'Uncharted' me remite claramente a otra adaptación de un videojuego: la de 'Tomb Raider' protagonizada por Alicia Vikander en 2018. El resultado vendría a ser bastante cercano, lo que sin estar especialmente bien ni particularmente mal es cuanto menos, suficiente. Por poder ser, podría serlo como lo fue en el caso de aquella película, para un servidor, algo superior y más convincente, sobre todo en lo dramático. También suma a que a Vikander no la tengamos tan vista como héroe de acción como a... otros.

Decía en su momento que había dos formas de encarar un filme como la mencionada 'Tomb Raider', o por las buenas o por las malas. Lo mismo se puede aplicar a 'Uncharted' (dejando de lado que nunca he jugado al videojuego en el que se inspira), habiendo argumentos hay como para tener razón en ambos casos. Más, lo importante no es si podría ser mejor o peor, que por poder ser podría ser mejor... o peor. Lo realmente relevante en un caso como este es si es suficiente, o más que suficiente.

Para entendernos, 'Uncharted' es una producción comercial dirigida por el mismo tipo que 'Venom'. Es una producción sin grandes ambiciones, más allá de servir como lanzadera de una deseada nueva franquicia cinematográfica. Esto, por raro que suene, en Hollywood no tiene por qué conllevar un esfuerzo especial. Antes puede que sí, ahora no. Basta un abultado presupuesto para efectos especiales y alguien carismático delante de las cámaras. O dos. Todo lo demás llegado el caso, ya se verá sobre la marcha. Minucias.

'Uncharted' cumple el patrón: buenos efectos especiales y la pareja Tom Holland y Mark Wahlberg jugando a ser Indiana Jones y su padre. No se podía no nombrar a Indiana Jones, una vez que el propio Holland le menciona. La comparación, se pueden imaginar, es dolorosa aunque no necesariamente en la manera que puedan pensar. En 'Uncharted' secundarios como Marcus Brody, Sallah o Tapón no tiene cabida. Porque en 'Uncharted' no hay mucho más que el héroe, el mentor, la chica y el villano (y su chica).

Quiero decir, que uno de lo motivos por el que aquellas películas son clásicos es porque hay un cierto mimo por los detalles. Por dotar de sentido y personalidad a los elementos y personajes que de alguna manera conforman la trama. Ese "mimo" desaparece en 'Uncharted', lo que sería una producción genérica donde la personalidad la pone Tom Holland haciendo de Taylor Lautner (con y sin camiseta). Siquiera Wahlberg parece esforzarse dentro de una película que, sencillamente, parece que no se esfuerza.

Así, todo fluye con cierta inercia rutinaria, de manera distraída pero poco apasionante bajo la sombra y el recuerdo de títulos más y mejores como 'La búsqueda', 'Pan (Viaje a Nunca Jamás)' o la serie de 'Alex Rider'. O de títulos con algo más de orgullo, pasión y personalidad. No es el caso de 'Uncharted', una sencilla y tímida aventurilla para un espectro de público lo más amplio posible que discurre dentro de un canon establecido intentando no meterse en líos ni romper nada, mucho menos ofender a jugones y no jugones.

¿Es suficiente? Si somos poco ambiciosos, sí. A pesar de no tener mucho sentido, puede valer como sencillo y correcto pasatiempo adornado con el actor de moda y unos efectos especiales que se muestran mucho más físicos que virtuales. Por las buenas, dentro de lo humanamente hollywoodiense y con los aciertos ganándole la mano a sus (auto)impuestas limitaciones. Ahora bien, dado que su intención es ser la primera de al menos dos películas, tendrán que esforzarse mucho más si quieren que sean al menos tres.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex