tran Anh Hung, autor de cintas de culto como 'Pleno verano' o 'El color de la papaya verde') y por basarse en la archi-conocida y adoradísima novela de Haruki Murakami, ''Tokio Blues''. De la mano de la sensual Rinko Kikuchi, Anh Hung ha presentado en la Biennale una película de preciosa factura pero que no ha acabado de dejar el poso emocional que tanto domina el célebre escritor japonés. No puede hablarse de fracaso, pero sí de ocasión desaprovechada.
Por último, y casi sin quererlo (o por incomparecencia del rival, se podría decir), la italiana 'Pecora nera' se ha erigido como la sorpresa del día. Se trata de otra adaptación literaria, escrita (tanto el guión como el texto original), dirigida e interpretada por Ascanio Celestini, que ha destacado especialmente en labores de intérprete. La historia oscila entre la comedia y el drama para presentarnos a un hombre que lleva internado en un manicomio desde su niñez. Tragedia de difícil digestión pensarían muchos, pero por suerte Celestini se las ingenia para no excederse en la dureza de un relato que hasta en momentos puntuales ha conseguido arrancar alguna sonrisa al respetable. He aquí otra clave de este pequeño éxito.
Click aquí para más información
Me alegro mucho por Álex y sobre todo por el cine español. Habrá que prestar atención a los payasos en la Guerra Civil, a la de Sofia Coppola (esto me recuerda que tengo que ver su drama de época), 'Black Swan' (¿Mila Kunis eclipsando a la Portman?) y 'Essential Killing' que se ha llevado aplausos y palos a pares.
Grande reporter, nadie como tú lo hubiese hecho mejor