Según la versión oficial, 'The Vigil' nos muestra "un nuevo universo de terror donde un joven tendrá que poner a prueba su fe y aceptar un horrible acontecimiento de su vida pasada. Para ello, vivirá una noche que se convertirá en una auténtica pesadilla. La vigilia de un cadáver, con un pasado extraño, dará lugar a una sucesión de fenómenos extraños que le confrontará con sus propios fantasmas. El peor de los fantasmas se mantiene oculto... ¡y viene a por él!".

Más bien, a por nosotros como pobres e incautos espectadores. La historia que plantea el debutante Keith Thomas tiene potencial y en sus primeros compases resulta bastante interesante. Es lo que diríamos una premisa bastante prometedora que, sin embargo, se ve arruinada por la obsesión por los sustos efectistas y gratuitos que no aportan más que desgracias. Lo de siempre, vaya, pero sin el adecuado y sobre todo experimentado aderezo de un James Wan.

Lo dicho, el debutante Keith Thomas se deja llevar por ese efectismo barato que deja sin efecto su inicial, y a la postre aparente porte como thriller psicológico. De esta manera, lo que prometía y tal vez hubiera cuajado en manos de un M. Night Shyamalan se convierte en una superficial, cansina y agotadora rutina de ruidos. Susto tras susto, bostezo tras bostezo. Una sucesión básica y hasta elemental que convierte una pesadilla en un plácido sueño en la butaca de un cine.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex