Con un año que ha empezado con el himno feminista de Rigoberta Bandini, me parece adecuado dedicar dos artículos de esta Berlinale a un par de películas que hacen un magnífico tributo a las madres. Desde la sección de Panorama, y compitiendo por el premio a mejor ópera prima, llega la primera: 'Cinco lobitos' (o "Lullaby" en su título internacional) de Alauda Ruiz de Azúa. La directora vasca, tras haber pasado por el programa de incubación de la ECAM (Escuela de Cine de Madrid), y después de haber dirigido los cortos 'Nena' (2014) y 'Dicen' (2011), se estrena con un largometraje que retrata con gran sensibilidad el papel de las madres y el cuidado intergeneracional de las mujeres. Como dice Rigoberta, "sin ellas (tetas, madres, mujeres) no habría humanidad ni habría belleza", ni habría cine como lo conocemos.

Y todo empieza por dar a luz. Amaia, protagonizada por Laia Costa, acaba de ser madre, y, como les suele pasar a todas las madres la primera vez que lo son, se da cuenta de que todo resulta más complicado de lo que se había imaginado. Cuando, además, su pareja se ausenta por trabajo y la deja sola al cuidado de la recién nacida, no ve otra opción que acudir a su madre para que la ayude. Desde la nueva perspectiva, Amaia empezará a ver a sus padres con nuevos ojos, y redescubrirá su relación con ellos a través de la nueva intimidad y cercanía. Los padres, protagonizados por Susi Sánchez y Ramón Barea, completan junto con Mikel Bustamante unas interpretaciones cuidadas y realistas, que no hacen sino confirmar la confianza en el trabajo de la directora.

Como ella misma describe, 'Cinco lobitos' es una película que busca retratar con realismo ese viaje lleno de emociones (a menudo contradictorias) que es la vida. Así es como la alegría y el drama se mezclan en el día a día, y van cambiando la visión que Amaia tenía de su madre. A diferencia de ella, que intenta seguir trabajando de freelance (aunque de forma no demasiado exitosa), su madre pertenece a una generación de mujeres cuyo papel se centraba en quedarse en casa y cuidar de los demás, algo que a menudo pasa desapercibido, eclipsado por los roles que vemos de cara a fuera. La película se centra, en cambio, en la mirada hacia dentro, hacia la intimidad de la familia, y retrata la madre con ese rol fundamental de cuidadora.

Otro tema que aborda la película es el relevo intergeneracional: "¿Cuándo dejamos de ser hijos o hijas?" se pregunta Alauda Ruiz de Azúa. Amaia, la protagonista, no deja de ser hija mientras descubre por primera vez lo que es ser madre. Esa conexión entre generaciones, esos cuidados que imparten las mujeres en ambas direcciones, y lo desconcertante que puede llegar a ser el crecer y verse como un adulto mientras se sigue siendo hija de sus padres, son preguntas sobre las cuales la película ayuda a reflexionar.

Al final, y desde mi ineludible punto de vista femenino, no puedo evitar preguntarme: Pero, ¿qué les pasa a los hombres?

por Aina Riu
@aina_rv

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