'El contador de cartas' - Atrapado por su pasado
Como no podía ser de otra manera, 'El contador de cartas' es una película "chapada a la antigua" sobre un hombre que no es capaz de perdonarse a sí mismo por algo despreciable que hizo en el pasado. Ahora vive en una especie de purgatorio, haciendo tiempo y esperando a que pase algo. Una monótona y modesta "no existencia" de perfil bajo que desarrolla en el mundo del juego y las apuestas, de ciudad en ciudad y de casino en casino. El entorno ideal para alguien que quiere perderse y seguir perdido. Para dejar pasar el tiempo hasta que algo pase... si es que algo pasa.
'El contador de cartas' es una película escrita y dirigida por Paul Schrader, cineasta fiel a sus principios y a un tipo de cine rocoso, antipático y con sabor añejo por el que parecen que no pasan los años. Un tipo de cine que gusta de subvertir las ideas preconcebidas que una sinopsis puede llegar a transmitir, y a su vez, tratar de incordiar a partir de elementos genéricos y cotidianos a los que pueda hacerles la puñeta. Una película que desde luego, no juega al mismo juego que 'El color del dinero' como el nombre en los créditos de Martin Scorsese podría llegar a sugerir.
Schrader vuelve a los temas con los que se siente más a gusto como la culpa, la penitencia, la autoevaluación moral o en última instancia, la redención, en una película de tensa inquietud e ira contenida que al igual que su anterior 'El reverendo' resulta difícil reducir a un hashtag. En la que hay de todo pero que no es de nadie salvo de Oscar Isaac y que confirma la recuperación de Paul Schrader como concepto. Un cineasta franco, de una inestabilidad tremenda y siempre fuera de moda que nos brinda, de nuevo, una ingrata e intensa ración de cine visceral y subcutáneo.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex