72° Berlinale: ''Pequeña, lenta pero constante'' - Así es 'Keiko', una pequeña joya de Shô Miyake
No me sucede tan a menudo, mientras estoy en el cine, el olvidarme de que estoy viendo una película. Y no me refiero sólo a sentirme atrapada por la trama; es más una sensación general, un darse cuenta de que, aunque me haya parecido estar ahí, no me he movido de mi asiento. Ayer me sucedió viendo 'Keiko, me wo sumasete', y el mérito es del director japonés Shô Miyake.
La película tiene como protagonista una mujer boxeadora. Una mujer sorda de nacimiento, que a pesar de su discapacidad y las dificultades que ello le conlleva en el ring, ha desafiado sus limitaciones y ha logrado convertirse en luchadora profesional. Keiko trabaja como servicio de limpieza en un hotel, y entrena en un pequeño gimnasio masculino, el más antiguo de Tokyo, que está a punto de cerrar. Sus entrenadores se dedican a ella con devoción. Pero como todos en algún momento de nuestras vidas, Keiko tiene dudas sobre lo que hace, y se pregunta si no es hora de dejar a un lado la lucha.
La película es un buen reflejo de su protagonista: Lenta pero constante, enmarcada en el Tokyo residencial y menos bullicioso. Al igual que el mundo de ella, es tranquila en apariencia, con momentos contemplativos, y a la vez es fuerza y violencia, enmudecidas en el boxeo, acompasadas cual música en los entrenamientos. Shô Miyake nos muestra cómo esta mujer afronta su soledad: como combate sus miedos y dificultades para comunicarse con el mundo que la rodea y conectar con los demás. Como usa el boxeo para defenderse ante los reveses de la vida. Y no sólo eso: porque el director lo hace con tanta naturalidad y maestría que la película parece revelarnos algo mayor, más profundo y universal. Algo que tiene que ver con el sentido de la entrega y la perseverancia, que nos hacen continuar adelante incluso ante las circunstancias más adversas.
Keiko no se rinde.
por Aina Riu
@aina_rv
Este artículo está escrito en español para El Séptimo Arte, y cualquier traducción o aparición en otro medio de comunicación es ilegal y está llevada a cabo sin el consentimiento de la autora.
Definitivamente, la de 'Alcarrás' ha sido buena.
Eso dicen, o, al menos, ha gustado al indio. Espero que me guste màs que Verano 1996.
Fue el de 1993, pero casi.