Hay dos formas de encarar un filme como 'Tomb Raider', o por las buenas o por las malas. Y argumentos hay como para tener razón en ambos casos si nos empecinamos en una discusión, a la larga, bastante estúpida e irrelevante dónde lo que importa, o lo que debería de importar no es si podría ser mejor o peor, que por poder ser podría ser mejor... o peor. Lo que resulta verdaderamente relevante en un caso como este es si es suficiente, o más que suficiente.

La verdad sea dicha aunque suene injusto, o no, es que en esto del cine, como en cualquier otro ámbito donde el "arte" es una forma como otra cualquiera de ganarse la vida, no viene mal tener una doble vara de medir. Ya sea de forma interesada, o ya sea de forma genuinamente instintiva, que allá la conciencia (o el bolsillo) de cada uno. Total, todo termina reducido a palabrería barata cuando a la hora de la verdad si nos pica un huevo, nos rascamos.

Personalmente, ni le pido ni necesito más. 'Tomb Raider', esta 'Tomb Raider' no es un sueño húmedo pero tampoco una pesadilla, algo que deberíamos de valorar positivamente cuando hablamos de una franquicia económicamente exigente dirigida por un me perdone el Sr. Uthaug, don nadie. La partitura de Tom Holkenborg es bastante elocuente en este sentido, antes un estado de ánimo que una sensación, mata al malo y escoge la pistola, que volveremos (otra vez).

'Tomb Raider' es una de aventuras bastante decente y resultona que ni se flipa ni va de guay. A mayor gloria de su protagonista, por supuesto, el único personaje con futuro, sorprende durante su primera mitad con un tratamiento más humano que deja a los efectos especiales en un segundo plano. Una versión light de lo que sería un blockbuster de temporada alta, que prefiere abrazar a abarcar y en dónde a la acción se la dota de una coartada.

Y tonterías, las justas.

Aunque es cierto que durante su segunda mitad, más genérica, no termina de reventarlo, y que como tantas otras producciones subvencionadas prefiere guardar la ropa a nadar, permitiéndose el lujo de desaprovechar a Daniel Wu y Walton Goggins. La apariencia de "precuela", cuando el futuro es mañana y el ahora sólo el principio. Una introducción más humana que divina y que tiene tanto de promesa para Lara Croft como de realidad (pasajera) para sí misma.

Sensiblemente superior a cualquiera de las dos protagonizadas por Angelina Jolie, hoy en día dos placeres muy culpables, esta 'Tomb Raider' cumple como cumple una muy acertada Alicia Vikander, con honor y un saludable nivel de credibilidad, siendo especialmente notorio el regusto físico por encima de lo exuberante o lo digital. De por las buenas, dentro de lo humanamente hollywoodiense y con los aciertos ganándole la mano a sus (auto)impuestas limitaciones.

Si, es suficiente.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex