Entrevista a Miguel Ángel Vivas, guionista y director de 'Extinction'
Con motivo del estreno en los cines españoles el próximo viernes 14 de agosto de 'Extinction', adaptación de la novela 'Y pese a todo' de Juan de Dios Garduño que protagonizan Matthew Fox, Jeffrey Donovan, Clara Lago y la joven Quinn McColgan, entrevistamos a su co-guionista y director, Miguel Ángel Vivas.
¿Dónde acaba la novela de Juan de Dios Garduño y empieza la película de Miguel Ángel Vivas?
Creo que la novela acaba cuando cierras el libro y la película empieza cuando se enciende la lámpara del proyector. La novela la hemos cogido como punto de partida para contar nuestra historia. Juan de Dios contó su historia, la novela, y ahora yo he contado la mía. Aunque no quería defraudar a Juan, sobre todo ser fiel a la emoción que yo sentí cuando leí la novela. A mí la novela me emocionó y por eso decidí adaptarla. Y quería que esa emoción siguiera en la historia. A partir de ahí quería abrir mucho más la historia, centrarme más en el ambiente, la claustrofobia, y jugar con ese universo congelado, para terminar haciendo una cosa que no tiene la novela, una fábula sobre la paternidad. Entonces, hemos cogido la misma historia para darle cosas diferentes.
¿Habéis hecho la película que habéis querido hacer? ¿O la película que los medios os han permitido hacer?
No, no. No he estructurado la película en base a los medios. Y más o menos sabes lo que puedes o no puedes hacer. Pero me gustan mucho las películas pequeñas, cuanto más controlado puedas tener todo mejor. En esta película estamos en un mundo post-apocalíptico muy grande que usamos como excusa para contar una historia muy pequeña, la historia de estos personajes en un escenario además muy reducido. El referente que ponía siempre de ejemplo es 'Infierno en el Pacífico', de John Boorman, una pequeña historia entre dos personajes dentro de un gran escenario como es la II Guerra Mundial. Y esto es un poco lo que queríamos hacer. En 'Extinction' salimos mucho al exterior al principio, y poco a poco vamos enseñando menos, cada vez menos, cada vez menos. Incluso desenfocando cada vez más los fondos y cerrando plano hasta llegar a la sensación final de estar completamente encerrados como les sucede a los personajes.
El 90% de la película se ha rodado en estudio, ¿alguna razón en particular?
Que era más fácil, más práctico. Teníamos una niña, teníamos unas criaturas que básicamente son unos tíos maquillados en pelotas, e irte a la nieve de verdad podría resultar bastante incómodo. Así era mucho más sencillo. Se trataba de plantear este pequeño universo que rodea a las casas entre la fantasía de Méliès y el realismo absoluto. Y que funcionara en ambos extremos, por supuesto. La película al final presenta dos puntos de vista: el de los adultos y el de la niña. El de los adultos es más realista, crudo, pero la niña lo ve todo desde un prisma diferente, desde abajo. Como más irreal, fantasioso y con una iluminación más oscura y contrastada. Todo se presenta más exagerado. Entre estos dos universos tenía que presentarse el paisaje que rodea a las casas.
Me ha llamado la atención que las criaturas son como has dicho "tíos maquillados", pero sin embargo hay una escena en particular en la que se recurre a una criatura digital sin ser en apariencia necesario.
Mi idea es que durante toda la película fuera un tío disfrazado, que todo se hiciera con maquillaje. Pero por problemas durante el rodaje no pudo hacerse, y en esa escena hubo que recurrir a los efectos digitales. Mi idea original sin embargo era que fuera 100% de la vieja escuela, son fan del cine de terror de los 80 y quería algo que fuera palpable de verdad. Algo así como una mezcla entre 'Infierno en el Pacífico', '28 días después' y una película de John Carpenter.
Últimamente están muy de moda los zombis, pero sin embargo en la película no se les identifica como tal, sino simplemente como "criaturas". Como algo indeterminado.
No, no son zombis. Son otra cosa. Son "criaturas", se trata de una película de monstruos, no de zombis. Como pregunta la niña, "¿Pero es verdad que los monstruos existen?". Cumplen una función. Al final es una fábula sobre la paternidad, volvemos a lo que ya hice en 'Secuestrados'. Se trata básicamente de la familia. En las dos tenemos un conflicto familiar dentro de una casa y una amenaza externa que rompe ese conflicto, dejando paso a una cuestión de supervivencia. Lo que me parece importante es que se fuerce a que ese conflicto deje de serlo durante un tiempo.
Has hecho tres películas en 15 años, ¿por qué tanto tiempo entre cada una de ellas?
Podría haber hecho cuatro, seis o siete. Pero es complicado. No es fácil hacer películas en España.
Pasaron 9 años desde tu debut con 'Reflejos' en 2001 hasta 'Secuestrados' en 2010. En España existe la maldición de la segunda película. ¿Tras el éxito popular de 'Secuestrados' te ha resultado más fácil levantar esta tercera película?
Sí, si ha sido más fácil. Aunque hay que tener en cuenta que entre 'Reflejos' y 'Secuestrados' yo dejé de hacer cine. Me metí a dar clases en una universidad. Me desencanté con el mundo del cine por cosas personales. Y se me quitaron las ganas, de que si esto era el cine, entonces no me interesaba. Pero sí es verdad que me encanta contar historias. Así que me la volví a jugar con 'Secuestrados' y salió bien. Y mírame ahora, presentando nueva película. Y ya tengo otras dos películas más o menos cerradas.
¿Alguna de esas dos es 'Esta noche moriré'?
No.
¿Qué pasó con ella?
Iba a ser mi siguiente película hace un par de años. Pero se ha quedado parada. Cosas de este negocio. Ya tenía otros proyectos en marcha, así que cuando vi que se estaba parando me metí en otra cosa, en 'Extinction'. Lo que no voy a estar es seis años esperando a que salga un proyecto. Porque tengo que vivir y al final un director es las películas que hace. Un director es su filmografía.
¿Se puede saber algo de esas dos películas? ¿O aún están muy verdes?
La de noviembre ya está escrita y ya está financiada, pero los productores de momento no quieren que se hable de ella. Es una pequeña "bombita", un remake americano de una película francesa. Pero es una co-producción, la llevamos desde España y la rodaremos en España. La voy a hacer con Nostromo Pictures, los que hicieron 'Buried', 'Luces rojas' o 'Grand Piano'. Y luego tengo otra película para el año que viene con Apaches Entertainment que se rodará en Sevilla, que supone volver al idioma español. Dos en inglés seguidas está bien, pero ya apetece volver y más en Sevilla, que es mi ciudad.
Lo de trabajar en un idioma que no es el tuyo, ¿qué tal?
La mitad del equipo eran españoles, y la otra mitad húngaros. Así que había un poco de lío. Pero con los actores bien, ellos ayudaron mucho y fuimos despacito y con buena letra, así que nos entendimos perfectamente. Tenía mucho miedo, no ya de hablar con ellos sino de que se perdiera algo en el camino. Hablar es la tarea más necesaria de un director, y al hacerlo en otro idioma y como director no quieres que se pierda nada. Pero bueno, despacito, con calma y nunca diciendo sí a algo que no has entendido bien, tanto por mi como por ellos. Y a darlo todo. Al final más lento pero también más seguro.
¿Por qué el cambio de título respecto a la novela?
Para mí la película siempre se llamará 'Welcome to Harmony'. Al principio y al final de la película queda claro. De hecho hay un cartel que pone 'Welcome to Harmony' pero ninguno que ponga 'Extinction'. Fue una decisión de producción y de distribución, a mí me gusta mucho más el original pero no soy objetivo. Se decidió que así iba a gustar más al público, pero la película sigue siendo la misma con un título o con otro. Aunque para mí, siempre será 'Welcome to Harmony'.
Ya puestos y hablando de distribución, el personaje de Clara Lago tarda mucho en hacer acto de presencia. ¿No hubiera sido mejor omitir su presencia? ¿No hubiera sido mejor que el público no estuviera pendiente de a ver cuando sale?
Entiendo la pregunta, si, no es lo mismo estar pendiente de algo que sabes que de algo que no sabes y sea una sorpresa. Pero no puedes tener a Clara Lago y no decirlo. Tienes que venderlo. Ahí también hay un tema de marketing en el que yo no me puedo meter.
Ahora que se habla tanto de spoilers, en el tráiler de la película también se muestran bastantes escenas del tercio final de la película. ¿Dónde está el límite entre lo que debe y no debe conocer de antemano el espectador?
Todos los tráilers muestran posibles spoilers y no te das cuenta, porque no has visto la película. Una vez ves la película piensas "joder, vaya spoiler", pero cuando lo viste por primera vez no te fijaste, porque no sabías de que iba. No creo que sea un problema si no tratas de buscarlo.
Por curiosidad, ¿has visto la serie de Wayward Pines?
No, no. Me han comentado que algo tiene que ver pero no he visto nada.
Volviendo a la película, desde que ha surgido la idea de hacer la película hasta que se ha concretado, ¿cuánto tiempo ha pasado? ¿Cómo ha evolucionado el proyecto durante ese tiempo?
3 años. 3 años largos desde el guión acabado hasta hoy. Durante todo este tiempo el guión lo vas retocando, mejorando detalles con el equipo y eso, pero la base siempre ha sido la misma. Esa metáfora, esa fábula sobre la paternidad ha estado siempre.
¿Qué aporta la presencia de Matthew Fox en la película? ¿Por qué él?
Ahí hay dos cosas. Una es el nombre, claro, que ayuda para la producción y la promoción. Pero a mí me ha dado el mejor Patrick que pueda soñar. Y ha dado su alma, se ha dejado la piel. No me lo estoy inventando. Y le ha dado mucha humanidad al personaje, sobre todo eso. Estoy encantado, es de agradecer ese interés y esa confianza en el proyecto.
Dentro del subgénero post-apocalíptico, ¿qué crees que ha aportado 'Extinction' al ideario colectivo?
Quería contar la historia desde otro punto de vista, desde el punto de vista de los personajes. Siempre se suele contar desde la emoción de la situación, pero yo quería mostrar qué personajes había tras la situación. He intentado ser muy honesto con el espectador. Quería que la diferencia estuviera en la manera de contar la historia, no en la historia. Hay una cosa que tenía muy clara, y es que quería que todos los lugares comunes estuvieran. Quería que estuviera ese perro amigo del protagonista ermitaño, esa radio por la que habla buscando gente, y que acabáramos parapetados en una casa. Todas esas son cosas que ya hemos visto en otras películas. Ahí no quería hacer algo diferente cambiando el guión, no. Quería hacer algo diferente cambiando el enfoque. Hay cosas que incluso yo decía que tenía que ser honesto conmigo mismo, que si era un lugar común había que usarlo. Que a ver cómo lo contamos. Porque son lugares comunes y tenían que seguir estando para que funcionase.
Ahí entrarían en juego los flashbacks, que aún siendo un poco redundantes tampoco llegan a mostrar nada de forma evidente.
No quería que fueran flashbacks explicativos. Querían que fueran flashbacks emocionales. Esa es la diferencia que quería. Siendo desde el punto de vista de los personajes hay muchas cosas que no sabemos. Si mañana se acaba el mundo tú y yo no vamos a saber por qué ha pasado. Se trata de algo parecido. Al final recordamos lo que recordamos, y yo enseño lo que recuerdan en cada momento. Y es más crear la emoción con el flashback que darte una explicación de algo aunque haya alguno muy explicativo. De hecho si quitase los flashbacks seguiría contando la misma historia. Dejando en el aire algunas cosas y eso, pero seguiría funcionando más o menos igual. Lo importante siempre es la historia.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
¡¡¡Braaavooooo Waaanchoooo!!!
Spoiler