Sitges 2023 - Parte X
Bienvenidos a la décima y última de las crónicas que hemos dedicado día tras día a la edición número 56 del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges.
'Mad God' - Hay películas que nos obligan a rendirnos sin condiciones. La nueva película del director de 'Starship Troopers 2' es una de ellas: Una experiencia sensorial y espiritual sin más argumento o historia que la escatología underground de un mundo miltoniano lleno de monstruos, científicos locos, cerdos de guerra y todo tipo de hallazgos sucios y depravados. Un bellísimo, macabro e inmisericorde monumento a la fantasía oscura y el cyberpunk más desaforado que enamorará a la minoría que se deje seducir por ella. *******
'Tela de araña' - Metacine que funciona a ratos y de manera alterna como comedia, o como sátira o como thriller. A Kim Jee-Woon le salen muchas cosas bien en este su 'Birdman' particular, una caótica e irregular carta de amor al cine que se puede decir que cuenta dos historias diferentes pero complementarias: La del rodaje y la de la propia película que están rodando. La presencia siempre solvente y de agradecer de Song Kang-Ho apuntala una producción disfrutable, aunque más sólida en el recuerdo que en directo. *******
'La ira de Becky' - Secuela de nuevo por y para el pueblo de aquella 'Becky' de 2020. Secuela modélica y cómplice, por y para los que disfrutaron de la primera entrega que sorprende por la estilizada concisión, sencillez y practicidad con la que vuelve a resolver todo. Al grano y sin dejarse llevar por la tentación de hacer algo más grande o más exagerado, siendo casi tan disfrutable como la original. Se la puede ver como un complemento honesto y sincero que hace valer su bajo perfil con la inteligencia juguetona del cine de medianoche. ******
'Dream Scenario' - Notable cruce entre comedia negra y sátira perversa sobre la notoriedad accidental y sus consecuencias. Los 15 minutos de fama de Andy Warhol adaptados a los tiempos de los fenómenos virales de mecha corta y la cultura de la cancelación. Él, por supuesto, es un Nicolas Cage que vuelve a demostrar lo bueno que es cuando lo requiere. Menos disparatada y más realista de lo que podría parecer, Kristoffer Borgli progresa adecuadamente con esta nueva y deliciosa reflexión sobre nuestra época actual obsesionada con la imagen a mitad de camino de Charlie Kaufman y Yorgos Lanthimos. ********
¿Continuará...?
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Comentarios