Una de cal y otra de arena
Vía Festival de Sitges
por wanchope 15 de octubre de 2013
Nunca he sabido a ciencia cierta cual se supone que es la buena y cual la mala, si la cal o la arena. Da igual. El día comenzaba temprano, incluso antes de acabar el anterior, con 'The Wrath of Vajra', ucrónico martial-explotation de auténtico lujo. La cinta, para entendernos, es una especie de versión china de 'Evasión o victoria' con artes marciales en vez de fútbol. Aunque su historia es lo de menos, siendo sus muy buenas peleas y su excelente acabado técnico el que nos deja con una sonrisa en la boca.
A continuación... la decepción, con 'Taichi Zero', secuela bastante pobre que apenas si conserva algo del encanto del primer filme, visto ahora hace un año en esta misma sala y circunstancias. Sin el humor o el ingenio de esta, una hora larga de película de puro relleno como antesala de unos 30 minutos finales aceptables, pero que están lejos de servir de compensación, especialmente ante el poco empaque de tan prescindible producción.
Continuamos haciendo mención, aunque sea sólo de pasada (lo que se merece), a 'Escape From Tomorrow', la famosa cinta rodada a escondidas en Disney World... que eso mismo viene a ser casi lo único que ofrece, que tampoco es poco y ya es algo. La gracia está en el formato, si la tiene, porque a partir de ahí poca cosa. Fallida, o simplemente un moribundo experimento sin gloria (y falto de ideas, o de medios para ponerlas en práctica).Pausa para un café, y mirar a ver como ha quedado el Real Zaragoza, que uno ya no sabe ni en qué día vive. Ganamos, dos goles a uno. ¡Bien! Y nos metemos a ver 'We Are What We Are', remake de la película mexicana 'Somos lo que hay' de 2010 que se sumerge en esa América profunda que tantos buenos frutos ha dado en el cine. El filme de Jim Mickle es una fiel reinterpretación del original, un relato crudo y muy logrado que, cocido a fuego muy lento, sabe generar inquietud abrazando un tono realista en detrimento de la sangre. El resultado no es perfecto, he aquí que la resolución se pasa un poco de rosca, pero sí satisfactorio y de un poderío indudable mientras está en pantalla, si bien este, una vez acaba la función, ahí se queda.
A continuación la gran sorpresa de la jornada y de lo que llevamos de festival, 'Coherence', uno de esos filmes que llegan sin hacer ruido pero que se marchan con el corazón de unos cuantos en el bolsillo. Ciencia-ficción sobre realidades paralelas a lo 'Primer', creado a través del ingenio y de las palabras. Una especie de cubo de rubik cinematográfico muy ágil y que funciona sorprendente bien, que engancha de principio y a fin siendo además que, dentro de la relativa complejidad de su argumento, es muy accesible para todo tipo de públicos. Recomendable, mucho.
Y de una grata sorpresa... a una gran decepción, la de Brillante Mendoza y su incursión en el cine ¿de fantasmas? con 'Possession', que define perfectamente la expresión "como un pulpo en el garaje". Y es que es el propio Mendoza quién parece empeñado constantemente en sabotear un filme tedioso que, rumbo a ninguna parte, se sufre en el mal sentido. Podría haber tenido futuro como drama periodístico, podría, de no ser por sus ridículos espasmos genéricos que rompen cualquier atisbo de crear algún tipo de atmósfera. Por algo es la sesión en la que más gente ha dimitido sobre la marcha...
A continuación, costumbre del día, toca otra buena... aunque tan particular que vamos a dejar abierto un margen de duda. Hablamos de 'Borgman', una retorcida y astuta fábula cargada de malicia y un negrísimo humor negro tan afinado que asusta por la complicidad que puede llegar a generar. A mitad de camino entre el cine de Haneke y el de Lanthinos, un filme ante el que sin ser "raro" hay que transigir un poco, libre de desenvolverse por su propio universo con total libertad e impunidad. En parte por eso mismo, o más bien, en gran parte por eso mismo.
Después de una buena... otra mala, muy mala, aunque en este caso al menos a voluntad y a conciencia, que por muy deleznable que pueda ser hay que admitir su plena sinceridad. Rodríguez ataca de nuevo, 'Machete Kills', y el resultado es el esperado. Quien avisa no es traidor, y el director de origen mejicano se vuelve a superar con una secuela bastante lamentable incluso para los fans -los hay- del original. Cine basura adornado con famosos con el que es inevitable que en buena compañía no aflojen unas cuantas sonrisas, por más que sea un trabajo que aporta una vergüenza ajena considerable. Mel, quien te ha visto y quien te ve...
Y como colofón a estas horas de la noche, 'Monsoon Shootout', de la que escribo desde el móvil camino del hotel. Lo mejor que se puede decir de este thiller hindú que ofrece, a lo 'Corre Lola, corre', tres variantes de una misma historia, es que es de lo más entretenido, lo suficiente como para mantener despiertos a los pocos valientes que seguíamos en pie a unas horas tan indecentes en un día ya laborable, y sin escuchar un solo ronquido. También, por qué no, la curiosidad de descubrir que en la India se producen filmes distintos a lo que pensamos que es lo habitual. Por lo demás, muy correcto en todo, y sin nada que envidiar de sus vecinos y compañeros de continente.
Continuará.
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Por Juan Pairet Iglesias
Eran algo más de cinco minutos los que nos quedaban de ver de 'Open Grave', cerca de diez. Aún así, tampoco es que aporten mucho a lo ya comentado en su momento ni sean especialmente relevantes. Por lo tanto mantengo lo dicho sobre ella. Ahora sí puedo decir que la he visto... entera.
El cartel de Sitges 2013 –realizado, como es habitual en los últimos años, por la agencia China– evocaba la mítica película de Roman Polanski La semilla del diablo, rodada el mismo año que nacía el Festival de Sitges. El cartel muestra un coche de niños envuelto en llamas en las escaleras de la Punta, la conocida iglesia de Sitges que actúa como postal turística de la población, en una clara referencia iconográfica a la cinta de Polanski y a la inspiración satánica. Rafa Anton, director creativo ejecutivo, y Miguel Ángel Duo, director creativo –en colaboración con el fotógrafo Biel Capllonch –pretendieron centrar la imagen del cartel en el cochecito quemándose: "un objeto que puede simbolizar lo más ingenuo es también una metáfora de la llegada del satanismo y el terror a Sitges. Una cosa tan simple como un cochecito en llamas en un rincón de Sitges nos parecía que podía tener la fuerza evocadora que exige una película que en sí misma es única".
La medalla de oro concedida por Film Festival Posters ha sido para el cartel del festival de Cannes. Además de Sitges, la plata también se la han llevado el festival Internacional de Guadalajara, el Skopje Film Festival, el Karlovy Vary International Film Festival y el Festival International du Film d'Animation de Annecy.
Como la película no tiene hilo propio comentaré aquí que en la Screen Daily aparece que ha sido comprada para España por Film Buro Producciones.
¿Quién?