'Vida oculta' - Bienvenidos a SU cine
Han pasado casi siete años desde el estreno (en España) de la (para mí) última película de Terrence Malick. Casi siete largos años desde 'To the Wonder' que se compensan, y con creces, con esta 'Vida oculta' de unas tres horas casi igual de largas. No sé que habrá hecho el Sr. Malick entre tanto. Ni lo sé, ni lo conozco, ni me importa. Casi siete largos años, tanto como para que prácticamente nos hubiéramos olvidado de él...
Y de su onerosa, presuntuosa, soberbia y ensimismada forma de narrar lo humano y terrenal de manera esotérica y divina. De lo estimulante y a su vez agotador del genio de Malick, un cineasta como la suma de las copas de todos los pinos de un bosque que al igual que Bobby Fischer parece vivir en su propia burbuja vital. Malick es apasionante y extenuante en su orgullosa obstinación. En su implacable trasunto de la mística audiovisual.
Basada en hechos reales, 'Vida oculta' es la historia de un campesino austríaco, Franz Jägerstätter, que se negó a seguirle la corriente a los nazis en la II Guerra Mundial... a pesar del alto coste que eso podía suponer, y que de hecho supuso para él y su familia. "Su fe inquebrantable y el amor por su esposa Fani e hijas lo que le permite aferrarse a la vida", como al Sr. Malick al esplendor sin miramientos ni vergüenza alguna de SU cine.
'Vida oculta' es puro Malick. En la salud y en la enfermedad. En lo humano y en lo divino. De principio a fin. Abrumador y extenuante a partes iguales: Casi tres horas de cine que sentimos en nuestras cabezas, en nuestros corazones, en nuestros espíritus como una variación cinéfila del masoquismo sexual. Una película que te golpea como Tyler Durden se golpeaba a sí mismo. Una película de Terrence Malick en todo su doloroso esplendor.
Si, unos 15, 25 ó 35 minutos menos le hubieran sentado de fábula, como también le hubiera podido sentar de fábula centrarse en lo narrativo y no en lo reflexivo o tirar de trípode mucho más a menudo. Pero entonces, claro está, no hubiera sido como es una película de este Sr. Malick fagocitado por el otro Sr. Malick. El agotador exceso, uno más de un genio desbocado y aún más enamorado de su egolatría y caligrafía que Quentin Tarantino.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
En mi opinión estamos ante su mayor obra, tal vez sea la que mejor le representa como autor con todas sus virtudes y defectos y que como bien dice Wancho resulta tan abrumadora como extenuante en su dilatado metraje pero el resultado compensa con creces, es una experiencia sublime en lo visual pero que sobre todo remueve conciencias y rinde homenaje a los héroes de las vidas ocultas.
En 'Vida Oculta' Malick ensalza merecidamente una figura olvidada en el cine bélico, el verdadero héroe: el insumiso. Te traslada a un paradisíaco y verdoso valle austriaco, a una historia de amor y familiar idílica, para arrastrarte poco a poco al infierno que supone algo como la llegada de los nazis a reclutar. Más allá de las decisiones del personaje y los debates internos que produce en el espectador, me ha gustado especialmente cómo traslada el comportamiento de la comunidad, desde los colaboracionistas, pasando por los resignados y luego los que viven con impotencia la maldad que les rodea y que nadie haga nada, incluso que vecinos a los que conocían de toda la vida, los posea el mal. Como en todas las películas que he visto del director, tiene un alto grado de espiritualidad y religiosidad, quizá (al menos en esta) demasiado, especialmente en algunos aspectos del discurso de fe ciega pese a todo y hacer la vista gorda con la iglesia. Pero me ha gustado mucho cómo toca algunos aspectos como las tentaciones.
Y como no podía ser de otra forma (y más durando casi 3 horas), Malick se toma las cosas con calma, quizá demasiado. No se me ha hecho pesada, pero en algunos momentos hay demasiada pausa, cayendo en el regodeo o reiteración en algunas cosas. Más si cabe en la 2ª parte del film, donde el verde, el pasto, la leche recién ordeñada y el trigo recién cortado no endulzan tanto los sentidos. Pero en la balanza ganan por mucho todos sus aspectos positivos, destacando por encima de todo potentes mensajes y moralejas. Frases como 'mejor padecer una injusticia que infligirla ' o la cita de George Eliot que cierran la película antes de los créditos, se te graban a fuego.
Si la fe fuera siempre esto, alabada sea.
Nota: 7'3