Blancas navidades para 'Rare Exports: A Christmas Tale'
Vía Festival de Sitges
por reporter 16 de octubre de 2010
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Como habíamos prometido, no nos hemos dejado consumir del todo por los premios. Al fin y al cabo, la organización, como viene siendo tradición, se guardaba para la última -que no ultimísima- jornada algún as en la manga. El primero de ellos, en forma de sesión "sorpresa", que significa el retorno al certamen de uno de los directores favoritos del público de Sitges: Kim Ji-woon, heredero del mejor cine de terror asiático contemporáneo (suyas son 'Dos hermanas' y 'The Quiet Family' readaptadas posteriormente en USA y Japón respectivamente), así como del de acción (en su haber están también la impactante 'A Bittersweet Life' y 'El bueno, el malo y el raro', que le valió el Premio a la Mejor Dirección hace dos años en este mismo escenario). Un cineasta que hace relativamente poco que está en activo, pero que para el público entendido ya goza de un más que notable pedigrí. Añádanle el hecho de que su último filme -el que ahora nos concierne- causó polémica en el último Zinemaldia por la dureza de sus imágenes e historia, y tendrán otra de las propuestas más esperadas del festival. Si ayer Nick Tomnay nos proponía un constante cambio de roles entre los personajes que poblaban su peculiar universo, algo similar plantea Kim Ji-woon con 'I Saw The Devil', que podemos decirlo ya, hace méritos suficientes para entrar en el hall of fame de las películas más bestias vistas este año en el Garraf. Como ya sucediera en la obra maestra 'Memories of murder', de Bong Joon-ho (cinta cuya influencia se hará bastante evidente en más de una ocasión), un asesino en serie anda suelto por Corea del Sur. Sus actos van más allá de lo imaginable, pero su furor criminal va a llegar a su fin cuando dé muerte a la novia de un detective que no estará dispuesto a quedarse de brazos cruzados. Es el punto de partida de un cara a cara brutal (protagonizado por Lee Byung-hun, actor fetiche de de Kim Ji-woon y el mítico Choi "Daesu" Min-sik); una venganza a largo plazo... y por entregas, que terminarán siempre con la frase por parte del policía "esto no ha hecho más que empezar". Será a la vez un intercambio de papeles (volvemos a pensar en la pareja Song Kang-Ho & Kim Sang-Kyung, de la maravillosa película antes citada) en el que el "bueno" pasará a ser la versión más extrema del "malo", para que su némesis vea el verdadero horror. No sólo lo verá él, sino el propio espectador, en uno de los productos más violentos de la temporada. Y es que la segunda palabra del título acaba siendo sin quererlo un fuertísimo presagio... no es la "sierra" de Jigsaw, pero es el mismo torture porn en su versión más desbocada. El año pasado el glamour estuvo presente en la Gala de Clausura, gracias a la presentación de la esperadísima 'La carretera (The Road)', brillante adaptación a manos de John Hillcoat de la no menos genial novela de mismo título de Cormac McCarthy. En esta edición no hemos tenido ese factor estelar (presencia de Rebecca De Mornay aparte), pero la elección de la película 'Mother's Day', de Darren Lynn Bousman (ese director incapaz de mantener un plano durante más de cinco segundos... hagan la prueba) se ha confirmado como un acierto. Es un producto no accesible para todo el mundo, debido a la violencia explícita de alguna de sus escenas, pero con esencia comercial, lo cual en cierta manera apuñala por la espalda el espíritu del filme original, que desde el primer fotograma desprendía esa tan entrañable casposidad de cualquier criatura de la factoría Troma. En la película de Charles Kaufman (que también firma el guión del remake) había cierto aire de cachondeo... cosa que no encontramos ahora. Para los que hayan seguido las actualizaciones del festival, es un muy decente cruce entre 'Secuestrados' y -ahora sí- 'Funny Games'. Una cautividad enfermiza que mantiene bien la tensión, incluso en su final pasadísimo de rosca... esos desenlaces que tanto gustan aquí. Para terminar, dos "repescadas" de la sala de proyecciones. Por una parte, una de las películas más queridas este año en el Garraf: 'Tucker & Dale Vs. Evil', prometedor debut de Eli Craig, que nos relata con muchísima gracia las trágicas -¿seguro?- desventuras de dos bonachones paletos (geniales Tyler Labine y Alan Tudyk) que, por una serie de deasfortunadísimos accidentes, serán vistos por unos asustadizos estudiantes como los más temibles asesinos en serie de la historia. Humor negrísimo y absurdo para una propuesta simpática y fresca, que le da la vuelta tanto a las buddie movies como a los slashers ochenteros tipo 'Viernes 13'. Huele a la legua a título de culto. Por otra parte, nos hemos sumergido una vez más en los vastos paisajes australianos gracias al primer largo de Patrick Hughes, 'Red Hill', en el que ya apunta muy buenas maneras. Se trata de un neo-western de planteamiento bastante similar al de 'Celda 211' (protagonista que deja en casa a su mujer embarazada para enfrentarse a un durísimo primer día de trabajo en el que un peligroso recluso recién fugado de la cárcel va a poner a prueba sus aptitudes como ayudante del sheriff), que juega muy bien sus cartas (sabio uso de la banda sonora; acción bien filmada...) para llevar al espectador a un lugar que ya ha visitado muchas veces antes, pero que no por ello deja de ser atractivo. Interesante ejercicio de estilo que demuestra la calidad que atesora el nuevo cine aussie. Mañana más.
por Víctor Esquirol Molinas