'The King's Man: La primera misión' - El círculo vicioso
Últimamente siento que muchos grandes blockbusters son o bien un encaje de bolillos o bien un resumen apelotonado de dos o más películas. Lo decía de 'Spider-Man: No Way Home' y después de 'Matrix Resurrections', y como mencionaba en la crítica de esta última, lo vuelvo a decir de 'The King's Man: La primera misión'. Películas todas ellas que perfectamente podrían haber sido divididas en dos entregas no para sacar más tajada, sino para sacar más partido de las historias que a la postre presentan de manera un tanto tosca y circunstancial.
En realidad, algo que ya sucedía en 'Kingsman: El círculo de oro' y que obligaba a decisiones tan incomprensibles como el asesinato inmisericorde de Roxy, algo que nunca le perdonaré a Matthew Vaughn (y que le echaré en cara si algún día tengo la oportunidad de hablar con él). En fin, es su película y su franquicia. Y lo sigue siendo en manos de una Disney que ha heredado este regalo envenenado de la Fox que nos llega un par de años después. No parece desde luego que nadie le haya dicho nada; o que en tal caso, Vaughn haya escuchado a alguien.
Su película, su franquicia. Dentro de sus excesos, la primera tenía ese autocontrol derivado de no saber cómo se iba a recibir tu apuesta. De tener que rendirle cuentas a alguien. Con la segunda y esta tercera este temor parece haber desaparecido, y Vaughn se ha venido arriba. Si en la secuela el cineasta británico quería meter demasiadas cosas en tan poco tiempo, en esta precuela el problema no es tanto que quiera meter de nuevo muchas cosas en tan poco tiempo, que también, como que parezca no querer hacer una película de "Kingsman".
No quería, pero le obligaron a ello. Como cuando 'Valencia' se convirtió en 'Calle Cloverfield 10' (mientras 'Underwater' aún sigue sin formar parte de la familia). 'The King's Man: La primera misión' parece un relato bélico sobre espías al que oportunamente han asociado sobre la marcha a una franquicia pre-existente. Porque así es más fácil de vender a los que ponen pasta, y también, a los que pagan pasta. Como tantos otros, Vaughn parece más centrado en expandir un universo cinematográfico que en concretar una película que valga por sí misma.
De esta manera, no se decide entre ser una película de guerra o ser una película de "Kingsman", siendo ambas de manera alterna. La idea, en principio, es que una complemente a la otra si bien, en poco más de dos horas, esta relación queda reducida a una simpleza pragmática que deja su mutualismo a merced de sus escenas de acción dónde, de nuevo, Vaughn vuelve a brillar. Claro que no hacía falta complicarse tanto, ni dar tantas puntadas sin apenas hilo para llegar al consabido y molón "bueno contra malo sorpresa (que no es sorpresa)".
Me encantan las películas de acción y las escenas de acción. Pero lo que marca la diferencia es como llegamos a estas escenas y ya puestos, que nos importe lo que ocurra en ellas. 'The King's Man: La primera misión' juega por el camino con muchos elementos, y al igual que 'La liga de los hombres extraordinarios' en su momento, amaga con dotar de un valor añadido a su pirotecnia más o menos gratuita. Pero no hay tiempo ni tal vez ganas, y al final, como diría un 'hater' de Marvel Studios, lo que parecía distinto se reduce a más de lo mismo (de siempre).
No es que 'The King's Man: La primera misión' sea una mala película, pero al igual que ocurría con 'Kingsman: El círculo de oro' su arritmia e inconsistencia tonal, así como su falta de mordacidad deriva en un mazacote farragoso, pero sobre todo poco fluido y aún más desaprovechado. Un pim, pam, pum que "mola" en su versión para "YouTube" pero donde ni sus escenas de acción ni su lustroso reparto marcan las oportunas diferencias, sin margen para desarrollar lo que al igual que la película, es una anécdota desechable y de un solo uso que da pereza revisitar.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
En forma de precuela, se vino una tercera parte de la saga de los Kingsman en el que los personajes de Harry, 'Eggsy' y demás se dejan temporalmente aparcados para contar como se originó la famosa agencia de inteligencia (toma pareado) allá por los principios del siglo XX con la I Guerra Mundial de fondo de la mano de Ralph Fiennes, Djimon Hounsou, Gemma Arterton y compañía.
Se decide sabiamente no ser de nuevo una historia de espías desde el principio hasta el fin e introduce otros géneros como el drama y el género bélico que terminan enriqueciendo a la película en su conjunto. Es más, diría que los tramos bélicos son de lo mejor del filme, aunque no lo único.
Vaughn perdió algo de tino en 'Kingsman: El círculo de oro' respecto a la primera película que supuso la entrada de aire fresco al género de espías allá por 2014; sin embargo, con esta 'The King's Man: La primera misión' sigue manteniendo ese buen tino con una dirección más que correcta en el que se pueden lucir actores y también tener muy buenas secuencias de acción o de peleas dando pie a una balanza equilibrada. La banda sonora a dos manos de Dominic Lewis y Matthew Margeson pone el resto de buen hacer para ensamblar una muy positiva precuela.
Los nombres que protagonizan esta historia de orígenes no son tampoco mancos. Ralph Fiennes hace honor una vez más a su reputación con un personaje en el que puede lucir su inmenso talento. Gemma Arterton y Djimon Hounsou como secundarios necesarios que aportan también su solvencia habitual y Rhys Ifans interpretando a un loquillo Rasputín son los otros actores a tener en cuenta.
Al contrario que 'Kingsman: El círculo de oro' que fue un pequeño bajón, esta primera misión supone una sorpresa debido a que no esperaba más que un filme de orígenes correcto y el resultado es un largometraje que cumple sobradamente su cometido.
7.5
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