'La última cena' - Un rayo en una botella
Un film con tintes de comedia francesa. Así describe #ConUnPack a lo que también considera un "experimento cinematográfico" en el que un grupo de técnicos e intérpretes se reunieron, de manera desinteresada, para rodar una cena de amigos en tiempo real. Los intérpretes tan solo disponían de una breve descripción de sus personajes. Y a improvisar, del tirón, en uno de esos raros casos en los que se acepta (o se entiende) que algún cámara (y su cámara) se cuele en plano.
Un satisfactorio "experimento cinematográfico" al que sólo podemos echarle en cara una cosa: Que dure poco más de 70 minutos, eso sí, tan intensos como rematadamente dinámicos. Un "suspiro" cuyo montaje se hizo a partir de doce horas de metraje, y cuyo montaje, a su vez, se encargó de poner orden en lo que bien pudo ser un caos. Un caos como la vida misma y que como cualquier cena entre amigos, da bandazos sin rumbo y no atiende a un arco dramático predefinido de antemano.
Eso es lo bueno, y a su vez, tal vez, lo malo: No hay un propósito que convierta a dicho "experimento" en algo "cinematográfico". Una hoja de ruta que lleve el relato de un principio a un final. Es la cena de amigos de 'Coherence', la comida de Acción de Gracias de 'Krisha' o la reunión familiar de 'Sieranevada' sin un subtexto ni una intención soterrada. Es la vida y el momento: El directo de 'Hierve' sin ningún aliño que no surja de lo fortuito, casual y circunstancial. Los amigos de María y Toni al natural.
'La última cena' tiene mucho de película que no va a ninguna parte. Y se echa en falta que como suele ser la costumbre, no exista una línea de vida que encauce sus palabras hacia algún destino más o menos concluyente. O relevante. El que sea. Claro que, dada su condición, interferir de alguna manea para asentar sus hallazgos hubiera acabado, muy probablemente, con el brillo en la mirada que posee. Con la "realidad" que captura como un rayo en una botella durante 70 vibrantes y breves minutos.
70 minutos durante los que estarás muy bien acompañado.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex